Filmin estrena en España la última película del lituano Emilis Velyvis. Un impactante thriller de tintes políticos sobre el choque generacional en las antiguas repúblicas soviéticas.
Filmin estrena en España el próximo 6 de enero el thriller lituano «La Generación del Mal», dirigido y coeescrito por Emilis Velyvis («Redirected»). Se trata de una película absorbente, violenta y estremedora protagonizada por Gintas, un jefe de policía que pertenece a la élite local que ha gobernado en silencio su pequeña ciudad de provincias durante los últimos años.
A punto de jubilarse, es golpeado por una serie de asesinatos que están arrasando con los miembros de la casta a la que pertenece, y que podrían sacar a la luz sucios secretos del pasado. Gintas (interpretado por el actor Vytautas Kaniusonis), deberá entregarse en cuerpo y alma para resolver el caso y proteger su vida y la de los suyos.
«Para crear algo nuevo en cualquier área de la vida, a menudo se debe destruir lo viejo», comenta el director Emilis Velyvis: «Cuando la generación dominante mayor del país comienza a darse cuenta de que los jóvenes hambrientos y valientes vienen a cambiarlos con una visión del mundo y otros valores completamente diferentes, comienza la inevitable revolución».
Para Velyvis, la película se relaciona con los cambios políticos y sociales que han vivido las antiguas repúblicas soviéticas desde finales de los 80. Los jóvenes comunistas que vivieron la desintegración de la URSS con 30 años han gobernado la sociedad lituana desde entonces.
Pero ahora la lucha política no se produce entre los diversos grupos del sistema soviético, sino entre los viejos remanentes de aquel sistema y una nueva generación cosmopolita que casi no recuerda aquella época y viene con la educación internacional, las tecnologías digitales y la ideología de la globalización.
«La Generación del Mal» reflexiona sobre estos cambios ilustrándolos en un modelo a escala más pequeña: «Estos procesos complejos, a menudo dramáticos, los examino como un modelo comunitario más simple, eligiendo la vida de un pequeño pueblo de provincias», concluye Velyvis.