David Tennant («Broadchurch», «Doctor Who«) protagoniza El Incendio una de las series del año en Reino Unido. Un drama psicológico que explora las causas y las consecuencias de una tragedia inconcebible que sacudirá los cimientos de una aparentemente idílica comunidad escocesa. Se estrena en Filmin.
Lo que anida bajo la superficie
En El Incendio asistimos a una de esas narraciones en las que la apariencia es pulida y brillante. Son tan solo unas escenas, porque desde el inicio, las imágenes de una serena comunidad rural se mezclan con otras que son indicios de tragedia.
Lo que está en el fondo es otra cosa. Cuando la pátina dorada se pierde, aparece el horror en forma de perversión. El mal. Como en las películas de David Lynch, pero esta vez con factura británica: una luz distinta, una narrativa clara, y una forma de trabajo de los actores que es más teatral. Todo gira en torno a la vida de dos parejas.
Tom es un médico de cabecera muy querido en un pequeño pueblo escocés, Kirkdarroch, donde vive con su esposa Kate. Ella es una maestra de escuela primaria. Tienen tres hijas. La mejor amiga de Kate es Jess. Se mudó al pueblo hace seis años y se vive con Steve, el sargento de la policía local. Tienen dos hijos, del matrimonio anterior de Steve. Jess está sometida a un tratamiento de fertilidad.
El incendio
Una noche, tras un trágico incendio en casa de Tom y Kate, el cuerpo sin vida de la mujer y las niñas es rescatado de las llamas. Tom logra salir con vida pero se hunde en un estado comatoso. Hay un momento muy desconcertante en los compases iniciales de El Incendio. Es cuando Steve intenta rescatar a las hijas, en medio del humo y el fuego. La puerta de su dormitorio está cerrada con un candado.
La conmoción inicial da paso a la perplejidad cuando se descubre que Kate y sus hijas no murieron en el incendio. La comunidad empieza a comprender que lo que ha ocurrido va mucho más allá de lo que habían imaginado en un principio. Comienzan a aflorar las relaciones entre los cuatro protagonistas. Los hechos del pasado van provocando una evolución en el trauma de sus hijos. Las confesiones sobre el pasado comienzan a modificar el juicio sobre la responsabilidad del incendio. Lynsey Miller es la realizadora, y el guion es de Daisy Coulan