La década de los años 50 fue una época muy productiva para la música. El Rock and Roll comenzaba a ser algo más que un estilo incipiente, y el público de Estados Unidos demandaba algo más movido que el Góspel, el Country y el Rhythm and Blues del sur del país. Personajes como Elvis Presley o Jerry Lee Lewis copaban las listas de éxitos de un género con ritmos pegadizos que atraían a la juventud del momento. Además los programas de televisión, el cine y las radios se encargaban de que esa música llegase a todas las zonas que abarcaban los estados con mayor cultura musical como eran Tennessee, Chicago, Atlanta, Louisiana, Virginia o Kentucky entre otros. Un Rock and Roll que sumió a las generaciones más mayores del país en un entredicho, ya que desde el ala más conservadora no estaban muy bien vistos esos bailes y ritmos “macarras”.
3 de febrero de 1959
Al éxito de los dos artistas citados anteriormente, hay que apuntar los de otra generación formada por Buddy Holly, Ritchie Valens y The Big Bopper. Los tres fallecieron en un accidente de avioneta el 3 de febrero del año 1959. Una jornada trágica, que fue el primer capítulo negro de la historia del Rock and Roll, y al que se conoce en la cultura popular como “El día que murió la música”.
La verdad es que fue toda una tragedia lo que ocurrió durante esa gira llamada “Winter Dance Party”, y un mazazo para la música. Eran tres chicos jóvenes, con talento y con toda la carrera por delante.
Sobre el primero de ellos, Buddy Holly, podemos decir que fue un hombre que arrancó con un estilo musical más cercano al folk, y poco a poco se fue acercando al rock. Publicó en poco más de un año hasta tres álbumes de estudio, y era una de las mayores promesas del género. Era un chico de Texas, que fue inspiración para artistas como Bob Dylan. Desde que era muy joven se interesó por la música y las grabaciones, comenzó a desarrollar sus primeros pasos junto a una banda llamada “The Crickets”. Falleció con 22 años en aquel accidente, y dejó una gran huella ya que era uno de los pioneros de ese género musical que comenzaba a desarrollarse.
El segundo es Ritchie Valens, un cantante californiano con gran influencia de la música mexicana, del conocido como Rock Chicano. Fue otro de los grandes pioneros que tuvieron la mala fortuna de ir en aquella avioneta el 3 de febrero de 1959. Falleció con tan sólo 17 años de edad, y con su corta experiencia, y lo prometedora que era su carrera musical, dejó sellados temas tan mundialmente conocidos como la famosa canción de “La Bamba”. Debutó en el año 1957 con su grupo “The Silhouettes” y publicó dos discos. Su otra gran canción fue “Donna”, y era un buen amigo y compañero de fatigas de Buddy Holly.
La tercera estrella del rock pionero fue Jiles Perry Richardson, más conocido como “The Big Booper”. Un cantante más experimentado que los otros dos, y que se crió en el estado de Texas. Desde joven estuvo ligado al mundo de la canción y la radio. Era un cantante habitual de la radio local KTRM. Es quizá el menos rockero de los tres y sí que sus canciones tienen esos tintes de country que suelen caracterizar a muchos de los músicos sureños. Falleció con 28 años, estaba casado y tenía dos hijos.
Un viaje en avioneta
En 1958 uno tema suyo llamado “Chantilly Lace” se convirtió en un Numero 1. Tenía buenas dotes para la composición y artistas como George Jones han grabado canciones suyas. Falleció también en aquel accidente que tuvo lugar en Clear Lake, en el estado de Iowa. Además con Big Bopper ocurrió que fue él quién solicitó a Waylon Jennings, que por aquel entonces era bajista de Buddy Holly, si le podía ceder su lugar en la avioneta ya que quería descansar dado que padecía un resfriado.
Realmente la historia de este fatídico accidente se sustenta en un día en el cual la climatología no acompañaba, la desorganización que había dentro de una gira musical donde frecuentaban los trayectos por carretera. A todo ello hay que sumar que, fue Buddy Holly quién contrató esta avioneta, con un piloto joven e inexperto, para llevar a sus músicos, Jennings y Tommy Allsup; pero que cedieron sus asientos a Big Bopper debido a su enfermedad y a Ritchie Valens , que nunca había montado en avioneta. Acabaron jugándose la plaza con una moneda a cara o cruz y finalmente fue Valens quien, por circunstancias de la fortuna, ocupó esa plaza.
La verdad es que fue toda una tragedia lo que ocurrió durante esa gira llamada “Winter Dance Party”, y un mazazo para la música. Eran tres chicos jóvenes, con talento y con toda la carrera por delante. El mundo entero se hizo eco de aquella fatídica jornada, e incluso hay gente que ha querido conspirar acerca de ese accidente, algo que en este artículo no haremos. Cierto es que cuenta que los Beatles, eligieron su nombre dentro del mundo de los insectos gracias a la banda de Buddy Holly, The Crickets, es decir, los grillos. En definitiva, un capítulo oscuro dentro de la historia del rock and roll.