Gavin Goodman tan solo necesita un poco de papel plegado, una modelo con una piel que ofrezca contraste, y una iluminación muy cuidada: apenas dos fuentes de luz. El resultado es sorprendente. Para conseguirlo, pidió ayuda a un experto en origami, esa técnica japonesa del plegado del papel, y un material que fuera capaz de reflejar la luz con un efecto difuminado, como si fuera alabastro. La serie de Gavin Goodman se llama Luhlaza, que en xhosa, la lengua mayoritaria en Ciudad del Cabo, significa verde.
Las imágenes de David Goodman revelan una elección muy simple de la paleta de colores. Colores complementarios, tonos de piel oscuros que contrastan con el blanco del papel, y un fondo que expresa tranquilidad, calma. La estética de esta serie conecta con el imaginario de las tribus del sur de África. Cada una de las obras de origami está creada con una sola pieza de papel. El resto es cosa de la luz: una fuente de luz muy difusa en la parte de arriba, y otra en el suelo.
Gavin Goodman nació y creció en Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Es un apasionado del sur y de la fotografía. Después de terminar sus estudios de cine, pasó varios años rodando anuncios comerciales para la televisión. Su último proyecto es una agencia llamada Semblance, en la que colabora con diseñadores de interior para crear fotografías decorativas.
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