Chimerica. Filmin. 4 Episodios
Chimerica (acrónimo de China y América) tiene todo lo que una buena serie debe tener. Un buen planteamiento, un nudo intrigante y un desenlace con doble pirueta clavada en el suelo. Y todo en cuatro capítulos, con actores solventes que dan vida a personas de carne y hueso, con sus grandezas y sus miserias.
El hombre ante los tanques chinos
En Chimerica, Lee Berger era apenas un becario cuando, en junio de 1989 tomó en Pekín la instantánea que ha quedado en el imaginario colectivo: un joven chino impidiendo el paso a una columna de tanques de camino a la plaza de Tiananmen. Treinta años después, es un fotógrafo curtido que hace algo imperdonable para llamar la atención de occidente sobre Siria.
En vísperas de la elección de Trump, Berger habla con su traductor en China, que le insinúa que el protagonista de la fotografía que le hizo famoso puede estar en Estados Unidos. El periodista, repudiado por todos, decide comprobarlo.
La serie nos ofrece una mirada a lo que fueron las protestas de más de un millón de ciudadanos chinos en la primavera de 1989. Estudiantes y obreros que cantaban la Internacional para reclamar libertad y democracia, al calor de la ola anticomunista que recorría Europa y que culminó en octubre, con la caída del Muro.
El ambiguo valor de los hechos
Y nos muestra la realidad de la China de hoy, un régimen de terror, sin libertades, con censura y en el que se ha borrado todo vestigio de los acontecimientos de Tiananmen. Chimerica habla también del distinto significado que tienen los hechos para quien los vive y para quien los ve: cómo interpretaron los chinos y occidente no solo la foto, sino también todo lo que la rodeó.
En el transcurso de la búsqueda de ‘el hombre del tanque‘, salen a la luz las sombras de la política americana, con un Trump cuyo triunfo no pueden ni imaginar los progresistas y con unos Clintons/Gore con mucho que ocultar, pero con mejor prensa que el actual presidente.
Un retrato de la tiranía china
En Chimerica no hay buenos ni malos, (salvo los chinos comunistas, que son malos de verdad). Todos los personajes tienen su gama de grises, desde el cínico editor, a la veterana periodista que quiere conservar sus buenas relaciones con el poder, o el protagonista chino, que se ha pasado los últimos treinta años escondiéndose de la vida.
La serie está protagonizada por Alessandro Nívola, con la siempre solvente Cherry Jones como la veterana reportera, Sophie Okonedo en un papel muy divertido y tierno y el colosal F. Murray Abraham como el director del periódico. No se la pierdan.
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