Conquistadores. Una historia diferente. Fernando Cervantes. Editorial Turner.
Octavio Paz reclamaba que “Cortés debe ser restituido al sitio al que pertenece, con toda su grandeza y todos sus defectos”, restituido a la historia. En un reciente artículo en Letras Libres, Enrique Krauze se pregunta el porqué de que Cortés no haya pasado a la historia como una figura a la altura de un Alejandro Magno. Krauze estima que hay mérito de sobra para comparar a Cortés con el macedonio o con Julio César. Sostiene incluso que su hazaña fue superior “puesto que no solamente conquistó sino que leyó e interpretó una realidad, una civilización absolutamente ajena de la que no tenía indicios”. Cortés fue uno de los Conquistadores, pero también un hombre conquistado por México, un fundador del mestizaje.
Y sin embargo no tuvo a un Plutarco que lo elevara a esa altura. Son muchas las razones, entre otras el papel de España. La vida de Cortés terminó en pleitos, sus Cartas de relación arrinconadas, y la obra de sus exégetas (López de Gómara) censurada. De parte de México, a Cortés le pesa la figura de su adversario y víctima, Cuauhtémoc, el último emperador de los aztecas, ejecutado en 1525. Su figura es de una dignidad y estoicismo que arruga el perfil de Cortés. De no haberlo ejecutado, la historia habría sido otra.
Krauze termina su artículo con la constatación de que necesitamos una biografía de Cortés, que no lo convierta en un mito ni en un instrumento ideológico, que no haga del conquistador “un capitán de bandoleros, pero tampoco un hombre providencial: un hombre de carne y hueso, un hombre de aquel tiempo, y en cierta medida un hombre de todos los tiempos”. Creo que Conquistadores, de Fernando Cervantes, cumple con esa petición de centrarnos en el estudio y olvidarnos de las estatuas, de estudiar el hombre y su contexto, y dejarnos de disputas ideológicas que no aportan ni un gramo de conocimiento.
La de Cervantes es “una historia diferente”, como reza su subtítulo porque no solo detalla los hechos sino que describe con profundidad y extensión el contexto en el que sucede la historia y la mentalidad de los hombres que la hicieron. “Y es que sólo si situamos a los conquistadores en su contexto prenacionalista y preempírico podremos tener la esperanza de entender la cultura religiosa medieval que los motivó y que a la vez, sentó las bases de un sistema de gobierno no unitario que sobrevivió durante tres siglos sin ningún ejército permanente y fuerza policial, y sin rebeliones importantes”. Cervantes subraya al final del texto su perplejidad porque en libros de economía o sociología se atribuya el atraso de América a los “largos siglos de opresión oscurantista y retrógrada”, cuando en realidad muchos problemas de hoy se deben más bien al barrido liberal de la obra política que ligaba a los territorios de la América Hispana a una corona que era garante de derechos y libertades de las personas bajo su mandato.
Conquistadores se centra en tres grandes figuras: Colón, Cortés y Pizarro. El relato de la “conquista” es minucioso y apasionante. Pero más interesante es la descripción de los marcos mentales que impulsaban a los conquistadores: sus referencias y modelos tomados de la literatura de caballerías, el modelo de conducta de los cristianos, su humildad y benevolencia capaz de convencer “de la verdad de la fe cristiana por medio de la razón”.
Es cierto que la historia derivó pronto en una carrera de codicias y enriquecimiento rápido, explotación de los indígenas a través de la “encomienda” y tráfico de esclavos para repoblar las zonas conquistadas. No se ahorran en el relato los detalles de las matanzas de aztecas en Tenochtitlan, o incas por parte del ejército de Pizarro. Cervantes subraya también en un capítulo muy relevante el papel de las órdenes mendicantes, en especial los franciscanos, que fueron el enlace entre los indios y Cortés, y los debates provocados por fray Bartolomé de las Casas, amigo de Carlos V, adversario de Cortés e inspirador de las Leyes Nuevas de Indias. Cervantes plantea una mirada nueva, un relato nuevo de los Conquistadores, que plantea una reapertura de un relato que hoy está empolvado de ideología.
Además de un relato fascinante (hay pocos hechos históricos que supongan el prodigio de un encuentro tan relevante como los que reunieron a Moctezuma con Cortés y a Atahualpa con Pizarro), el libro de Cervantes es una excelente oportunidad de llenar la laguna que el profesor Pérez Vejo señala cuando afirma que «lo que la mayoría de los españoles saben sobre América, incluidas las élites políticas, es despreciable. Poco más que una absurda colección de lugares comunes».
Fanfan y Ludiana te mantienen al día de las novedades en entretenimiento, y te ofrecen servicios de comunicación y herramientas estratégicas para gestionarla. Si quieres estar al día de la actualidad de FanFan y enterarte antes que nadie de todo lo que publicamos, síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter, Instagram, Ivoox, Spotify y YouTube