Incluso la muerte miente – Julio César Cano – Editorial Maeva – 20 €
¡El Inspector Monfort ya está de vuelta! Y con él llega un nuevo caso. Con esta nueva entrega que Julio César Cano ha ideado, volvemos a disfrutar, como no podía ser de otra manera, de una novela dinámica y con ritmo, de la gastronomía, de la buena música y del turismo, pues creo que también puede servirnos a modo de pequeña guía turística. Pero «Incluso la muerte miente» encierra muchas otras cuestiones: desde heridas del pasado y sus consecuencias en el presente, hasta antiguas tradiciones, pasando por mentiras, adicciones, desencuentros o el funcionamiento de las mentes de las personas que sufren un trastorno del control de impulsos que les lleva a provocar incendios, entre varias más. ¡Imperdible!
¿Cuál es el argumento?
Tras declararse un incendio en una céntrica discoteca de Castellón, los bomberos hallan el cadáver de un hombre. Los primeros indicios apuntan a que el fallecimiento no ha sido causado por el fuego y se disparan todas las alarmas. El equipo del comisario Romerales no tarda en hacerse eco de la noticia y se pone manos a la obra para descubrir, cuanto antes, lo sucedido, quién es la víctima y quién ha provocado tanto el incendio como el asesinato.
¿Dónde se ha metido el Inspector Monfort?
Sin embargo, nada es lo mismo. Una pieza clave no se encuentra junto al resto del equipo y nadie sabe dónde está y por qué se ha ausentado sin dar ninguna explicación acerca de su paradero. Y es que el inspector Monfort, lleva bastante tiempo sin dar señales de vida. Sin responder al teléfono ni a los mensajes. ¿Dónde se ha metido? ¿Qué le ha pasado? ¿Qué o quién le ha motivado para poner tierra de por medio y ocultarse?
Como ves, estimado lector, son muchas preguntas a las que hay que encontrar respuestas y no hay tiempo que perder. Todo va a contrarreloj. ¡Y Bartolomé continúa sin aparecer!
Casual y misterioso reencuentro de amigos inseparables
Tres amigos inseparables, durante la infancia, vuelven a reencontrarse varios años después en la ciudad que los vio nacer. La vida pasa sin apenas darnos cuenta y, de repente, dejamos de ser niños para convertirnos en adultos. En algunos casos, cambia mucho la vida, en otros, nunca se deja de ser un niño. Y eso es lo que pasa con Rubén, Álex y Ana.
El primero de ellos, actualmente, vive de las rentas. El segundo, el que fue un estudiante ejemplar, inteligente y brillante que marchó a Santiago de Compostela para ampliar sus estudios, ha decidido volver a su ciudad natal con el firme propósito de poner en marcha su propia compañía de teatro, o eso es lo que hace saber a sus amigos. Y Ana, íntima amiga de ambos, y la que más ha cambiado de los tres, físicamente hablando, se dedica a la tanatopraxia y vive independizada desde hace varios años.
Ahora, varios años después, han vuelto a coincidir y tras ponerse al día acerca de sus vidas, algunos hechos fuerzan a que esos encuentros sean más habituales de los que alguno de ellos desearía.
Las numerosas dudas, las incontables preguntas sin respuestas y los miedos se aúnan para convertirse en el permanente halo que acompaña toda la lectura.
Sobre el autor: Julio César Cano
Julio César Cano comenzó a desarrollar su carrera literaria después de trabajar durante años como músico y mánager de grupos. Es conocido, sobre todo, por su serie del emblemático inspector Monfort, ambientado en Castellón, donde en la actualidad el autor reside junto a su familia. Incluso la muerte miente es el quinto caso después de Asesinato en la plaza de la Farola, Mañana, Si Dios y el diablo quieren, Ojalá estuvieras aquí y Flores muertas.
En esta novela, se adentra en el peligroso mundo de las mentiras, evidencia la importancia de las heridas que aún no han cicatrizado y refleja cómo una simple chispa es capaz de hacer que todo salte por los aires.
Opinión personal sobre Incluso la muerte miente
Concepción Arenal decía que “salvo raras excepciones, el hombre criminal fue un niño desdichado, a quien faltaron buenos ejemplos y caricias”. Y no le faltaba razón, ya que el pasado, sobre todo lo experimentado en la más tierna infancia, suele pesar mucho en el futuro si existen traumas que no han sido superados. Una idea que comparto, por completo, con la autora de Cartas a un obrero y a un señor o Fábulas en verso, entre muchas otras obras, y que, en mi humilde opinión, refleja bastante bien el eje central de esta nueva ficción que Julio César ha escrito.
