Hace unos días la desarrolladora Blizzard (conocida por títulos como World of Warcraft y Overwatch) emitió un comunicado en el que informaban de que el jugador de HearthStone Chung “Blitzchung” Ng Wai había sido suspendido durante un año. La prohibición de jugar se hacía efectiva de forma inmediata. Chung no recibiría sus ganancias por el último torneo en el que había participado. La nota informaba también del despido de dos de los comentaristas de HearthStone. Su crimen: reclamar libertad para los ciudadanos de Hong Kong durante la retransmisión en vivo del torneo.
La reacción del público no se hizo esperar: lluvia de críticas en internet, aluvión de memes mostrando a Blizzard como esbirros del gobierno de China, renuncia de comentaristas del eSport, protestas pacíficas de los propios empleados de la compañía, y hasta una cancelación masiva de cuentas por parte de los usuarios que ha obligado a la compañía a bloquear sus métodos de autenticación para evitar un éxodo que podría ponerles en peligro.
El gran pastel del mercado chino
El castigo no es novedad. Ya en el pasado Blizzard había advertido de que prohibiría los mensajes políticos en sus eventos, buscando así mantenerse como una compañía apolítica. Sin embargo, lo desmesurado del castigo, ha hecho que muchos se cuestionen si esta decisión no está motivada por el dinero. China supone un enorme mercado para la industria del videojuego y pocas compañías se arriesgan a ser bloqueadas en ese país, como ya ha ocurrido con Facebook o Google. Esto se suma al hecho de que la compañía ya ha visto como su número de usuarios descendía durante el año. Blizzard espera encontrar en China el crecimiento de usuarios que sus inversores buscan.
En una crisis, no te quedes en silencio
Tras varios días de silencio, la compañía americana ha decidido rectificar su decisión. En una crisis como esta la opinión pública siempre interpreta el silencio como un reconocimiento de culpabilidad. En el comunicado, en el que anuncian que entregarán las ganancias del torneo, y reducirán el tiempo de ban a seis meses, explican que “Nuestra relación con China no tuvo nada que ver con nuestra decisión” y “El contenido de las opiniones expresadas no fueron la causa de la decisión”. Los usuarios, que recuerdan que otras opiniones de carácter político como el “Dia del Orgullo” en un torneo de Overwatch no fueron sancionadas, o que Blizzard está tan interesada en los beneficios que llegó a despedir a 800 empleados tras un año record en beneficios en 2018, no parecen convencidos.
Por su parte “Blitzchung” no se arruga. Agradece a Blizzard que haya rectificado su castigo, pero desearía que levantara el de los casters, e indica que no está seguro de si volverá a competir. También agradeció el apoyo que ha recibido en un stream reciente, en el que declaró: “agradezco todos los actos que apoyen a Hong Kong”.