Se llama Andina Melo Dupak y baila en Tablao Torero, un local en el número 26 de la calle de la Cruz, muy cerca de la Puerta del Sol. En Tablao Torero se baila en una cueva, en una de esas antiguas bodegas del Madrid de los Austrias, de ladrillo visto, con bóvedas que recogen el sonido con una fuerza envolvente. El Tablao está cerca de los espectadores, sentados en sillas alrededor de un mínimo escenario donde la música, el baile y la luz crean esa intimidad religiosa en la que se debe contemplar el flamenco. En la primera visita nos sorprendió la transformación de una bailaora, Andina Melo Dupak, la fuerza de su gesto, que nace de un interior vivo. Tablao Torero propone un flamenco puro, nada que ver con las modas edulcoradas para turistas.
¿De dónde son los cantantes? se preguntaba Severo Sarduy. Idéntica pregunta para las bailaoras. ¿De dónde son los flamencos? Se lo preguntamos a Andina con la intención de escribir un retrato con cuatro trazos, sorprendidos por la fuerza de su baila, por la transformación de su persona en el tablao, por la madurez de su danza.
Y Andina escribe: «tengo 24 años, y me dedico completamente a bailar flamenco, desde muy pequeña que lo conozco este arte del flamenco, desde que nací. Mi madre siempre tuvo una escuela de flamenco en Bahía Blanca (Argentina) de donde yo soy, y con ella fue que me formé y di mis primeros pasos. Hasta que en 2016 tuve la oportunidad de cruzar el Atlantico hasta Braga (Portugal) donde fui becada para un concurso Iberoamericano y en 2019 fui becada para estudiar en una Escuela de Flamenco en Granada (España). Estas experiencias me impulsaron más aún a perseguir mis sueños, el dedicarme al Flamenco y vivir de ello«
El rito flamenco
En Tablao Torero, después del baile y el cante, le explican al visitante el origen del flamenco, el largo viaje de los gitanos desde las tierras de Asia hasta Europa, y después hasta el sur de España, donde se encuentran con bailes y canciones, mezcla de tradiciones y de influencias. Los gitanos hicieron con todo eso «collares y anillos blancos» que diría Lorca. Andina trabaja en tablaos, en teatros, en eventos. «Hoy en día es mi trabajo y mi sueño a la vez, soy una persona súper feliz, afortunada y agradecida por esto».
Para quienes nos leen desde Madrid, para los que pasan por la capital, Andina tiene una cita diaria: «Pueden visitar el Tablao Torero en Calle de la Cruz 26, que es donde estoy bailando casi todos los días de la semana! Siempre hay mínimo tres pases diarios, donde la gente disfruta mucho de la cercanía que tienen con los artistas arriba del escenario, de esta manera es como mejor se puede transmitir el flamenco.»