Disponible desde el 17 de enero de 2020 en PlayStation 4, Xbox One y PC.
De las muchas series de televisión que me acompañaron durante mi infancia, hay una que recuerdo con especial cariño: Dragon Ball. En aquella época, el anime japonés contaba con muy buenos representantes en la parrilla televisiva de las distintas cadenas de nuestro país, pero las aventuras de Goku y sus amigos eran las más populares entre el público. Además de contar con un toque de humor muy particular, sus espectaculares combates consiguieron emocionar a muchos espectadores de esa generación.
Este arrollador éxito, llevó a los personajes de la serie a protagonizar incontables videojuegos en numerosos sistemas. Nombrarlos a todos sería sumamente extenso, pero uno de los más recientes ha sido Dragon Ball FighterZ, un título de lucha en 2D, cuyo lanzamiento se produjo en enero de 2018, que aún hoy sigue dando guerra en la escena competitiva. Sin embargo, muchos aficionados suspiraban por una aventura de corte más tradicional, en la que poder encarnar a Goku en su afán por convertirse en el guerrero más fuerte de la galaxia.
Por ello, cuando Bandai Namco anunció el lanzamiento de un RPG de acción de mundo abierto basado en la serie, desarrollado CyberConnect2, los fans depositaron todas sus esperanzas en él. Lo cierto es que siempre ha existido la sensación de que la experiencia definitiva de esta saga todavía estaba por llegar, así que vamos a comprobar si este título consigue estar a la altura de las expectativas. Bienvenidos a Dragon Ball Z: Kakarot.
La historia de la saga en todo su esplendor
La trama abarca todo el arco argumental de Dragon Ball Z: desde la llegada de Raditz a la Tierra, hasta el enfrentamiento final contra el poderoso Bu. La historia avanza a través de extensas cinemáticas, en las que, mediante diálogos bastante largos, nos van desgranando los entresijos del guión. Aunque el juego narra los mismo acontecimientos que los seguidores de la serie se conocen al dedillo, los desarrolladores han incluido algunas escenas inéditas que aportan algo más de trasfondo a determinadas situaciones.
Los primeros compases nos servirán para familiarizarnos con los controles y el sistema de combate. Gracias a un sencillo tutorial —en el que nos enfrentamos a Piccolo—, aprenderemos a usar las técnicas de ataque y defensa que tenemos a nuestra disposición. Después, nos tocará recolectar algunos ingredientes con los que prepararemos un sabroso pescado a la brasa, pues ningún guerrero que se precie se lanza batalla con el estómago vacío.
Ahora que ya sabemos lo básico, el siguiente paso será llevar a Son Gohan a la Kame Hause, para que conozca al Maestro Roshi y al resto de la pandilla. Poco a poco, harán acto de presencia todos los personajes de la serie original, tanto aliados como enemigos, aunque algunos de ellos apenas tienen protagonismo pues han quedado relegados a un papel muy secundario.
Combates al estilo ‘Dragon Ball Xenoverse’
Uno de los pilares fundamentales de este título se encuentra en el sistema de combate, ya que pasaremos una considerable cantidad de tiempo luchando contra los enemigos. Estos enfrentamientos se desarrollan de una forma muy similar a los de la saga Dragon Ball Xenoverse, en los que luchamos en entornos 3D lanzando todo tipo de ataques contra los adversarios. Las refriegas son bastante dinámicas y dominar sus conceptos básicos es sumamente sencillo, pero con el transcurso de las horas se vuelven repetitivas y adolecen de una alarmante falta de profundidad.
Cada botón del mando de control tiene una función específica. Las acciones básicas, como golpear, esquivar, cargar ki y lanzar embestidas de energía, se realizan con los botones principales. Si los combinamos con uno de los gatillos, tendremos acceso a una de las cuatro técnicas especiales que hayamos asignado previamente. La cruceta está reservada para el uso de ítems, consumibles y objetos curativos.
Además, contamos con aliados que nos acompañarán durante los combates, a los que les podemos pedir que ataquen a los oponentes. Con los gatillos también es posible activar las transformaciones —siempre que el personaje la tenga disponible— lo que nos convertirá en un guerrero aún más poderoso. Esto proporciona algunas ventajas, pero hay que tener en cuenta que entrar en ese estado conlleva un coste, como un elevado consumo de energía o la pérdida progresiva de la barra de vida.
Al causar o recibir daño, irá subiendo un indicador de tensión. Si conseguimos llenarlo por completo, y el medidor de ki también está al máximo, podremos activar el «efecto oleada». Esto mejorará momentáneamente los atributos del personaje y nos permitirá llevar la iniciativa, pues es ideal para encadenar combos y lanzar los ataques más devastadores. Además, también sirve para anular las embestidas de los rivales.
