Shelly Ramírez es la gran dama de la hípica. Su página de La Razón es la más leída por el mundo del caballo. Esta abogada nacida en Miami de familia venezolana estudió derecho en Murcia, pero un día decidió que su vida estaba ligada al mundo del caballo, su pasión, y a eso se entregó, hasta crear la consultora más relevante del mundo hípico en España. Su teléfono suena sin parar. Llaman desde Estados Unidos o desde Arabia, y siempre encuentran a una mujer que está feliz porque trabaja en su pasión.
La vida de Shelly Ramírez es un triángulo entre Miami, Murcia y Madrid, una geometría que de vez en cuando salta a Venezuela, donde vive su madrina, donde está el origen de su familia. Shelly nació en Florida y vivió en Murcia, donde estudió Derecho, porque era tradición en la familia que las mujeres pasaran unos años aprendiendo leyes. Su carrera en las aulas iba al paso mientras en el mundo de la hípica llevaba un ritmo de galope. Al final, en la vida, las pasiones se imponen y la hípica pasó pronto al primer plano: «una mañana me desperté y decidí cambiar de vida porque en lo que trabajaba no me sentía bien, y fundé Chacco Marketing».
Chacco es el nombre del semental más célebre de la historia de la hípica, algo así como una leyenda, un caballo que figura en el Olimpo de los cuadrúpedos, junto a Babieca, Bucéfalo y otros equinos. Shelly creó con la misma marca un portal de noticias sobre el mundo hípico, y con esas dos empresas se convirtió pronto en una referencia en España y en otros países como Arabia y Estados Unidos, donde la hípica es una forma de vida.
En el podcast que acompaña este artículo hemos repasado a grandes rasgos la vida de Shelly Ramírez, muchacha se dice ella, que afirma sentirse siempre en una fiesta porque su trabajo es su pasión. Basta asomarse a su Instagram para darse cuenta de que vive entre caballos, frecuenta todas las competiciones y circuitos de hípica del calendario español. Esa es la parte visible. Lo que está en segundo plano es que su empresa asesora a cuadras y propietarios, a jinetes y amazonas, y a todo lo que se mueve en torno a la equitación, un sector que en España mueve más de 7.400 millones de euros cada año y da trabajo a casi 150.000 personas. ¿Es la hípica un mundo de pijos? le preguntamos: «cada vez menos, cada vez es más abierto, y hay muchas personas de clase media que se acercado al mundo del caballo porque es un gran deporte, muy especial». Eso si, para competir, para entrar en el circuito, hay que tener un padrino que empuje. Pero esa es una condición que se da en casi todos los terrenos de la vida.
