Un documental sobre el concierto en el que se grabó el disco de gospel más vendido de la historia, Amazing Grace
Sinopsis
Sidney Pollack y Alan Elliott pidieron permiso a Warner para rescatar el material grabado en 1972, que llevaba más de 30 años en archivo, y montar la película que no se había llegado a lanzar. Tras el fallecimiento de Pollack y 10 años de trabajo llega ahora el magnífico resultado.
Ficha técnica
- Director: Alan Elliott, Sydney Pollack
- Reparto: Aretha Franklin, Reverendo James Cleveland, C. L. Franklin, Alexander Hamilton, Bernard Purdie, Chuck Rainey, Clara Ward
- País: EE.UU.
- Duración: 89 minutos
- Música: Aretha Franklin
Comentario
Tras pasar por la sección Perlak del 67SSIFF, llega a los cines Amazing Grace, un documental sobre el concierto que resultó en el disco homónimo de Aretha Franklin. Grabado durante dos actos religiosos dirigidos por el reverendo James Cleveland, es el disco de gospel más vendido de toda la historia. Todo ello tiene lugar en la New Temple Missionary Baptist Church en Watts, California. Warner contó con los músicos de estudio habituales de Franklin más el Reverendo Cleveland y un coro, el Southern California Community Choir.
Al ir a montar el material en 1972, más de 20 horas de audio y video grabados por separado, pareció un imposible. Y esto ocurrió a pesar de los esfuerzos de Pollack que llegó a contar con lectores de labios. Pero en 2008 Alan Elliott, apoyado en las nuevas tecnologías, con el apoyo de Pollack y del productor Jerry Wexler consiguió permiso de Warner para montar el material. Tras 10 años de esfuerzo se lanzó este emotivo filme.
Pero al margen de la proeza técnica que supone este trabajo, está el aspecto emocional. Al escuchar la emoción al cantar de Aretha y del Reverendo Cleveland, al ver a Clara Ward o al Pastor C. L. Franklin (el padre de Aretha) mientras limpia el sudor de su hija, casi en trance, y el ver la participación de los coros y de los asistentes a los oficios religiosos… uno piensa en el valor de la religión y de la comunión entre las personas. Porque esta película está reivindicando la figura de Aretha, la cultura negra pero también la religión. Y en este acercamiento a la religión es cuándo se envidia un poco esa vivencia participativa de los oficios estadounidenses, dónde se prima lo afectivo y lo emotivo.
En cierto modo, cuándo las personas nos juntamos para ver una película, para escuchar un concierto, para ir al teatro…. juntos en un mismo objetivo de disfrutar la belleza, hay una especie de liturgia. Es una comunión de las almas que vale la pena conservar porque nos hace mejores, nos hace más personas al juntarnos con nuestros semejantes y unir nuestros corazones.
Esta es una película para verla, disfrutarla, cantarla y dejar que las lágrimas se nos escapen un poco. No es extraño que sea el disco de gospel más vendido, porque puede que sea uno de los más vividos y sentidos, y eso se nota. Corred a por una entrada y mejor si vais con familia o amigos. Y un guiño final, adivinad quién está entre el público.