El arte no se detiene, ni se cancela por el arresto domiciliario del COVID 19. La precariedad ha sido siempre una buena condición para los artistas. El aislamiento también. Lo recordábamos aquí cuando empezamos a elaborar esta edición continua y especial por el coronavirus: el Decamerón de Bocaccio se desarrolla en un encierro, el de unos jóvenes nobles que huyeron para escapar de la peste que asolaba Florencia en el siglo XIV. Bocaccio sabía que mientras en el exterior la muerte buscaba clientes, los confinados celebraban lo mejor de la vida.
Las mil y una noches, otro de los grandes clásicos del cuento, se plantean como el relato que se abre a la imaginación y al mundo para escapar de la noche y de la muerte. Podemos hablar del Marqués de Sade, o de Proust, encerrado en una habitación acolchada para que los ruidos del exterior no perturbaran el flujo de sus recuerdos. Pero no nos pongamos estupendos. Cada artista tiene su momento. El de Sofía Rincón es esta prisión sanitaria en la que tiene que pedir permiso para moverse por Madrid en la urgencia de atender a su familia. En las horas de reclusión, ha creado un personaje, es una «dama de clausura», de nombre lírico y apellido guerrero. El contraste promete emociones, diversión y latidos.
Rosa de Armas, «dama de clausura»
El concepto es el siguiente: dado que hay cuarentena, Sofía Rincón ha decidido hacer un proyecto artístico improvisado con un poco de atrezzo. Esto vienen a ser las cuatro cosas que una tiene en casa sin necesidad de recurrir al Mercadona. Sin estudio, sin apenas iluminación, sin una troupe de ayudantes y expertos en sonido, en definitiva, en condiciones de guerrilla. Nada que pueda limitar el arte de esta mujer omnipresente en las redes sociales, artista audiovisual en todos los formatos.
El proyecto es una eroperformance, es decir, una performance artística de carácter erótico. La performance es Rosa de Armas, un alter ego. La propia Rincón atiende a Fanfan, por teléfono y nos explica de qué va esta historia: «Soy una persona muy sexual, el erotismo y el sexo es uno de los pilares de mi vida, eso todo el mundo lo sabe. Hace años publiqué un libro llamado Pornographicum Absurdum, un libro de algo que denominé «pornosurrealismo», ilustraciones surrealistas de caracter pornográfico. También he subido bastante arte erótico a través de la fotografía y de dibujos».
Así que esta performance de esta «dama de clausura» se plantea como una continuación: «era evidente que algún día tendría que hacer algo más, algo que me dejara sacar lo más cerdo de mi ser y, sin embargo, que aportara también valor a mi obra artística. En plena cuarentena fue que se me ocurrió Rosa de Armas».
Rosa de Armas, una pervertida que nunca se desnuda
Cuando le preguntamos a Sofía por la definición de su personaje, la etiqueta sin vacilar: una pervertida, que viste de forma elegante, y que nunca se desnuda. Y sin embargo te cuenta las obscenidades más degeneradas que pasan por su mente, te lee textos del Marqués de Sade, de Apollinaire, de Sacher Masoch... Rosa de Armas quiere que te masturbes, le encanta saber que al otro lado de la pantalla alguien se siente libre de sacar toda su degeneración mientras la escucha y la imagina. O, como ella dice: «podrás masturbarte y seguir sintiéndote un intelectual». Un juego de ideas, de insinuaciones, de evocaciones, de segundos y terceros sentidos, y a veces de alusiones directas, como golpes de fusta.
Los que se acerquen a esta performance, que se difunde a través del canal Patreon, podrán leer textos de Rosa de Armas como esta provocación: «Mírame los pies mientras sostienes el móvil y con tu otra mano agárrate el pene, hinchado de sangre, porque ya no puedes mastúrbarte a gusto como antes. Ahora estás con la familia encerrado por la cuarentena y no puedes permitir que descubran la clase de pervertido que eres.» El desafío es crear una tensión erótica sin enseñar la carne viva de Rosa de Armas. Eso si, nos preguntamos qué será de Rosa de Armas cuando termine el confinamiento.
Si quieres conocer mejor a Sofía Rincón puedes escuchar el podcast de la entrevista que le hizo Fanfan, y este artículo en el que explica el sentido de su arte, el juego icónico que desarrolla.