‘Banda sonora para un golpe de estado’, la caída de Lumumba en Congo

Filmin estrena, en exclusiva en plataformas digitales, el documental «Banda sonora para un golpe de estado», un apasionante, intenso y consistente ensayo cinematográfico que regresa a un momento clave en la historia del siglo XX: el golpe de estado en el Congo de 1960 que acabó con el asesinato del ex primer ministro y líder anticolonialista Patrice Lumumba.

La película, que opta este año al Óscar al Mejor Documental, y que dirige el belga Johan Grimonprez, avanza inspirada a ritmo de jazz y recuerda como el Departamento de Estado de Estados Unidos reclutó a diversos artistas como Louis Armstrong o Duke Ellington para nombrarlos «embajadores del jazz» y mandarlos a los países africanos, en aquel momento en efervescente agitación social y anticolonial, como armas de propaganda política. A su vez, y como afirma Grimonprez, «el jazz era un arma en la lucha por la igualdad de derechos. Desempeñó un papel vital en el Movimiento por los Derechos Civiles y en la lucha por la igualdad, y sigue siendo importante hoy en día».

banda sonora para un golpe de estado

Tras una ardua y encomiable investigación, Grimonprez firma una obra que reescribe la Historia y da voz a aquellos que tradicionalmente han sido silenciados: los páises del Sur Global que en los años 60 ardían en luchas independentistas y anticoloniales. A su vez, el director pasa cuentas con su propio país, Bélgica, y con la principal potencia occidental, Estados Unidos; y rescata del olvido a figuras tan relevantes para el movimiento panafricanista como la activista Andrée Blouin. «A medida que me sumergía en el material, me encontré con varias figuras históricas que, en los libros de historia belgas, habían sido etiquetadas como villanas. Sin embargo, cuanto más aprendía sobre ellas, más claro se volvió que no eran lo que nos habían hecho creer», afirma el director. En esta dirección, su película resignifica episodios como el famoso «incidente del zapato» protagonizado por el entonces líder de la Unión Soviética, Nikita Jrushchov, en la Asamblea General de la ONU de 1960.

En «Banda sonora para un golpe de estado» se responsabiliza directamente a Estados Unidos y a la CIA del asesinato de Lumumba con pruebas practicamente irrefutables. «En un momento dado, encontré una entrevista de audio con William Burden (embajador de Estados Unidos en Bélgica bajo el mandato de Eisenhower) en los archivos de la Universidad de Columbia. En la grabación, dice con naturalidad: Lumumba era una molestia tan grande que era obvio que la única manera de deshacerse de él era mediante un asesinato político. ¡Se trata del embajador de los EE.UU. declarando con indiferencia que había que eliminar a Lumumba!», afirma Grimonprez. El director defiende que su película, pese a abordar episodios que tienen más de 60 años, está perfectamente enclavada en el contexto actual: «El asesinato de Lumumba marcó el punto de partida de la forma en que Occidente abordaría el Congo y el Sur global. Líderes occidentales como Eisenhower apoyaron públicamente la independencia y la descolonización, pero sus acciones marcaron el comienzo del neocolonialismo, un período que continúa hasta el día de hoy».

Marianne Échiré
Marianne Échiré
'Gourmet' y 'gourmande', adoro cocinar y disfrutar de la buena mesa, sobre todo en compañía. Soy exigente y quiero pensar que también justa en mis críticas. Y sé que hasta del más humilde tengo algo que aprender.

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