Así me convertí en puta. Piedad Santiago. Editorial Nazarí
«Soy María Jesús Expósito Salazar, nací en Jaén el día 2 de abril de 1954. Necesito contar mi historia como remedio para perdonar y redimirme de una vida extrema que nunca fue fácil». Así comienza esta novela, con esta voz que narra su propia vida, desde la infancia a la madurez. Vida de una mujer que confiesa y detalla su camino hacia la prostitución. En primera persona. Sin victimismos, sin concesiones al morbo, al erotismo o a la pornografía novelada. Se trata de una novela que, según la autora, le fue inspirada por la revelación de alguna paciente (la escritora ejerce la medicina). En una nota final, la autora añade que la fuente que más le ha ayudado a darle verosimilitud al relato es el podcast Escort, de Alfredo Urdaci, antes llamado Condenadas a la clandestinidad.

Desde pequeña llamada Chusa, la historia de María Jesús Expósito es la de una mujer que crece en un ambiente de pobreza y miseria moral: «tuve la desgracia de vivir en un ambiente hostil, pobre, depravado y ruin, forjando mi personalidad a base de tortazos emocionales y físicos que me dejaron llena de cicatrices por todo el cuerpo». Es interesante anotar que los principales adversarios en la vida de Chusa no son los hombres sino las mujeres, esas a las que ella llama, desde la primera página, las dragonas, «porque lo único que sueltan es fuego por su boca, destruyendo reputaciones, honestidades y, sobre todo, los sueños de niñas que renuncian a su inocencia por vivir en una miseria emocional que no hubieran conocido de haber tenido más suerte». En un arrebato de sinceridad vengativa, Chusa promete contarlo todo y no ahorrar adjetivos ni prudencia contra quienes fueron el origen de sus tormentos.
La historia que cuenta Piedad Santiago es verosímil desde la primera línea hasta la última. Está compuesta por los hilos de las biografías de tantas otras mujeres. Y el resultado es una de las posibles vías o caminos por los que una mujer deviene en puta, y ejerce el oficio, el trabajo, o como le quieran llamar ustedes a esa dedicación sobre la que siempre pesan las polémicas, los debates, y sobre todo el estigma que rodea a la prostitución. El primer ejercicio que se debe hacer es el de comprender las razones que llevan a putear, y escuchar a quienes ejercen esta dedicación, escuchar por ejemplo a Chusa.
Chusa será puta, pero antes es hija de una prostituta. No quiere decir esto que la inclinación se herede. Pero sirve de marco de referencia para que Chusa sea ofrecida al rico terrateniente que abusa de ella, con el consentimiento de su madre. En cuanto desarrolla una cierta autonomía moral, Chusa huirá a Barcelona, donde viven unos familiares. Chica de pueblo llega a la gran ciudad. Y comprueba que el «arsénico que lleva entre las piernas» es un veneno que tiene un gran poder de atracción para los hombres. El primero, su tío. Luego los vecinos. A los diecisiete años descubre su negocio. Y enseguida, el poder del dinero.
Un personaje muy vivo
Decíamos que son muchos los caminos o razones por las que se llega a la prostitución. Si se escuchan los capítulos del podcast Escort los encontramos todos. Es habitual la necesidad del dinero, y el recurso a una estrategia económica para conseguirlo de forma rápida. Las mujeres que se dedican a la prostitución no tienen tiempo de construir planes a largo plazo: estudiar, obtener un título que de acceso a una profesión y a una dedicación mejor pagada. Necesitan dinero hoy. Muchas cifran sus planes en el ahorro: comprar un piso, tener un negocio. Pero mientras, tienen que pagar facturas. Tienen hijos porque son madres solteras o se han separado y los padres no contribuyen. Y cuando miran atrás reconocen que la prostitución les ha permitido llevar una vida mejor que la que tenían de partida. El oficio es un trampolin para llegar a una vida mejor. Así, Chusa será cantante, tendrá éxito, se casará y el matrimonio será su ruina. Y volverá, con hijos y más años, a ejercer como prostituta.
La novela de Piedad Santiago funciona así como una historia de una verosimilitud muy sólida. María Jesús Expósito Salazar es un personaje muy vivo, muy real, que cuenta su propia historia con una voz muy auténtica. Asistimos a su descubrimiento del mundo, y aunque lamenta las miserias en ningún momento pretende erigirse como víctima para lograr un atajo hacia nuestra compasión. No es eso lo que busca. Se conforma con descargar el relato de su existencia para compartir una experiencia vital en la que pasa de las alegrías a las amarguras con una extrema facilidad. El lector que haya sabido de los debates sobre la prostitución tendrá así un ejemplo de gran viveza para confrontarlo con sus teorías, sean cuales sean. Y podrá revisar la solidez del estigma con el que se juzga a personas excesivamente juzgadas, maltratadas por el dragón que todo moralista lleva dentro. La de Chusa, como la de muchas como ella, es una historia que termina mal. Y son muchas las causas y razones por las que no es posible otro final. A pesar de que la vida de las mujeres dedicadas a la prostitución consiste en dar placer a cambio de dinero, para entregar ese dinero con generosidad a quienes dependen de ellas.
He leído esta estupenda novela que nos atrapa desde sus primeras páginas para ofrecernos un relato muy realista sobre la historia de una prostituta.
La reseña de Marcelo Briro me parece muy acertada
No puede pasarnos desapercibida esta gran novela . Un retrato que nos ayuda a comprender a un ser humano en muy adversas circunstancias.