Especie – Susana Martín Gijón – Alfaguara – 19,90€ – 462 páginas
Susana Martín Gijón regresa con Especie, el segundo libro de la serie de Camino Vargas precedido por Progenie. En esta novela se nota el progreso de la autora en el género negro y es que a quien dijo que “segundas partes no son buenas” es porque no se han adentrado en este libro. Inquietante, audaz, adictiva y escalofriante así es la nueva entrega de la inspectora Camino Vargas, que ha logrado afianzarse como una de las mejores novelas del género en este año
Sinopsis inicial
Tras lo ocurrido meses atrás con todo el caso de Progenie y con su jefe Paco Arenas en la cama de un hospital, de nuevo la inspectora Camino Vargas debe hacerse con la comisaría y ser la jefa de Homicidios. Todo este asunto no le hace especial ilusión y menos aun cuando tiene en el equipo a un nuevo miembro, Evita Gallego. Ya solo con el diminutivo, la genuina Camino enloquece y es que no es un nombre para referirse a un policía inmiscuido en asuntos tan peliagudos como los que ellas deben llevar.
El calor azotaba la capital andaluza, como cada año esas temperaturas que invadían la ciudad hacían que volviera locos a los habitantes y a los turistas, pero esa cálida bruma era aun peor cuando aparecieron tres cadáveres en la ciudad. Tres cuerpos sin vida en distintos espacios de la ciudad y sin nexo aparente, hasta esos tres puntos acudió la inspectora Vargas, acompañada ahora con la oficial Gallego y es que ella se negaba a llamarla con ese nombre, para ella tan ridículo.
La primera de esas víctimas era un hombre decapitado en la Plaza de la Alfalfa, el segundo era un cadáver de un hombre apaleado en una cisterna romana, y el tercero fue el más realista, un hombre aparentemente fallecido tras un infarto, pero tanto la inspectora como el resto del equipo dudaban de aquello hubiera sido una simple casualidad tras los otros dos cuerpos, y es que este último estaba completamente desnudo cuando lo encontraron.
Era difícil encontrar una vinculación entre tales hechos, pero sí que había una teoría, el asesino recreaba la muerte de animales. Ahora había que dar con su paradero y poner fin a esta vorágine de crímenes sin medida, el tiempo estaba en su contra y las redes sociales ya habían empezado a actuar, el hashtag era #Sevillamortal y eso no era bueno para la reputación de la comisaría, además levantaba el terror de todos los que allí estaban.
Asuntos personales
A medida que la investigación estaba tomando forma, todos los miembros del equipo trabajaban a una con la única intención de encontrar al asesino. Ya sabían su modus operandi, pero todavía quedaba saber el por qué de esas muertes, si eran personas aleatorias o si tenían alguna vinculación con el criminal.
A pesar de la crueldad de los actos que estaban sucediendo, Camino no dejaba de pensar en Paco. Su relación con él era muy estrecha, ella lo quería pero sabía que él nunca abandonaría a su familia para estar con ella. Vargas estaba fuera de los cánones de belleza que se consideran para una mujer para que sea perfecta, pero ella era una mujer segura de sí misma, con realismo, algo borde pero muy estricta en sus valores de justicia. Pero su rudo carácter fue cambiando con la presencia de Evita, a pesar de su indiferencia del principio, la joven policía fue demostrando su valía, haciéndose también un lugar en el equipo de homicidios, puesto que también disgustó a algunas personas que llevaban más tiempo en el equipo.
Es cierto, que la joven Gallego era una novata en asuntos tan delicados como este, pero demostró valía e interés en aprender, además ella su arrojo durante toda la investigación sería clave para dar caza a ese criminal. Este nuevo caso de la inspectora Vargas tuvo en jaque a todo el cuerpo de policías demostrando una vez más que el trabajo en equipo es mejor, y que aunque ella lleva la batuta todos aportan algo esencial para que la investigación llegue a su fin.
Mi valoración personal
Especie ha sido la continuación perfecta de la serie iniciado el año pasado por Susana Martín Gijón. Con un lenguaje claro, directo, específico y abrupto nos mete de lleno en una novela negra de calidad solo apta para personas poco impresionables por la descripción de sucesos y de tramas algo gore, pero que hacen crear un clima de intensidad, bastante arriesgado pero con un toque de suspense perturbador.
La trama en sí, a veces casi ni es importante porque con la buena personificación de los protagonistas con sus dilemas personales, su toque de realidad al tocar temas banales del propio día a día pero ambientados en una trama oscura llena de sentido y crítica social hacen que la solución de quién es el asesino pase a un segundo plano. Y eso también se consigue por esos capítulos cortos que nos hacen querer seguir leyendo más.
Sin duda una gran novela, que hace que estemos atentos a las nuevas investigaciones de la inspectora Camino Vargas, un personaje algo apático en ciertos aspectos, con el que no es importante empatizar pero que es un gusto saber de él por su tremenda implicación en la resolución de sus casos y más aun cuando poco a poco se va soltando y va mostrando su faceta más personal. Esperando ya con ansias la tercera entrega de esta serie, que se ha convertido ya en uno de los imprescindibles para leer algo bueno de novela negra, ojalá y sigamos disfrutando de la inspectora.
Con Especie ha iniciado ya la consagración del éxito como escritora del que esperamos nos siga deleitando con obras tan mortales y adictivas como esta.
En este enlace tienes una entrevista con la autora que realizamos el año pasado tras la publicación de Progenie pero aquí tienes la última tras publicar Especie
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