Y así, con esta frase tan rotunda, es como comienzo la reseña de Incluso la muerte miente, la novela más reciente del autor y, probablemente, una de las más ambiciosas en lo que se refiere a la profundización del comportamiento y personalidad de aquellos que padecen problemas emocionales no resueltos del pasado. Y es que la radiografía que hace a través de las palabras y actitudes de algunos de los personajes lo dice y muestra absolutamente todo.
Algunas características de la pluma del autor
Una vez más, y siguiendo la línea de las novelas anteriores, esta nueva entrega de la saga se caracteriza por la destreza y claridad con la que ha sido escrita, y por estar compuesta de varias historias, aparentemente inconexas y en tiempos temporales distintos, que finalmente llegan a entremezclarse a la perfección.
Con un arranque único, en el que un pirómano confiesa la fascinación que sus actos le provocan cada vez que empieza a «jugar» con el fuego, consigue que el lector comience a sentirse incómodo desde el inicio y quiera saber más, para posteriormente ir relajando esas sensaciones iniciales intercalando otras narraciones que, a priori, poco o nada tienen que ver con esa confidencia. Y así, poco a poco y capítulo a capítulo, dando una de cal y otra de arena, es como Julio César Cano consigue atraparte en ese universo tan real y auténtico que ha creado, donde nada es lo que parece, llevándote a un final sorprendente.
En la reseña que escribí sobre Flores muertas dije, tal y se recoge en la parte final de esta nueva entrega (reitero mi agradecimiento tanto a la editorial Maeva como al propio autor por la mención) «en las novelas del inspector Monfort recuerdan a esas canciones que nada más escuchar los primeros acordes sabes que te van a gustar y que, cuando llegas al final, quieres seguir escuchando más y más«.
Sin embargo, en esta ocasión te confesaré, estimado lector, que Incluso la muerte miente es como esas mechas que tardan un poco en encenderse pero una vez que lo consigues, empiezan a arrasar con lo que encuentran por delante. Y es que, en mi opinión, así es su lectura: Al principio, hasta ubicarte con todas las historias, avanzas más lentamente, pero luego, sin apenas darte cuenta, te enganchas y no tardas nada en llegar hasta al final.
¿Cómo son los personajes?
En cuanto a los personajes he de decir que, como bien caracteriza al estilo del autor, están bien creados y perfilados. A algunos de ellos, el inspector Monfort, el comisario Romerales, Silvia Redó, Robert, la abuela Irene o los agentes Terreros y García, son viejos conocidos para los que seguimos los casos de nuestro amigo Bartolomé.
Sin embargo, a otros los descubrimos ahora: Ana, Álex, Rubén… son nuevos y son estos, especialmente, los que me han sorprendido. Y lo han hecho para bien. En mi humilde opinión, están muy bien desarrollados y creados. Tal y como avanzaba al inicio de la reseña, Julio César Cano nos adentra, de una forma muy real y natural, en sus formas de pensar, de ver la vida y de hacer las cosas. Pero también en la causas que les han llevado a tener esa personalidad o esa actitud. Por lo que, tengo que confesar, que me han resultado totalmente creíbles e interesantes.
Conclusiones finales sobre Incluso la muerte miente
Como ves, estimado lector, a esta nueva novela del autor de Mañana, si Dios y el diablo quieren, no le falta de nada. Te hace viajar hasta Castellón, Teruel e incluso Les Useres; te hace disfrutar de la buena gastronomía y ameniza los diferentes momentos con temas musicales para todos los gustos; te mantiene pegado a sus páginas mientras el inspector Monfort y su equipo investigan el caso y dan con el culpable, y además te hace reflexionar sobre algunos aspectos como las adicciones, las mentiras, los traumas del pasado no resueltos y sus consecuencias… ¿Qué más se puede pedir? Solo puedo añadir que a mí me ha gustado mucho.
Si eres de los que disfrutan con ficciones que aúnan todos los ingredientes que he enumerado y aun no has leído nada del autor, no dudes en darle una oportunidad. Si por el contrario, ya has leído las anteriores entregas, ¿Qué puedo contarte yo que tú aún no sepas?
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