Europa no es tan atractiva para las personas jóvenes con formación, ambición y cierto amor por el riesgo. Si eres de una población minoritaria
Sinopsis
Tras ver a sus hijas casarse con un musulmán, un judío, un chino y un africano, Claude y Marie Verneuil se enfrentan a una nueva crisis. Sus cuatro yernos, Rachid, David, Chao y Charles, están decididos a abandonar Francia con sus esposas e hijos porque quieren probar fortuna en el extranjero. Incapaces de imaginar a su familia lejos de ellos, Claude y Marie harán todo lo posible para retenerlos.
Ficha técnica
- Director: Philippe de Chauveron
- Guión: Guy Laurent, Philippe de Chauveron
- Reparto: Christian Clavier, Chantal Lauby, Ary Abittan, Medi Sadoun, Frédéric Chau, Noom Diawara, Frédérique Bel, Julia Piaton, Émilie Caen, Élodie Fontan, Pascal N’Zonzi, Salimata Kamate, Tatiana Rojo, Claudia Tagbo, Hedi Bouchenafa, Loïc Legendre
- País: Francia
- Duración: 98 minutos
- Música: Marc Chouarain
- Fotografía: Stéphane Le Parc
Comentario
La crítica paree ensañarse especialmente con las comedias. Pero en este caso, como con su antecesora, parece que la taquilla no le da la razón. El público europeo la ha acogido con entusiasmo. Y tras su sonrisa fácil hay una serie de reflexiones con mayor carga de profundidad que lo que podría suponerse.
Recuperando el tema y los actores de su muy taquillera Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?, Philippe de Chauveron da otra vuelta a la historia que estrenó en 2014. Ahora las hijas se plantean dejar Francia junto a sus esposos. Ellos se sienten desplazados, están preparados pero no encuentran oportunidades y su origen les resta aún más posibilidades. Y, como jóvenes ambiciosos que son, se lanzan a la aventura con sus familias.
Por un lado, los actores están encajados en sus papeles. Christian Clavier (al que no hace tanto vimos en Un verano en Ibiza) es el perfecto pequeño burgués, lleno de tópicos y prejuicios. Chantal Lauby es el contrapunto ideal, templada, conservadora, pero mucho más abierta que el personaje de Clavier. Se agradece el papel del sacerdote. Es algo tontorrón pero por una vez no se acuesta con una feligresa, ni roba, ni tampoco es pederasta.
Tras la narrativa llena de bromas fáciles y chistes blandos de contenido racista subyace una honda reflexión. Occidente no tiene el atractivo que tenía. Los jóvenes buscan el futuro fuera de Europa, que no les ofrece las oportunidades que su preparación les prometía. Si eres hijo de extranjeros el racismo sigue activo, aunque sea de modo sutil. Los que quieren venir son gente desesperada de la que desconfiamos. Todo se cierra con un cierto chauvinismo francés y las trampas de Claude y Marie para retener a sus hijas. Pero las ideas que Philippe de Chauveron ha dejado volar siguen flotando en el aire.
Sinceramente, Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho… ahora? se ve fácilmente y entretiene. No es una comedia para partirse de la risa sino para sonreir. Además, para quién lo desee, es una simpática ocasión de muchas reflexiones.
Tráiler
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