Un cuento sobre el destino, sobre el cumplimiento del deber, en un Londres frívolo de damas aristocráticas, princesas, y clérigos. Un cuento que, según Borges, tiene aires de Las Mil y una Noches. Oscar Wilde y El crimen de Lord Arthur Savile.
Oscar Wilde en La Biblioteca de Babel
La Biblioteca de Babel fue una colección de lecturas fantásticas dirigida por Jorge Luis Borges, y que en España editó Siruela, en un formato de libros alargados. El origen de aquella Biblioteca de Babel fue una visita que el editor italiano Franco Maria Ricci había hecho a Jorge Luis Borges en Buenos Aires. En aquellas conversaciones Ricci concibió la idea de una colección de literatura fantástica única en el panorama editorial contemporáneo. Cada volumen, dedicado a la obra de un escritor, sería seleccionado y prologado por el gran escritor argentino. La Biblioteca la forman treinta títulos, una reunión coherente de textos insólitos, donde a las generosas fuentes orientales se unen escritores secretos de Occidente y otros muy famosos que son redescubiertos por el saber y la sensibilidad de Borges. El tomo sexto de la Biblioteca está dedicado a Oscar Wilde, y hoy lo traemos hasta esta serie de Cuentos únicos.
El crimen de Lord Arthur Savile
Dice Borges en el prólogo de este tomo que El crimen de Lord Arthur Savile, de Oscar Wilde «está más allá del bien y del mal. Se trata de la historia de un asesinato, pero el hecho se perpetra en un mundo que, por su misma frivolidad, no es menos real que el deliberadamente fantástico de Las Mil y Una Noches. Para acentuar ese parecido cabría agregar que todo el relato, que ocurre en un Londres onírico, comparable al de Stevenson y al de Chesterton, está regido por el concepto islámico del Destino. De igual manera que en sus comedias mundanas, Wilde nos presenta personajes estúpidos, pero su estupidez es epigramática, ya que son risueños disfraces del autor».
Dice Borges que el gran irlandés (Oscar Wilde) de triste destino y de alma venturosa, «es nuestro contemporáneo y lo será de muchas generaciones futuras. Su íntima, su invencible felicidad, lo salva de perdurar en nuestra memoria como un dandy trágico, a la manera del príncipe de Dinamarca».