Desde Fanfan hoy tenemos el placer de entrevistar a Ana Gomila, autora de libros como Corazón tan negro o Un acto reflejo. Una maestra del género whodunit o novela enigma
¿Qué es el Whodunit?
Hola Ana, es un placer poder entrevistarte. Sin duda tú como autora destacas en el whodunit o novela enigma. Podrías contar a nuestros lectores ¿en qué consiste este sugerente género literario?
¡Claro que sí, Laura! El nombre viene del inglés; es una contracción de “Who has done it?” -o sea, “¿Quién lo hizo?”- y designa un determinado tipo de novela policíaca que, como tú bien has apuntado, tiene como objetivo la resolución de un enigma o misterio, generalmente un asesinato no demasiado sangriento, por parte de un investigador y su ayudante.
El whodunnit suele respetar una serie de normas no escritas, como que todas las pistas y sospechosos queden “a la vista” del lector, aunque muy embarullados, y fue popularizada por Agatha Christie, que sigue siendo la maestra indiscutible e inalcanzable del género. En la actualidad, yo destacaría a Andrea Camilleri y Donna Leon, a los que también me encantaría parecerme.
Aunque ya nos hemos anticipado y hemos descrito cuál es tú tipo de género a la hora de narrar, me gustaría saber cuándo y por qué comienza esa pasión por la literatura
Pues desde que aprendí a leer. Desde que recuerdo, siempre me ha encantado. Igual que todo lo creativo, artístico o poco convencional. Mi entorno inmediato me hace feliz, pero no me inspira en lo más mínimo; necesito evadirme de vez en cuando y, para eso, la literatura es una de las mejores formas que conozco… Además de la más barata, jeje.
Más sobre Ana Gomila
Si pasamos un poco por tu perfil en instagram, vemos que eres una mujer polifacética ya que la escritura no es a lo único a lo que te dedicas, también forman parte de ti la música y la educación ¿qué lazo de unión hay entre esas tres materias? ¿Podrías renunciar a alguna de ellas?
La enseñanza me da de comer y es un oficio que me gusta muchísimo, aunque podría renunciar a él durante un tiempo, si se diera el caso. A la música no, la música ahora mismo me resulta imprescindible.
Sin ella me pongo de mal humor, ¡muerdo! De hecho, no he dejado de cantar y aporrear el adufe en todo el confinamiento (últimamente me ha dado por colgar en las redes versiones de canciones tradicionales turcas, además de ensayar las piezas que ejecuto con los Gaudium et Musica, mi grupo de música medieval y renacentista).
Al adentrarnos un poco en tus obras hay una que destaca, y no solo por la trama sino por como se desenvuelve, hablamos cómo no de Corazón tan negro. Una historia del todo atípica en la que un inspector tiene que resolver un caso en plena cuarentena y dónde el único medio que tiene es el teléfono ¿Cómo surgió esta historia? ¿Fue a raíz del Covid-19 cuándo nace esta idea o eres toda una visionaria?
¡De visionaria nada, qué horror! La verdad es que llevaba meses recopilando ideas para una posible continuación de Un acto reflejo y ya tenía, formada en mi cabeza, la trama sentimental, que en mis novelas es tan importante o más que la propia trama criminal, y entonces, de repente… Vi una serie de televisión que me abrió los ojos, que me dio el impulso para completar, para enriquecer la trama sentimental y dotarla de sentido.
Con esto ya habrás entendido que, en mi caso, la construcción de un whodunnit es siempre una simple excusa, el armazón necesario para colar lo que más me interesa: el desarrollo de personajes y la creación de ambientes evocadores.
Las características esenciales en las novelas de Ana Gomila
Normalmente estamos acostumbrados a novelas de suspense o thriller con una extensión de entre 300 y 500 páginas, donde hay giros y subtramas; sin embargo tú eres capaz de crear ambiente y expectación con solo 60 páginas ¿te resulta más sencillo este tipo de escritura? O ¿qué características son las que destacan para que decidas ahondar en este tema?
Por un lado porque, con tantas ocupaciones y aficiones como las que ya hemos citado, a las que hay que añadir familia y vida social, no tengo tiempo de más y por el otro, ¡qué porras!, tampoco me gusta enrollarme porque sí, escribir novelas “a peso”, llenarlas de detalles innecesarios solo para seguir la estela del último exitoso tochazo.
Escribo, en primer lugar, para mí misma y a mí no me gusta que me tomen el pelo. Pienso que cada novela ha de ser como un romance o una aventura amorosa, que tienen una duración determinada, más allá de la cual sería patético estirarla.
