Carolina Touceda y Álex Ortín presentan una ácida tragicomedia sobre la pérdida de la inocencia, la apología de la mediocridad y la deshumanización del individuo en sociedad. Nayo Pérez, Álex Ortín, Carolina Touceda, Rían Domínguez y Steven Ovalle protagonizan un espectáculo sobre una familia disfuncional para la cual lo ‘aberrante’ es la norma. La obra es un retrato grotesco y satírico que habla en tono humorístico de la insensibilidad ante la violencia, la ignorancia, la indiferencia y el futuro de las nuevas generaciones.
Carolina Touceda dirige esta obra escrita por Álex Ortín y por ella misma. Aberrantes se estrenó el 4 de febrero de 2024 en Sala La Usina de Madrid y tras su estreno estará en cartel todos los domingos de febrero y marzo en la misma sala, y todos los domingos de abril en Bululú 2120. El elenco cuenta con Nayo Pérez, Álex Ortín, Carolina Touceda, Rían Domínguez y Steven Ovalle. La dramaturgia fue posible gracias al laboratorio Arte Eszenikoak / Nuevas Dramaturgias impulsado por el Teatro Arriaga de Bilbao, el Teatro Victoria Eugenia de Donostia y el Teatro Principal de Vitoria-Gasteiz. El desarrollo de este espectáculo incluye la colaboración del Centro cultural Puerta de Toledo (Madrid) y el Auditorio de Tarancón (Cuenca).
La obra es una divertida tragicomedia que pone el punto de mira sobre el voraz individualismo de nuestros días, la ignorancia por decisión propia, la tiranía de las tradiciones y la opresión familiar. Se centra en las peripecias de los Aberrante, una esperpéntica familia del extrarradio que lucha por sobrevivir dentro del caos que ellos mismos han creado. “Es una historia cómica sobre las relaciones familiares en un contexto de resquebrajamiento social, un vivo reflejo de la decadencia del siglo XXI”, explica su directora, Carolina Touceda. “Es un grito de advertencia y a la vez un canto de esperanza. Es un ejemplo de cómo la presión de la familia y la falta de comunicación puede generar distancia emocional entre sus integrantes, pero también de cómo la empatía y la humanidad evocan la promesa de segundas oportunidades.”
Aberrantes mete el dedo en la llaga que el egoísmo y la insensibilidad actuales nos han generado. Esta tragicomedia satírica y grotesca se atreve a hablar sin tapujos de la violencia sin sentido, la ignorancia como estilo de vida o la indiferencia ante la crueldad. Su comedia ‘slapstick’ caricaturiza un ambiente donde la sinrazón es la norma, en el que cualquier atisbo de cordura se percibe como extraño y está condenado a ser reprimido.
Inspirada en obras como Luces de bohemia de Ramón María del Valle-Inclán, La omisión de la familia Coleman de Claudio Tolcachir o el humor mordaz y transgresor de los actores Alejandro Urdapilleta y Humberto Tortonese, la obra presenta a una familia de entrañables inadaptados, benditos botarates que se aman y se odian a partes iguales; unos antihéroes que bajo sus capas de necedad y locura esconden frágiles resquicios de humanidad. Sus disparatadas facetas son una fachada para ocultar lo que, en el fondo, todos deseamos en algún momento: amor, aprobación, seguridad, prosperidad y oportunidades para cambiar.
Aberrantes plantea el precio que hay que pagar por escapar de la barbarie en la que nos hemos criado, y si es posible hacerlo sin mancharse las manos en el proceso. Es una montaña rusa que da espacio a la risa, las emociones, las dudas y las reflexiones con una perspectiva cruda a la par que entretenida. A