Los suscriptores de Filmin pueden ver en España uno de los documentales más polémicos e interesantes de esta temporada. Aclamado y comentado como ningún otro, No other land narra la historia de la comunidad sitiada de Masafer Yatta, en la Cisjordania ocupada, mientras las fuerzas israelíes derriban las casas de los residentes y expulsan a las familias de la tierra en la que han vivido durante generaciones. Alegan que la zona es necesaria para un campo de entrenamiento militar.
Dirigida por los cineastas palestinos Basel Adra y Hamdan Ballal junto con los cineastas israelíes Yuval Abraham y Rachel Szor, “No Other Land” ha recibido elogios de la crítica y ha obtenido muchos honores en el circuito de festivales. Después de ganar el premio al mejor documental en su estreno en el Festival Internacional de Cine de Berlín el pasado mes de febrero, la película también ganó el mismo premio en los Premios Gotham y de los principales grupos de críticos de Nueva York y Los Ángeles. Hace apenas unas semanas, recibió una nominación al Oscar. Y la pasada noche lo ha ganado.
Sin embargo, ningún estudio estadounidense ha estado dispuesto a hacerse cargo de esta película candente, a pesar de que los distribuidores suelen pasar esta época del año alardeando con entusiasmo de sus cifras de nominaciones al Oscar. “Sigo pensando que es posible, pero tendremos que ver”, dijo Yuval Abraham la semana pasada. “Está claro que hay razones políticas en juego que la están afectando. Espero que en un momento dado la demanda de la película se vuelva tan clara e indiscutible que haya un distribuidor con el coraje de hacerse cargo y mostrarla al público”.
Mientras tanto, los directores se han embarcado en un plan de autodistribución que ha llevado “No Other Land” a 23 cines de Estados Unidos. La distribución se ha convertido en una tarea artesanal, en la que se trabaja ciudad a ciudad. En España los espectadores lo tienen disponible desde hace semanas en la plataforma Filmin
Una larga tarea de documentación
Adra y Abraham no sólo forman parte del equipo de dirección de la película, sino que son sus dos protagonistas principales. Adra, de 28 años, se crió en Masafer Yatta y ha estado documentando la expulsión forzosa desde que era adolescente con una pequeña cámara de video en la que graba cualquier momento relevante de la vida de la comunidad. A lo largo de la película, construye un vínculo fuerte pero tenso con Abraham, que vive en Jerusalén pero viaja con frecuencia a Masafer Yatta para escribir sobre la situación allí para una audiencia israelí.
Desde el estreno de la película las cosas no han mejorado. “Realmente quiero decir algo muy personal porque incluso con el éxito de ‘No Other Land’, las cosas han seguido empeorando”, ha dicho recientemente Adra, que detalla cómo su aldea fue atacada una vez más por colonos armados en las semanas previas al anuncio de las nominaciones al Oscar.
Los cineastas esperan que, si algo puede resultar de esta campaña de premios, sea una mayor conciencia global sobre la tensa situación en Masafer Yatta. Para ello, todavía sueñan con un distribuidor estadounidense que ayude a que “No Other Land” llegue a una audiencia aún mayor. “Trabajamos cinco años en esto y Basel arriesgó su vida; vi que casi le disparan dos o tres veces”, dice Abraham. “Es sólo una pequeña dosis de coraje para darle el escenario que creemos que se merece, que la gente de Masafer Yatta merece. Pero aún tenemos esperanza de que cambie”.