Bajo el fuego. La historia nunca contada de Tony Vaccaro. Director: Max Lewkowicz Documental. HBO
Tony Vaccaro hizo la guerra contra los nazis con una cámara de 47 dólares y un fusil. Se le daba mejor el clic que el disparo, pero hubo momentos en los que tuvo que tirar de fusil. Compró su primera cámara sin saber cómo se manejaba. La guerra cambió su vida. Su trabajo en las playas de Normandía, en las trincheras de Francia, o en los bosques de Alemania es el de un gran maestro de la fotografía. Sus reflexiones hilvanan un documental imprescindible para los amantes de la fotografía como arte y como documento. Algunas de sus imágenes tienen el valor que persigue todo fotógrafo: que sirvan como relato de un universo complejo, que expresen lo que es la guerra con tan solo un clic, que reúnan en un solo golpe de vista la compleja experiencia humana.
Una cámara portátil de bolsillo
Con 17 años y apenas terminado el instituto, Tony Vaccaro es reclamado por el ejercito americano. Su afición a la fotografía le lleva a presentarse al equipo de fotógrafos del ejército. Este cuerpo le rechaza por considerarlo demasiado joven para disparar una cámara. No lo era para disparar un fusil. Este contratiempo no hizo sino espolear su pasión por retener el momento.
Cuando Vaccaro vio las pesadas Speed Graphic que llevaban los fotógrafos oficiales, supo que él podía hacerlo mejor. Y lo hizo. Su ligera Argus C3 una sencilla cámara de 35 mm le permitió realizar más de 8.000 fotografías en el campo de batalla. Su condición de soldado, hermano de sangre de sus compañeros de pelotón, le otorgó el privilegio de actuar sin tener que pedir permiso, sin la necesidad de ganarse la confianza de sus objetivos. El resultado es una colección de fotografías, que van desde la muerte cotidiana a la alegría embriagadora de la liberación, de la confianza absoluta de las mujeres francesas en los americanos al horror más nauseabundo.
De Normandía a Berlín
El documental combina el testimonio de fotoperiodistas de guerras más recientes con el recorrido del propio Vaccaro por los escenarios que ayudó a liberar con su pelotón: participó en el desembarco en Normandía, en la liberación de Bélgica y Luxemburgo, en la batalla de las Ardenas, hasta que camino de Berlín, tuvieron noticias del fin de la guerra. Vaccaro relata los conflictos morales que tuvo como soldado y como fotógrafo: matar o morir y dar testimonio o no de la depravación humana. La importancia de estar alerta, como soldado para sobrevivir y como fotógrafo para captar: un segundo tarde es demasiado tarde.
Los horrores que presenció en la guerra le cambiaron para siempre. Las caras de aquellos a quienes quitó la vida le persiguieron durante años “Si contemplamos la película del desembarco de Normandía, los soldados que cruzan la playa lo único que hacen es caer. De repente la vida toca a su fin y la gravedad te recoge […] Es casi como renunciar lamentablemente a la vida”, relata. Le costó recobrar el rumbo. Pasó varios años en la Europa de postguerra como fotógrafo del ejército. Regresó a EE UU, formó una familia y dio un giro a su carrera. Nunca más hizo una foto bélica. Retrató a pintores como Picasso, cineastas como Fellini, empresarios como Enzo Ferrari o políticos como Kennedy en las revistas más relevantes de la época como en Life, Newsweek y Look.
Su obra se puede ver en el museo que lleva su nombre en la ciudad italiana de Bonefro.
Fanfan y Ludiana te mantienen al día de las novedades en entretenimiento, y te ofrecen servicios de comunicación y herramientas estratégicas para gestionarla. Si quieres estar al día de la actualidad de FanFan y enterarte antes que nadie de todo lo que publicamos, síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter, Instagram, Ivoox, Spotify y YouTube.
