Ensayo
‘Ecologismo real’, o cómo cuidar del planeta sin que te tomen por imbécil
Abunda en la literatura ecologista un tipo de autores que clasifica al lector en dos categorías: los delincuentes o los imbéciles. Hay textos, artículos de prensa, videos de organizaciones ecologistas, que comienzan por decirte que todo lo haces mal, con mala intención o por vulgar ignorancia. Una vez macerado el lector, apaleado, maltratado y vilipendiado hasta crearle una conciencia culpable densa y turbia, es atacado con recomendaciones, y un plan de vida que le llevará de regreso al buen salvaje. Así, los remedios para nuestra vida errada son los huertos en el tejado de casa, el pan negro, el salvamento de los osos panda y los filetes de soja, como diría Bart Simpson, con un buen inhibidor de arcadas. El libro de Mulet es todo lo contrario. Tiene poca ideología, critica a los ideólogos del ecologismo militante, denuncia los buenos negocios que hay detrás de algunas campañas, y te da consejos, recomendaciones y prácticas razonables y razonadas.
Ensayo
Cuaderno de Choisy, el hombre que mira desde el suelo
Van emergiendo las obras escritas durante el confinamiento. Y de entre las editoriales atentas a lo que han dejado los escritores, Fórcola se lleva los laureles. Ya comentamos aquí la edición de otros diarios, como los de Jordi Doce que contaban una vida extraña y nueva, el silencio de las calles vacías, las aventuras de robinsones en pisos de repente aislados. En Cuaderno de Choisy el mundo de repente encoge, pero no por eso se hace menos rico. Como en Viaje alrededor de mi habitación, el mundo interior revela constelaciones que en otro contexto no pasan de ser estrellas de la intimidad.
Ensayo
Jeffrey Sachs y una mirada global a la historia de la humanidad
Conocer la historia de la humanidad y sus procesos para entender los desafíos a los que nos enfrentamos. Este es el propósito central de esta obra de Sahcs, que tiene muchas virtudes. La primera de ellas es una combinación de mirada global con un gusto exquisito por los detalles. El punto desde el que observa la historia completa de la humanidad le permite señalar y sintetizar las grandes corrientes de la evolución humana. Pero también le permite despejar el ruido de la actualidad y poner en una paisaje con perspectiva los grandes cambios y la explicación de las corrientes de fondo. La obra de Sachs es, con ese sistema de trabajo, un antídoto contra adanistas y buenistas, contra los progres de nuevo cuño, contra los ingenuos que piensan que en el estado natural el hombre era bueno, piadoso y estaba dotado con un alma seráfica. La historia se ha hecho con violencia y quiebras desde el inicio de los tiempos
Ensayo
La magia del manuscrito, en plena era digital
La Magia del Manuscrito. Collection Pedro Corrêa do Lago. The Morgan Library & Museum. Taschen. 28,50€
"Verba volant, scripta manent", decían los clásicos. Las palabras...
Ensayo
Darse la mano, de los Asirios a los tiempos del COVID, pasando por Trump y Macron
Ese viejo darse la mano. Ese signo de civilización, de proximidad. Antes de nuestro tiempo, una muestra de que no se llevaban armas en las manos. Tan solo interrumpido por algún fragmento de historia trágica y ridícula. Como cuando el 5 de agosto de 1938 Mussolini emitió una disposición firmada del Partido Fascista: "el estrecharse la mano se ha terminado entre nosotros: el saludo romano es más higiénico, más estético, más breve". Aún hoy, en tiempos de COVID, algunos lo evitan, otros lo siguen cumpliendo, como inevitable. El lingüista italiano Massimo Arcangeli ha reconstruido la historia de esta forma de saludare. Arcangeli es autor de obras como Se busca a Dante desesperadamente, Pequeño diccionario para salvar nuestra lengua, o El italiano a la deriva. Ahora publica en Italia La aventurera historia de estrecharse las manos.
Ensayo
‘En la balanza de Job’ de Lev Shestov, en los márgenes de la historia y del pensamiento
Vuelve Hermida editores con uno de los pensadores más intensos de la historia de la filosofía. Un pensador en los márgenes. Orillado por la filosofía académica. Sin duda por el gran desafío de su planteamiento: el logocentrismo que nace en Grecia, la vía de la razón, conduce a la muerte. Un filósofo asistemático, crítico de la razón, enemigo del cientifismo. Amigo de pensadores como Martin Buber, Nikolai Berdyaev o Edmund Husserl, entre otros, y admirado por Benjamin Fondane (que fue su gran seguidor y amigo) o Emil Cioran, Lev Shestov es uno de los filósofos que eligió vivir siguiendo la lógica del corazón. Su pensamiento es profundo, y surge de una experiencia íntima. La obra de Shestov tuvo buena difusión en Argentina, a través de algunas editoriales de aquel país. Su pensamiento nos recuerda a Unamuno, y en algunos tramos al José Bergamín de La decadencia del analfabetismo. A Hermida editores le debemos agradecer la difusión en España de la obra de este pensador solitario, ajeno a las modas, interesado en el destino tráfico del hombre.
Ensayo
‘Breve historia del marcapáginas’, el capricho de Massimo Gatta
A los sibaritas, este librito que David Felipe Arranz define en el prólogo como un capricho, "juguete de fino diletantismo" les encantará. Es en efecto un breviario nacido de la pasión por los libros. Un ejercicio, un boceto de historia con apuntes curiosos sobre un objeto menor, versátil, que ha tenido mil formas, y que siempre ha mantenido la función de ser una señal, una bandera de pausa, un "aquí me quedé" de los lectores de todos los tiempos. Sus maneras son infinitas. En los libros de los amantes del libro se encuentra toda una arqueología: billetes de mil pesetas, billetes del metro, marcapáginas de editoriales, folios doblados en cuatro, alguna hoja seca, pétalos de una flor convertida en sello, un diagnóstico médico, una multa de la policía del estado de Wyoming, o una ficha donde anotamos las citas de la lectura. Massimo Gata ha escrito una pequeña joya que navega entre el arte, la artesanía editorial y la literatura.
Ensayo
‘Diario del viaje a Italia’, por la Europa de 1580 con Michel de Montaigne
Imagínese que usted puede viajar en el tiempo. Póngase en el lugar del señor de Montaigne. Estamos en la Europa de 1580. Es el siglo de la reforma de Lutero, de las guerras de religión, de la guerra permanente contra los turcos. Usted lector acaba de terminar sus célebres Ensayos, los ha publicado, y tiene tiempo y dinero. Y se va a dar una vuelta por Europa. Sin más pretensiones que las del observador: anotar cómo se vive, cómo son las gentes de los lugares por los que pasan, a qué se dedican, cuál es su industria y su negocio. No viaja para dar lecciones ni para dogmatizar. Mucho menos para juzgar. Y anota lo que le ocurre. Lo que le ofrecen para comer y cómo son las cocinas de cada lugar. Usted lector es un poco curioso, algo cotilla, y le gusta encontrar razones y porqués. Bien, hecho el ejercicio, el resultado de esta traslación en el tiempo y de la anotación de lo que usted ha visto, comido, dormido, y excretado es el Diario del viaje a Italia. Un libro magnífico por su sencillez, por su modernidad, porque cuando lo leas te olvidarás a menudo de que está escrito en el siglo XVI, y te parecerá que Montaigne es un tipo de tu tiempo, un contemporáneo.