Actividades y minijuegos
Otro de los aspectos prominentes de la experiencia es la exploración. Los entornos son bastante amplios y están plagados de ítems y coleccionables para recolectar. Los más numerosos son los orbes Z, unas esferas de diferentes colores que son imprescindibles para conseguir los superataques, los cuales se pueden desbloquear en el árbol de habilidades de los personajes. Las técnicas iniciales no requieren de muchos orbes Z, pero para conseguir las más poderosas tendrás que hacer acopio de una buena cantidad de ellos.
Algunas de estas habilidades solo se consiguen en las zonas de entrenamiento. Al entrar en ellas nos tocará cumplir con una serie de requisitos, y una vez los hayamos completado seremos recompensados con un nuevo ataque. Además, para ganar experiencia y subir de nivel podemos realizar misiones secundarias. Si queremos acceder a ellas, debemos buscar un icono con una exclamación azul. No suelen ser muy complicadas de cumplir y merece la pena dedicarles algo de tiempo.
Otro de los objetos que vamos a encontrar son los emblemas de alma. Estos ítems se consiguen de forma progresiva al avanzar en la historia, y también al completar algunas tareas opcionales. Cada vez que nos entregan uno, podemos colocarlo en el muro de la comunidad, lo cual activará diferentes efectos beneficiosos que varían en función del lugar en el que lo hayamos situado. Las bonificaciones son muy variadas. Incluso, pueden llegar a incrementar el rendimiento de los personajes de apoyo durante los enfrentamientos.
Además, si contamos con los ingredientes adecuados, el juego nos permite elaborar comidas y guisos en distintos lugares del mapa, aunque también hay personajes que nos prepararán un completo menú si les llevamos los condimentos necesarios. Al consumirlos, veremos potenciadas las habilidades de combate de los protagonistas durante un espacio de tiempo limitado, lo que puede ser de gran ayuda en las refriegas contra los rivales más duros.
Un deleite para la vista
Gráficamente hablando, el juego es una maravilla. Los personajes han sido representados con todo lujo de detalles y tienen un diseño magnífico. Los escenarios invitar a ser explorados y cuentan con un extensión considerable. Sin duda, el apartado visual luce sus mejores galas durante los combates, pues todo el espectáculo de luces y explosiones presentes en el anime regresa aquí en todo su esplendor. Mención especial para los efectos de partículas.
Por desgracia, la cámara no siempre muestra el mejor ángulo de visión, entorpeciendo la acción en algunos momentos. Este problema apenas tiene incidencia mientras exploramos los niveles, pero durante las escaramuzas puede provocar que fallemos uno de nuestros ataques, o que perdamos de vista a los enemigos durante unos instantes.
La banda sonora incluye las canciones más conocidas de la serie de televisión, así que no echaréis de menos ninguna de sus melodías. Tampoco falta a la cita el ruidoso estruendo que emiten los devastadores ataques de energía, sin olvidar los gritos característicos de cada personaje al lanzarlos. El doblaje, por su parte, permite seleccionar las voces en inglés y japonés —con subtítulos en castellano—. Mi recomendación es que optéis por el doblaje nipón, ya que el anglosajón deja bastante que desear.
Conclusiones — ‘Dragon Ball Z: Kakarot’
Aunque debo admitir que este lanzamiento tiene una calidad innegable y unos altos valores de producción, me temo que Dragon Ball Z: Kakarot no es para todo el mundo. Sabe darle a los fans exactamente lo que quieren, pues es un producto que está dirigido directamente a ellos. Sin embargo, si lo que andáis buscando es un buen RPG de acción, es posible que os decepcione en algunos aspectos.
El gameplay es muy divertido, pero a la larga se vuelve simplón y repetitivo al carecer de profundidad. A pesar de ello, su mundo ofrece multitud de actividades en las que invertir vuestro tiempo, en las cuales vais a encontrar un montón de guiños al anime. En el aspecto técnico, está a la altura de las grandes superproducciones, pero no llega al nivel mostrado en Dragon Ball FighterZ. Eso sí, la cámara te jugará malas pasadas de vez en cuando.
Si sois seguidores de la obra de Akira Toriyama, estoy seguro que sabréis perdonarle las carencias que arrastra este título en varios de sus apartados, y os dejaréis atrapar por su historia y sus personajes. No vais a encontrar una experiencia más fiel a la serie de televisión original, en la que poder revivir por vosotros mismos el arco argumental de Dragon Ball que mayores elogios ha recibido por parte de los aficionados.
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