He leído que una de tus grandes influencias es Agatha Christie, sin duda una gran referente y es que a día de hoy sigue siendo una de las escritoras superventas y eso que nos dejó hace varios años ¿qué es para ti lo más esencial en su narrativa?
Pues mira, algo que nadie suele destacar en ella y que a mí me parece fundamental: su humanidad. Sus personajes no suelen ser planos, ni arquetípicos ni intercambiables, y a menudo hasta me caen bien; sobre todo los más irónicos, los que “se toman la vida con deportividad”, otra expresión british que me encanta.
Me río mucho con sus réplicas, las excentricidades de Hercules Poirot, los incisivos rodeos de Miss Marple… Incluso los asesinos que aparecen en sus novelas son bastante presentables, gente interesante, a menudo pesetera o que se deja llevar por las bajas pasiones, pero siempre creíble y… humana, sí, eso es. Jamás psicópatas con poderes sobrehumanos, como Anibal Lecter.
Novelas enigmas y el proceso escritor
Hay personas que no se atreven a leer las novelas enigmas porque piensan que apenas tienen recorrido o que va todo muy rápido ¿qué les podrías decir para que se enganchen a este tipo de historias? ¿de tus novelas cuál crees que sería la mejor para adentrarse?
Un acto reflejo es la primera en que aparece el comisario Caravaggio, por lo que empezar por ella sería lo más lógico, pero Corazón tan negro también se sostiene perfectamente por sí misma, así que… si lo que a uno le apetece es comprobar si mi protagonista sale indemne de su propio “reto para el confinamiento”: descubrir a un asesino con la sola ayuda del teléfono, algunos libros, el buscador del teléfono y una fantasía desbocada, que empiece por el segundo.
A la hora de ponerte a escribir, ¿cómo es ese proceso? ¿Es algo pautado o sigues otras directrices? ¿Eres de las que tiene ciertas peculiaridades o manías antes de ponerte a redactar?
Ninguna. Yo con que me dejen en paz me conformo. A veces me pongo música en bucle para ayudarme a evocar ciertos ambientes, pero solo eso… Mientras redactaba Corazón tan negro, por ejemplo, escuché mucho el famoso Adagio de Samuel Barber, la “Fantasía Tallis” de Vaughan Williams y un montón de música folklórica turca: los Light in Babylon, Ethnic Band, Paul Dwer y, sobre todo, a Ferman Akgül, cuyo aspecto físico me sirvió de base para construir el personaje del arrebatador Mehmet.
Los nuevos proyectos y recomendaciones literarias de Ana Gomila
Sabemos que un escritor se toma su tiempo antes de inmiscuirse en otro, y es que solo han pasado unos meses desde tu última publicación ¿pero estás ya inmerso en un nuevo caso? Y para todos aquellos que aún no hayan leído nada tuyo ¿dónde lo pueden conseguir?
¿Meses? Cinco semanas han pasado desde la publicación de Corazón tan negro, jajaja, pero aun así he de confesar que una nueva idea me ronda por la cabeza, solo que a final de curso no es buena idea meterse en algo tan ambicioso como una novela. Habrá que ver si durante el verano, si al fin nos dejan en paz con el papeleo, puedo ponerme…
Y encontrarlas en fácil: a través de Amazon no se tarda ni cinco minutos en encargarlas y las dos están disponibles tanto en formato electrónico como en papel, así que hay para todos… ¡Ojalá se vendan muchísimo! No solo por el dinero, que también, claro, sino sobre todo por no tener la sensación de que estoy haciendo el mono, desperdiciando mi tiempo o qué sé yo. Es el mejor baremo para saber si mis novelas son leídas, aunque también agradezco muchísimo cualquier crítica que me llegue por cualquier medio, ¡de verdad!
Y por último y como siempre, me quiero despedir con alguna recomendación literaria por parte de los autores ¿En tu caso cuáles escogerías de cara a verano? ¿a cuáles les pondrías la etiqueta de imprescindibles?
Yo en verano leo lo mismo que en invierno, los ratones de bibliotecas no entendemos de estaciones, así que voy a dar unas cuantas ideas a lo loco y que cada uno escoja la que más le convenza: La plaça del Diamant de Mercè Rodoreda, cualquier cosilla de la generación del medio siglo española (los cuentos de Ignacio Aldecoa o Ana Mª Matute, Entre visillos, El Jarama…), Retorno a Brideshead de Evelyn Waugh, “Los muertos” de James Joyce, el ciclo artúrico, La reine Margot de Alexandre Dumas padre, los relatos de Maupassant, Le premier homme de Albert Camus, Effi Briest de Theodor Fontane, el Marcovaldo de Italo Calvino o Tra donne sole de Cesare Pavese… La lista es infinita, ñam ñam.
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