El relato, en primera persona, comienza así: «Ilustrísimos señores académicos: es para mi un honor que hayan ustedes invitado a presentar a esta academia un informe sobre mi anterior vida de simio». A partir de ese punto es imposible dejar de leer. Hemos elegido este relato de Kafka, que es menos conocido que La metamorfosis, o La transformación, como se traduce ahora, porque nos permite ampliar las obras más célebres del escritor de Praga. Cuentos únicos aborda con Franz Kafka a un autor colosal, inagotable, complejo, de difícil clasificación, y fundamental en la historia de la literatura del siglo XX:
El relato
Franz Kafka pone en escena a un hombre que hace tan solo cinco años ha dejado de ser un simio. El hombre/simio redacta un informe para una academia. Es un informe frío, detallado, riguroso. Es un mono sin dejar de serlo. Ha entrado en el mundo de los humanos gracias a la palabra. Su primera palabra fue un «¡hola!» celebrado con júbilo por los marineros del barco en el que fue transportado a Europa. Lo trajeron en una jaula. Lo desembarcaron en Hamburgo.
El mono-hombre es uno de los nuestros. Ha sido amaestrado con una gran eficacia. Antes de caer en manos de los profesores que aceleraron su evolución comenzó por compartir las botellas de aguardiente en la cubierta del barco. Su gran salto ha sido aprender a hablar. Es lo que le distingue como hombre: la palabra. Desde que accedió al lenguaje, hace informes para la academia, para una academia, dice el título, lo que quiere decir que trabaja para otras.
Costa de Oro
El mono gramático es una alegoría, un relato cargado de humor frío y seco, una broma que hiela la sangre. El mono-hombre da información precisa de cuándo fue capturado, en la Costa de oro africana, el trayecto en barco, su vida como artista en un teatro de variedades de Hamburgo, sus relaciones con el empresario del teatro. Es un mono con prestigio en la opinión pública. Y cuando llega a casa, recupera su condición de mono gracias a una hembra muy adecuada.
Kafka escribió esta obra maestra en abril de 1917 y la incluyó en el volumen titulado Un médico rural. Kafka escribió la pieza después del 1 de abril, día en el que el periódico Prager Tagblatt publicó una crónica sobre la actuación de un mono en un teatro de variedades de Praga.
La foto que preside este artículo es de Isabel Muñoz, la gran fotógrafa española. Pertenece a una serie de retratos de gorilas, en los que explora la sutil frontera entre los gestos humanos y los de estos animales, nuestro espejo en la jungla.