Umbre la puedes ver en HBO. Lo mejor de la serie es que es brutal, sucia, maleducada. Me refiero a la corrección política. Empecé a verla sin mucho interés. Una serie rumana, ambientada en Bucarest, sobre mafiosos que no tienen ni la sutileza de los sicilianos ni el mal gusto exquisito de los capos americanos. Una serie sucia. Conforme avanzo en los capítulos quiero más. ¿Saben qué tiene? Que es una serie que no te dice lo que tienes que pensar, que no se anda con escrúpulos, que no te quiere educar. Se supone que los que ven una serie como esta ya tienen una cierta educación. Si, ya sé que es mucho suponer. Pero llegar a casa y poner la televisión y encontrarte con alguien que no te da una lección de moral barata es, en estos tiempos, un regalo. La primera temporada es seca y sobria, las siguientes tienen un humor ácido, corrosivo y actual.
Umbre y las armas de fuego
En Umbre nadie muere por arma de fuego. La corrección política te dirá que tienes que estar en contra de la fabricación de armas, de los fondos de inversión que la financian, de los bancos que prestan dinero a los fabricantes, y de los traficantes de armas que se sientan por la tarde en los mejores hoteles de Europa a merendar caviar con Coca-cola. Pero en Umbre mueren muchos, ninguno, hasta ahora (llego seis capítulos) por arma de fuego. Unos mueren empalados, otros arrojados por la ventana de un hotel, algunos por cristal roto, y hay un político al que creo que le clavan un destornillador en la yugular hasta dejarlo como un cerdo por San Martín. A todos estos, víctimas de la mafia, la corrección política les ha dejado indiferentes.
En Umbre hay médicos que beben en la consulta y fuman mientras atienden a un paciente que tiene demencia. En la serie se bebe mucho alcohol malo, las mujeres no tienen ningún tipo de glamour, y con la inversión en ropa que han hecho no se podría filmar ni un solo plano de una película española. Aquí se viste camiseta sin lavar desde hace semanas, y chándal y deportivas de marca desconocida. Los protagonistas no se cambian de ropa ni para dormir. La agresiones en la escuela se solventan a martillazos y el diálogo es un chiste antes de un crimen. Umbre es la ley de la selva. Si te paras te cazan.
Relu y el capitán
El protagonista de Umbre (sombras) se llama Relu. Es un taxista, pero lleva una doble vida. Entre carrera y carrera le hace trabajos de cobrar deudas a un mafioso al que llaman «el capitán». Relu es un antihéroe. Es muy bruto, lleva una vida perra, y está esclavizado por el capitán, al que no le puede negar ningún encargo. Cada trabajo estará lleno de trampas, y Relu tiene que ser siempre más listo y perro que el que tiene delante. La familia de Relu no sabe nada del capitán y el capitán no sabe nada de la familia de Relu. Relu es un animal muy inteligente: tiene un instinto poderoso, y cuando siente una amenaza no duda ni un instante. Es un lobo. Está encarnado por el actor Servan Pavlu, que no cambia de cara en toda la serie. Ni una sonrisa, ni un pestañeo. Si cierras los ojos un instante, estás muerto.
Umbre no tiene ningún valor progre: no te educa, no te trata como a un imbécil, no tiene ni un gramo de cursilería ni de palabrería barata. El sexo es primario, las mujeres feas, y el amor es solo instinto. No se hace el amor en la cama sino en la sala de despiece de una carnicería. Tampoco es amor, tan solo violencia carnal. Pero la trama funciona y Relu, metido en un laberinto en el que tiene que conjugar su trabajo de sicario con el papel de padre de familia es un personaje en el que uno puede identificar fácilmente la mala vida de muchos tras el hundimiento de la mentira de los regímenes comunistas. Regímenes que arrasaron con todos los valores y rebajaron a las personas a su condición de animales. Bucarest es una pocilga donde la corrupción de arriba es igual que la de abajo. Si buscas flores, paisajes bellos y buenos sentimientos, esta no es tu serie. Umbre es ruda, sucia y brutal, como si la hubiera escrito el filósofo Hobbes. Pero es buena.
Fanfan y Ludiana te mantienen al día de las novedades en entretenimiento, y te ofrecen servicios de comunicación y herramientas estratégicas para gestionarla. Si quieres estar al día de la actualidad de FanFan y enterarte antes que nadie de todo lo que publicamos, síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter, Instagram, Ivoox, Spotify y YouTube.