Las madres – Carmen Mola – Alfaguara editorial – 20,90€ – 457 páginas
Carmen Mola regresa con Las madres, el cuarto caso con la inspectora Blanco al frente. Tras descubrir el paradero que había bajo del pseudónimo de Carmen Mola, los autores Antonio Mercero, Agustín Martínez y Jorge Díaz vuelven con un caso potente y que ya os vaticino no es el final para esta saga editorial, ahora también convertida en fenómeno televisivo
Sinopsis inicial
La inspectora Blanco empieza a darse tregua a sí misma tras finalizar el caso de la Nena, aunque ella prefiere referirse a ella como Mihaela. Esta niña fue la pieza fundamental en el caso anterior y un punto de inflexión en su vida sentimental. Ahora parece que tiene una relación con su compañero Zárate y siente por esta niña un sentimiento profundo, quizás porque ella le puede brindar el afecto filial que necesita, pero si esto fuera así se necesitarían varios años de terapia para que se cumpliera y es que La Nena, era lo más diferente a un ser social, cariñoso o amable, era una bestia y es que así la habían hecho sentir durante años.
Zárate no estaba dispuesto a compartir nada en relación a Mihaela, porque solo le haría recordar lo sucedido anteriormente con Chesca. Cada caso en el que está relacionado la inspectora Blanco delimita más su aspecto emocional, quizás debería alejarse de ella, pero la relación entre ambos es más que evidente, se necesitan, ambos formaban lo más parecido a una familia y nada ni nadie externo a eso podría delimitar esa unión, pero el siguiente caso levantaría una nueva muralla entre ellos. Este caso sería solo el preámbulo de algo más turbio que lo vivido anteriormente.
Parece que a Elena Blanco los casos le llueven del cielo y es que sin pretenderlo entra en el que sin duda es de los más desconcertantes de su carrera policial, tras pasar por el depósito de la Grúa Municipal de Madrid un olor putrefacto le llamo cuidadosamente la atención, ella busca de manera incipiente de dónde proviene ese olor y es de una furgoneta, pero es el interior de lo que ahí emana lo que hace que la BAC se ponga en alerta de nuevo.En el interior del vehículo había un hombre muerto, en él se puede hallar una cicatriz burda en el abdomen, y es la autopsia la que comprueba algo determinante, el autor de ese hecho le ha quitado los órganos de su interior y en el hueco han depositado un feto, un feto que tras analizarlo es su hijo biológico ¿Pero quién era el fallecido? ¿Quién ha hecho semejante y atroz acto?
La investigación continúa
Ya están siguiendo la estela del caso cuando en Galicia la aparición de un segundo fallecido con las mismas evidencias en el torso y con feto en su interior hacen levantar todas las alertas nacionales. Este no era un caso aislado, ¿quién ha elucubrado con estas desgarradores muertes? Otra de las preguntas que se hacía la BAC era quiénes eran las madres de esos fetos, tras ese modus operandi las víctimas deben también estar putrefactas, nadie habría podido sobrevivir a tal “carnicería”. Muchas eran las preguntas que se hacían, lo mejor era comenzar por el entorno de los cadáveres, estos darían pista sobre dónde o con quién se relacionaban.
Poco a poco iban delimitando el terreno, hallando pruebas y testimonios, esta vez fue un arduo trabajo pero llegarían al fondo de este asunto sin presagiar que este tan solo sería el prefacio de lo que vendría a continuación porque quién está detrás de estos miserables asesinatos no eran meros aficionados, eran una banda muy bien orquestada, detrás de este caso se desarrollaría el que será uno de los casos más relevantes en la BAC, pero eso tan solo lo sabremos en su siguiente caso, y es que El Clan estaba cerca.
Mi opinión personal
Indistintamente de lo que sucedió el año pasado con el hallazgo de la identidad de Carmen Mola, a mí me pareció un hecho sin más. Si los libros son buenos da igual quién o quiénes lo escriban, y escribir, se puede corroborar que lo hacen de categoría. Se nota la maestría para crear tensión y acción en las escenas, sus puntos fuertes son los capítulos cortos con mucha expectación entre los personajes, ahondando en los detalles más gores.
Con Las madres siguen la misma estela que en los casos anteriores pero dando más participación a los personajes secundarios como Zárate o Mariajo. Aunque he disfrutado con su lectura quizás es la que menos me ha impactado de la saga, creo que es un mero tránsito o puente para la siguiente entrega, que sí que vaticino que será de las más extremas de Carmen Mola.
Las madres impacta por el trasfondo de lo que quiere transmitir, por como esa voz en off es la esencia para la resolución del caso pero también es un acercamiento más personal a la inspectora Blanco, quién poco a poco nos va mostrando más su parte emocional y empieza a dejar atrás su fatídico pasado. Es necesario leer por orden la saga porque entre las novelas se adentran muchos detalles que son significativos para entender el cómo o porqué de la reacción de algunos de los personajes.
Carmen Mola se ha convertido en una referencia editorial y es que todos sus libros tienen algo especial, quizás este no tenga la “magia” de los anteriores pero su lectura sigue siendo voraz, porque tiene algo que no te deja escapar y hace que quieras continuar leyendo y eso son pocos los/las autores que lo consiguen. En definitiva, una historia reivindicativa, con la esencia de Carmen Mola y que te deja con un final abierto a una nueva aventura.
Si quieres leer las reseñas de las entregas anteriores aquí están: La red púrpura, La Nena
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