Sorprendentemente amplio, ágil, polivalente y eficiente. Todo esto lo tienes en un solo coche, que además luce un diseño espectacular, se mueve con alegría y está muy bien rematado.
Este coche surcoreano debe su nombre a la ciudad californiana de Santa Fe, en EE.UU. Aunque hay muchas ciudades y pueblos con este nombre en el continente americano y uno en España que es el origen de todos ellos: el pueblo Granadino de Santa Fe, desde donde los Reyes Católicos, a finales del XV, organizaron el último asalto a la ciudad de Granada.
Independientemente de este chascarrillo, creo que fe es lo único que no necesitamos para querer este coche, porque el Hyundai Santa Fe demuestra que no hay que tener confianza ciega para darnos cuenta de que este es un gran coche. Y eres consciente de esto desde el primer momento que lo ves: “Esto es especial”. Y vaya si lo es, muy especial diría yo.
Su diseño es poco habitual y por lo tanto original y sorprendente. Además, en casi todos los aspectos parece lo que es: parece robusto y lo es, parece fiable y lo es, parece grande y es super grande. Pero también parece que va a consumir un montón y no, nada de eso. Resulta que es asombrosamente eficiente. Para que te hagas una idea, he circulado en ciudad con un consumo de unos dos litros; he ido de Madrid al Valle del Alberche en Ávila y batería cargada con un consumo de 4,2 litros; y he vuelto sin cargar la batería con una media de 5,2 litros. Es decir, puedes hacer viajes largos en un mega coche de casi cinco metros con un consumo por debajo de los 6 litros. Esto no es normal, es cuestión de Santa Fe
Tiene disponible dos opciones mecánicas y no necesita más. Podríamos pedir un diésel de 6 cilindros para recorrer grandes distancias, pero si analizamos, no es necesaria esta mecánica diésel. Tiene dos versiones híbridas, las dos con motor gasolina de 1.6 litros y dos opciones de electrificación: una autorrecargable y otra enchufable. Hemos probado la enchufable con potencia combinada de 253CV. Puede parecer poca potencia sobre el papel, pero sobre el asfalto y la tierra tiene potencia de sobra para moverse con agilidad, suavidad, silencio, buenas aptitudes todo terreno y mucha eficiencia. Y este dato es el que importa.
¿Quieres más? Aquí hay para dar y tomar: una posición de conducción muy cómoda y que te invita a conducir sin prisa por llegar. El resto de ocupantes, hasta siete, también disfrutan del viaje, por lo que dentro de este coche no escucharás la frase: “¿Cuánto falta?; ¿falta mucho?” Nada de eso. Incluso buscarás el camino más largo para llegar a tu destino.
No pierdas la fe, porque también tiene botones. Botones que te ayudan a tener un acceso rápido y sin retirar la mirada de la carretera a un montón de funcionalidades básicas, modos de conducción, refrigeración, audio, … Todo sin dejar de ofrecernos la opción de navegar por su pantalla que funciona francamente bien. Rápida, intuitiva, bien conectada y resolutiva.
Por fuera me parece un espectáculo: un diseño robusto, con líneas rectas que nos indican que este es un coche que vale para todo lo que te propongas y también para que nadie te tosa en un cruce o un semáforo. Este coche impone. Además, su diseño exterior facilita la distribución interior, con un gran aprovechamiento del espacio que permite desplazar a siete personas cómodamente con una zona de carga bastante generosa. Su larga batalla (distancia entre ejes) también favorece un comportamiento dinámico muy suave, cómodo y ágil que, junto con una buena altura libre al suelo y sus diferentes modos de conducción, nos permite escapadas fuera del asfalto y, si te atreves, algo de todoterreno con barro y piedras donde el Santa Fe se desenvuelve francamente bien.
El interior sorprende tanto como el exterior, aunque una vez al volante te olvidas de tanto volumen porque se siente muy ligero, ágil y fácil de conducir gracias a su esquema de suspensiones, reparto de pesos, potencia y fuerza. Sorprende el nulo ruido interior tanto de motor como aerodinámico, y más teniendo en cuenta su forma y dimensiones. Como he dicho antes, la posición de conducción es muy cómoda y tienes todo el control del coche al alcance de la mano y sin necesidad de retirar la vista de la carretera, que es donde hay que mirar cuando conducimos. Muy ergonómico y confortable para todos los ocupantes; y con unos materiales que transmiten calidad, fiabilidad y durabilidad.
Este coche te viene bien si buscas espacio sin necesidad de comprarte un mamotreto imposible de aparcar. El Santa Fe se aparca bien gracias a sus formas y asistentes. También tiene un diseño muy peculiar y atractivo con un interior amplio, de calidad y cómodo. Una oferta motriz que nos permite circular siempre tranquilos con sus etiquetas ECO o CERO y un comportamiento dinámico sorprendente y eficiente. Nunca te irás a consumos descontrolados, aunque no tengas un enchufe cerca y siempre que circules con cierto orden.
A mi este coche me ha gustado mucho. La verdad es que, con tanta marca, tanta opción, tanta tecnología y tanto último grito, es posible que estemos perdiendo la fe en este sector. Hasta que nos encontramos con este modelo surcoreano, que tiene nombre de ciudad californiana de origen español: Santa Fe.
