El camino de regreso siempre es más corto es una novela íntima y personal donde cada mujer cuenta su amor hacia el mismo hombre, siendo este hijo, padre y marido donde sin duda lo más complicado es olvidar
Toda historia tiene un comienzo
Esta novela no tiene un protagonista tiene tres. Tres mujeres fuertes y valientes que narran cómo ha sido su amor hacia Giordano Lorenzini, uno de los más complejos de explicar es el de Vera y es que para ella su padre es un recuerdo borrado pero que sigue vigente incluso años después de su pérdida. Y es que es difícil querer a alguien al que no conoces, aunque su recuerdo siga vivo.
Vera tiene 30 años y en este momento de su vida decide saber realmente quien es su padre, para ello tendrá que buscar y preguntar y será ella la que realmente lo conozca. O tal vez la ayude a encontrarse a sí misma.
La mirada de Lía
Lía es una mujer bohemia y soñadora que ha querido, quiere y querrá a Giordano para siempre. En el transcurso de la novela nos explica quién era ella y cómo se conocieron, sin duda ,conoceremos a una mujer luchadora que ha hecho todo lo posible por salir adelante y es que la pérdida del amor de su marido le hizo enfrentarse a muchos miedos entre ellos la soledad. Y aunque no ha sido fácil, se puso el mundo por montera mostrándose impasible contra todo lo que no le hacía feliz.
El viento más fuerte
Si hablamos de amor y fuerza no nos podemos olvidar de Santa, ella es la madre de Giordano. Santa siempre ha sentido devoción por su hijo menor, pero esto no era recíproco puesto que él siempre ha sido más cercano con su padre, además la llegada de Lía a la familia hizo que todo se movilizara aún más.
Cabe mencionar que la vida de Santa ha sido compleja y nada agradable, pero ella ha sabido llevar a buen término todo lo que se proponía. La despedida de su hijo par siempre es una de sus batallas, pero incluso ahí supo salir adelante.
Impresiones
A pesar de que el libro no es muy grueso (295 páginas), es una novela muy delicada que trata el tema del amor y la pérdida desde tres ángulos muy distintos, y es que Valentina Farinaccio escribe con detalle y en primera persona la acción y pensamiento de los personajes.
Aunque considero que El camino de regreso siempre es más corto es demasiado personal también me hubiera gustado que la trama hubiera sido más fluida, a mi parecer creo que se podría asemejar con un libro de autoayuda; no obstante, la descripción de los pueblos y costumbres italianas así como el lenguaje empleado son la mejor baza para leerla.
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