Para celebrar los 50 años de la llegada del hombre a la Luna, Rumbo.es ha seleccionado algunos lugares que guardan un gran parecido con nuestro satélite
Viajar a las estrellas es el sueño de millones de personas. Sin embargo, no hay que ser astronauta para poder emular a Neil Armstrong en las próximas vacaciones, ni es necesario recorrer 384.400 kilómetros para apreciar entornos similares a este satélite natural. En la propia Tierra hay zonas que emulan paisajes de la Luna, guardando un gran parecido con las que el Apolo 11 mostró cuando el hombre la pisó por primera vez.
Para celebrar los 50 años de ese «gran paso para la humanidad» dado el 20 de julio de 1969, la agencia de viajes online Rumbo.es ha hecho una selección de destinos con paisajes lunares, para hacernos sentir como auténticos turistas espaciales. Además, te recomiendo echarle un buen vistazo a todos los artículos que hemos preparado a modo de homenaje: Apolo XI, Viaje a la luna, Telescopio Nexstar 6SLT. ¡Despegamos!
Paisajes de la Luna en la Tierra
- Fuerteventura: la alegoría de un cráter lunar
Son poco conocidos, pero de una belleza impresionante. Las montañas y volcanes de Fuerteventura ofrecen la posibilidad de un recorrido fascinante. Ese contraste de zonas creadas por lava, montañas y planicies secas o de tierra blanca, es una alegoría a ese juego de zonas altas y claras (terrae) y bajas oscuras (maria) que hay en la Luna. En las Peñitas, Arco de las Peñitas y en la cumbre del Tindaya, son lugares donde vivir una aventura interplanetaria.
- Capadocia: la tierra alta de la luna
Las tierras altas de la Luna se pueden ver perfectamente representadas en Capadocia, en la región de Anatolia Central de Turquía. Las llamadas «chimeneas de hadas» y su suave roca es el resultado de siglos de erupciones volcánicas, viento y lluvia. Hay quienes las recorren en globo, para poder apreciar la inmensidad de este patrimonio de la humanidad. Otros prefieren pasear por la zona del valle de Göreme, al estilo Buzz Aldrin . Pero, ¡cuidado! Saltar no es muy recomendable en esta zona.
- Las Azores: un guiño a los agujeros lunares
Las Azores ofrece un paisaje paradisíaco, de lo que podría ser en nuestro imaginario uno de los enormes agujeros lunares que se han descubierto hasta el momento. Todo esto se debe a sus más de 1.500 volcanes que, durante años, tuvieron una intensa actividad que dieron lugar a una montaña rusa natural de elevaciones que se enredan entre mares y planicies; una experiencia similar a la que vivió la Luna, según dicen los científicos. Allí, en el archipiélago portugués, las vacaciones son de otro mundo.
- Salar de Uyuni: el gran mar lunar en la Tierra
La Luna está llena de misterios. Pero, sin duda, lo que más despierta curiosidad es el tema de sus mares. El Salar de Uyuni, en el sur de Bolivia, es actualmente el más grande del mundo, y se puede decir que es la mejor versión terrenal del Mar de la Tranquilidad, donde el 20 de julio de 1969 descendió el Apolo 11. Es una estampa de la Luna con colores de la Tierra. Además, en esta zona boliviana se pueden encontrar lagunas y aguas termales para unos días de total desconexión. En épocas de lluvia, se puede disfrutar del llamado «efecto espejo» para unas fotografías de lujo.
- Desierto Blanco de Egipto: el color de la luna
Si hay algo que es imposible no disfrutar es el color de la luna. Poemas y canciones se han inspirado en esa tonalidad. Por eso es inevitable comparar el Desierto Blanco de Egipto con el satélite natural de la Tierra. Su aspecto rocoso blanquecino da un aspecto de paisaje extraterrestre que sorprende a más de uno. Lo más excitante, y que pone el punto terrenal, es la fauna tan pintoresca que se puede ver en una excursión: desde zorros hasta diversos tipos de gacelas. Una aventura que, los más enigmáticos, seguramente querrán disfrutar de noche.
- Valle de la Luna
Nunca un lugar en la Tierra mereció tanto el nombre de un sitio en el universo. El Valle de la Luna, en el desierto de Atacama, en Chile, es uno de los reflejos más fieles de los paisajes de la Luna en nuestro planeta: tiene tanto tierras altas como planicies, agujeros y explanadas rocosas. Grandes expediciones se realizan cada año a este desierto, y muchos son los turistas que llegan para realizar excursiones en las que se puede apreciar una puesta de sol impresionante, que sólo puede ofrecer este extremo meridional del mundo.
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