Desde el s. XVIII son conocidas las cualidades del agua que brota de forma natural del manantial Font d’En Segures en Benassal, en la comarca castellonense del Maestrazgo. Fue cuando Luis José de Borbón, Duque de Vendôme, mandó abrir camino hasta la fuente para paliar los dolores de un cólico nefrítico. Pero es en el año 1928 cuando fue declarada minero medicinal y de utilidad pública por R.O. Se convirtió en un producto de farmacia, en el agua que médicos como el famoso urólogo catalán Dr. Puigvert indicaban para las afecciones de riñón y por sus propiedades diuréticas.
Un tesoro con siglos de historia
Desde entonces, miles de visitantes acudían, cada año, hasta el municipio para beneficiarse de la pureza y cualidades de su excelente agua. El manantial y su entorno se convirtieron pronto en un claro referente turístico y se establecieron alojamientos de arquitectura modernista para los agüistas, principalmente, miembros de la burguesía valenciana y catalana del siglo XIX y principios del XX.
La clave del éxito del Agua de Benassal radica en su equilibrada composición química, de mineralización débil y rica en calcio y bicarbonato, que revierte en altos beneficios para la salud del consumidor, corroborados por un estudio del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, ciencias de la Alimentación, Toxicología y Medicina Legal de la Universitat de València.
Una puntuación sobresaliente
Agua de Benassal ha estado siempre presente en el sector de la alimentación de la Comunidad Valenciana y sur de Cataluña, pero también en los establecimientos de restauración y hostelería, posicionándose en las últimas décadas como un producto gourmet. Para potenciar su presencia en la mesa, la empresa recuperó la elegante botella de “época” creada en el año 1931.
Como curiosidad, cabe destacar que, en 1938, Benassal vivió uno de los bombardeos del Experimento Stuka que acabó, entre otros, con el antiguo edificio del ayuntamiento. De entre sus escombros ‘sobrevivió’ una antigua botella de Agua de Benassal. Hoy en día, está expuesta en la actual Casa Consistorial y sirvió para rediseñar esta etiqueta, con una estética vintage reflejo de ese envase original. Asimismo, todos los formatos mantienen la imagen distintiva de Neptuno creada a principios del siglo XX por el artista valenciano F. Mellado.
Reconocimientos internacionales
Agua de Benassal ha alcanzado los máximos reconocimientos en los principales organismos del mundo agroalimentario, distinciones que la avalan con la máxima garantía de calidad, aportan un valor exclusivo como carta de presentación y han contribuido al renombre de “la mejor agua del mundo”.
En 2020, volvió a ser galardona con el premio Superior Taste Award del Instituto Internacional de Sabor y Calidad (iTQi) de Bruselas. El agua mineral natural benasalense viene presentándose a este certamen desde 2010 y ha conseguido las máximas puntuaciones año tras año. Un prestigioso jurado de 200 chefs y sumilleres realizó un análisis sensorial de sus propiedades organolépticas y los resultados de estas evaluaciones fueron sobresalientes. Consiguió una puntuación de 91,5 puntos sobre 100.
Este galardón se suma a los otros once obtenidos durante la trayectoria en el certamen, junto con el Crystal Taste Award de 2015, que determina la pureza de agua y el Diamond Taste Award de 2018, que premia de manera especial su constancia y exclusividad a nivel mundial. En los próximos meses, se darán a conocer los resultados de la cata realizada en 2021.
Compromiso con el entorno
Además, Agua de Benassal es la única empresa de la Comunitat Valenciana que comercializa agua mineral natural en cristal, lo que le confiere una ventaja competitiva en un mercado que vira hacia la utilización de envases reutilizables por normativas medioambientales. Del mismo modo, la empresa viene asumiendo políticas para la preservación de este recurso natural, como la conservación de su entorno más cercano que posee gran valor ecológico.
La compañía embotella alrededor de 15 millones de litros anuales que acreditan una explotación sostenible del manantial. Además, ha establecido un área de protección alrededor de este y del Montcàtil, la montaña que recoge la lluvia y da origen al agua mineral natural, donde no se pueden realizar ningún tipo de actividad agrícola ni ganadera.
Agua de Benassal también ha creado sinergias con otros pequeños productores. Es el caso de la nueva cerveza artesana elaborada por Cervesa Montmirà de l’Alcora, la Vodka 71 de las Bodegas y Destilerías Carmelitano en Benicàssim o el Kensho Sake con arroz del Delta del Ebro, todos ellos cuentan como ingrediente básico con el agua minero medicinal de la Font d’En Segures.
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