Trágicas, a veces crueles o cómicas, cada historia de Confidencias de una prostituta ofrece un retrato íntimo de diez prostitutas en las que se mezclan la miseria y la grandeza. Con profundidad y modestia, Takao Saitô, uno de los grandes del manga japonés, relata la dura vida cotidiana de las mujeres vendidas por sus familias en un país sacudido por la crisis económica de los años veinte. Editada en Francia por Akata, ha sido traducida por Alexander Goy.
El comic de Takao Saitô es una de las estrellas del festival de Angulema. La obra gira en torno a Naomi, una antigua cortesana, que da la bienvenida a su casa a todos aquellos que llegan, ansiosos por escuchar sus relatos. Esta ex prostituta viajó de un lado a otro por el Japón de los años 20. De una casa a otra, siempre por suburbios de mala reputación donde abundan los burdeles. Cada noche reaviva sus recuerdos, las historias de aquellas mujeres, vendidas en su adolescencia, cuyo destino será el de satisfacer los deseos de los hombres.
“Para mí, Confidencias de una prostituta es una sobria declaración de amor dirigida a estas mujeres”, escribe Takao Saitô en el preámbulo de la edición francesa de la obra. Dibujada en 1972, la obra rinde homenaje a las “preciosas jóvenes” que conoció cuando era joven en la peluquería de su padre. La autora presenta a Naomi, una narradora que sabe cautivar a un público heterogéneo, entre periodistas ávidos de historias increíbles, viejos amigos solitarios o jóvenes deseosas de conocer sus técnicas de seducción. Trágica, a veces cruel o cómica, cada historia, impregnada de melancolía, ofrece un retrato íntimo de las mujeres.
Está entre ellas la que renuncia a la felicidad para no manchar la reputación de su amante y le pide que salve a una nueva recluta de quince años cuya virginidad es ofrecida en subasta. También la de aquella que supo calmar, a pesar de los golpes, el alma atormentada de un hombre que se disponía a cometer un crimen: “Esta historia describe cómo en una noche los principios de un joven quedaron totalmente en entredicho por un simple contacto carnal. …”, subraya Naomi. La satisfacción del deseo del hombre como escudo contra su brutalidad es el tema que subyace en Confidencias de una prostituta, que saluda a quienes, a pesar de su sufrimiento, saben escuchar, consolar y, a veces, ofrecer refugio providencial en un Japón maltratado por la crisis económica.
Takao Saitô recorre con amabilidad, modestia y profundidad, la miseria de estas jóvenes cuyos cuerpos fueron explotados y obstaculizados por una deuda de mil yenes. “Estas preciosas doncellas eran la inocencia misma”, escribe el autor que, con su tierna mirada, supo adornarlas con esta preservada pureza.
