36 horas en Granada: La esencia mora, el flamenco y la buena vida al alcance de todos

Granada es la ciudad que te seduce con la elegancia de un pasado árabe y la alegría descarada de sus plazas y tabernas. No importa si llegas con chanclas y mochila o con zapatos italianos: aquí todo el mundo encuentra su hechizo. En 36 horas, puedes mirar la Alhambra con ojos de sultán, cenar como un señor, escuchar un quejío que te retuerza el alma y salir con un cuenco de cerámica o un sombrero andaluz bajo el brazo. Este es tu plan directo: qué ver, dónde comer y cómo vivir Granada como si siempre hubiera sido tuya.

Primeros pasos: llegada y acomodo

Empieza tu visita alojándote cerca del centro, porque en verano el calor aprieta y agradecerás moverte a pie. Dos opciones con encanto y precios razonables son el Hotel Casa 1800 Granada y el Gar Anat Hotel Boutique. El primero está en una antigua casa noble junto a Plaza Nueva; el segundo, en un edificio con aire literario y desayunos memorables. Instálate, deja la maleta y toma agua fresca. Lo que viene es intenso y emocionante.

Tarde del primer día: La Alhambra y el atardecer en San Nicolás

Si un monumento justifica un viaje a Granada, es la Alhambra. Reserva tu entrada con semanas de antelación, porque en verano vuelan. Elige la visita de última hora de la tarde: la luz se filtra entre columnas y convierte el mármol en ámbar. Pasea por el Generalife, los Palacios Nazaríes y la Alcazaba. Saldrás con la certeza de que nada que hayas visto se parece.

Al salir, sube caminando hasta el Mirador de San Nicolás. Allí tendrás la postal de la Alhambra sobre el fondo violeta de Sierra Nevada. Tómate una cerveza fría en El Huerto de Juan Ranas mientras el sol desaparece detrás de los muros centenarios .

Noche de flamenco: Sacromonte sin tópicos

Para un buen espectáculo, reserva en la Casa del Arte Flamenco. Es un tablao íntimo donde el arte está por encima del decorado. Si prefieres cenar mientras escuchas, elige Jardines de Zoraya . Y si quieres flamenco auténtico, pasa por Peña La Platería, la peña flamenca más antigua de España.

36 horas en Granada qué ver y dónde comer

Mañana del segundo día: Albaicín, artesanía y compras con alma

Levántate temprano y baja al Albaicín cuando las calles aún huelen a pan y jazmín. La Calle Calderería Nueva es un pequeño zoco andalusí. Entre teterías y tiendas, entra en La Talega, donde encontrarás cerámica granadina auténtica. Si quieres moda con personalidad, acércate a El Ajibe. Entre mantones, bolsos y ropa, todo está hecho con mimo local. Para un recuerdo único, pasa por Artesanía Nazarí, especializada en réplicas de azulejos y yeserías. Y si buscas productos con sello oficial, la Tienda de la Alhambra tiene desde textiles hasta joyería inspirada en los palacios.

Desayuno con historia

Empieza el día con un café en Pastelería López-Mezquita, famosa por sus piononos. Si prefieres vistas, Cafetería La Fontana (Instagram) tiene mesas sobre el Darro donde ver pasar el mundo.

Visita cultural: Catedral, Capilla Real y Corral del Carbón

A media mañana, entra en la Catedral de Granada, donde el Renacimiento y el Gótico se mezclan con naturalidad desvergonzada. Justo al lado, la Capilla Real alberga los restos de los Reyes Católicos. Para un respiro, cruza al Corral del Carbón, antiguo alhóndiga nazarí que hoy es un rincón casi secreto.

36 horas en Granada qué ver y dónde comer

Almuerzo: de tapeo o mesa puesta

Granada es la patria de la tapa gratis. Si te gusta el bullicio, asómate a Los Diamantes y pide pescado frito. Otro clásico es Bodegas Castañeda con sus vermuts caseros. Si prefieres algo más elaborado, reserva en Damasqueros o en La Fábula (Instagram), donde la cocina se convierte en experiencia sensorial.

Tarde de museos y siesta granadina

Después de comer, el calor invita al recogimiento. Si prefieres no dormir, visita el Museo de Bellas Artes de Granada, con obras de Alonso Cano o Pedro de Mena. Para entender el alma gitana de la ciudad, sube al Museo Cuevas del Sacromonte.

Tarde de compras y café

Cuando caiga el sol, pasea por la Calle Reyes Católicos. Hay tiendas únicas como El Ajibe y espacios de moda emergente. Para reponer fuerzas, pide un café en La Finca Coffee (Instagram) o en El Bar de Fede (Instagram).

Última noche: tapeo, cócteles y flamenco final

Tu cena final puede empezar en Bar Ávila, popular por sus tapas generosas, y continuar en Wild Food Granada con cócteles de autor.

Si te quedan energías, vuelve a Peña La Platería para despedirte con un último quejío flamenco.

Mañana final: brunch y despedida

La última mañana pide un brunch reparador. Tienes Picoteca 3Maneras o el salón luminoso de Abades Triunfo, con vistas a las murallas árabes.

Consejos prácticos

  • Reserva entradas y restaurantes con antelación.
  • Lleva calzado cómodo: el empedrado es traicionero.
  • No te obsesiones con verlo todo: Granada pide tiempo y pausa.
  • Hidrátate: el sol no perdona en verano.

Granada cabe en 36 horas, pero se queda para siempre en la memoria. Disfruta cada esquina como si fuera tuya.

Marianne Échiré
Marianne Échiré
'Gourmet' y 'gourmande', adoro cocinar y disfrutar de la buena mesa, sobre todo en compañía. Soy exigente y quiero pensar que también justa en mis críticas. Y sé que hasta del más humilde tengo algo que aprender.

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