Un cuento de terror cada día. Un cuento corto, un cuento redondo, un relato que te estremece. Hemos tomado el título y la selección de las obras de un tomo que editó Siruela a finales de los años 80 del siglo pasado. Se llamó así: Cuentos únicos. Joyas. Los hemos convertido en un podcast. Cada día, cada noche, colgaremos uno. Con la esperanza de tenerles atrapados durante unos minutos, para que sientan en su carne el miedo cierto y frío de una obra literaria pensada para hacerles temblar.
El tomo al que nos referimos es posible encontrarlo en otras ediciones, de otras editoriales. La de Siruela tiene un tamaño perfecto, cabe en el bolsillo del abrigo, por lo que uno puede llevar el terror a cualquier parte, a cualquier situación, desde el metro a la consulta del dentista, desde la sala de espera de un abogado a la tribuna del Congreso de los diputados. En la dedicatoria, Javier Marías escribe este texto: «Para Fernando Savater, máximo merecedor y más seguro entusiasta de estas unicidades». Cuentos únicos se publicó en la colección de Siruela llamada El ojo sin párpado.
Relatos de fulgor y fiebre
No hace falta que nuestros seguidores lo compren, tampoco que lo lean. Lo vamos a hacer por ustedes y para ustedes, para compartir algo más que el pesimismo que nos rodea, y porque en este confinamiento a que nos tiene obligados el virus, relatos tan precisos y tan certeros nos ayudarán a pasar esta cuarentena.
Para quienes quieran más detalles le daré algo de la información que viene en las solapas y la introducción de aquella vieja edición, cuyo papel tiene el tono amarillento de los libros viejos. Dice el editor que esta antología «pretende recordar lo olvidado y olvidar un instante lo que lleva recordándose cierto tiempo. Dentro del género de terror o fantástico de la riquísima prosa inglesa hay numerosos autores que no han pasado a la historia porque sólo acertaron en una ocasión, a lo largo de un solo cuento, de unas pocas páginas y no repitieron».
Distraídos por la vida y por la muerte
Son joyas únicas. No se recuerdan porque están escritas por autores que no volvieron a brillar. El periodo de entreguerras, entre las dos grandes guerras mundiales, fue un tiempo fructífero en la literatura inglesa, pero también particularmente desgraciado. Hubo muchos escritores truncados, «distraídos por la vida, o distraídos por la muerte».
La mayor parte de los cuentos seleccionados por Marías pertenecen a ese periodo. Hay nombres conocidos, si, pero por otras causas. Está Winston Churchill, Lawrence Durrell, Richard Hughes. Pero la mayor parte son nombres olvidados: Collier, Denham, Leslie, Ross, Coppard o Norris. Son cuentos únicos de fulgor y fiebre, fulgor de una sola vez y fiebre nunca repetida.
Marías escribe en el prólogo que «esta antología pretende ofrecer una serie de relatos que, siendo enteramente desconocidos en la actualidad (incluso en su país de origen, incluso para los más fervorosos amantes del género), podrían, sin embargo, rivalizar con muchas de las piezas más célebres de la literatura de fantasmas o de horror o fantástica. Su única falta para no lograrlo fue quizá que eran únicos».
El que inaugura esta serie de Cuentos únicos en Fanfan es El fumador de pipa de Martin Armstrong. Unos detalles biográficos de su autor. Nació en 1882 en Newcastle-on-Tyne. Se educó en Cambridge, tuvo una larga vida que se cerró en 1974. Cultivó todos los géneros. Fue un poeta menor, y un novelista convencional. Entre sus obras hay un libro sobre el reinado de Carlos IV de España, Spanish Circus (1937) y un texto autobiográfico titulado Victorian Peepshow (1938) Tradujo al inglés El sombrero de tres picos de Alarcón. Un experto en el género, Mike Ashley, considera The Pipe Smoker como uno de los más fascinantes cuentos jamás escritos.