Los colores del tiempo – Ana Alonso – Espasa editorial – 19,90€ – 314 páginas
Ana Alonso crea una trama intensa y reivindicativa en Los colores del tiempo, la historia nos muestra la vida de una maestra muy alejada de los preceptos propios de la posguerra y es que su visión de la vida y la justicia, nada tiene que ver con lo que se la dista, aunque es madre es también mujer y por eso lucha contra todo aquello que la aleje de un mundo más justo, a pesar de que esos límites le puedan costar la propia vida
Sinopsis inicial
Adela se acercó como cada semana al quiosco para que le dejaran uno de aquellos nuevos libros que traían, pero en el trayecto se la quitó el párroco del pueblo, al principio le comentó que era por esas ideas absurdas que traía en su interior pero el motivo real es que la inspectora de educación la tenía vigilada y estaba esperando cualquier movimiento en falso para alejarla de allí. Con tono irónico y de burla se concluyó la conversación y es que el trato entre Don Marcos y ella era ameno y distendido. El sacerdote estaba intrigado con aquella mujer de ideales fuertes y muy distinta de las beatas y mujeres que vivían en aquel pequeño pueblo de León.
Adela Cruz, ese era su nombre. Todos la conocían por ser la maestra de la escuela, también por su carisma y es que su forma de impartir clases no tenía nada que ver con recibir nociones de limpieza, ni consejos cristianos. Basaba su metodología en formas de reflexionar y de preparar a las niñas para un futuro mejor, pero Doña Mercedes no creía en esa doctrina alejada de lo que dictaba el general. Por lo que haría todo lo posible en alejarla de aquel entorno, sin importarle aún menos que la hija de esta, Lucía pudiera quedarse fuera, sin colegio y con su madre sin trabajo.
Pero como siempre ahí estaba Don Marcos para ayudarla, sabía que aunque le costase pedir ayuda, la necesitaba. Era una mujer viuda, con una niña de 9 años que no había conocido a su padre tras morir en el frente. Además, Lucía impactaba por su cabellera pelirroja, por lo que era otro flaco favor para que se alejasen de ella y su madre los malos rumores. El sacerdote sabía que durante una época Adela había cosido, por lo que la llevó a casa de unas ilustres hermanas para que la ayudasen a tejer un mantón, esto le serviría como un ingreso extra pero fue en esa visita de Don Marcos a su casa donde encuentra una libreta y se percata de que ella escribe.
Pero lo más destacado no es su escritura, si no su lectura actual y es que Una mancha de carmín era una de las novelas que trajo del quiosco y tras leer gran parte del libro, reaccionó y se dio cuenta de que aquel libro era un plagio, el original era el de su amiga Carmen, por lo que lo antes posible haría un reclamo a la editorial y es que es historia es en parte su vida y no estaba dispuesta a que se la arrebataran.
Nuevos cambios
Poco tiempo después de emitir el comunicado recibe noticias, pero no son de la editorial son de la Delegación de Educación, en ella le indican que debe abandonar su actual pueblo para irse a un remoto pueblecito en Perdesivil. Esto la alejará de Don Marcos pero seguirían manteniendo el contacto y es que amistades como la suya son se fraguan todos los días.
Es apenas un pequeño el tiempo que allí reside, pero el suficiente para que conociese a un ser especial que hizo que su vida estuviera aun más revuelta. Y es que adentrado en la oscuridad de la noche y las montañas estaba un maquis que despertó la curiosidad de Adela. Poco tiempo después, llega a la capital pero en medio de todo esto nos narran la verdadera historia de Adela, su pasado y su amistad con Carmen, quien con cuyo empuje y determinación hizo que Adela se afiliase a CNT,con las consecuencias que eso le podría traer.
La vida de Adela se pondrá en sintonía con Antonia Rejas, el editor de la editorial y a quien reclamó el plagio pero la vida de esta se verá relacionada con personajes ilustres como Pertegaz o Gloria Fuertes y vivirá en parte fiel a los dictámenes del régimen con tal de que su hija tenga un trabajo estable pero son muchos los entresijos que aquí se aúnan para conocer cómo es realmente esta incandescente y vivaz mujer.
Mi valoración personal
Los colores del tiempo me ha sorprendido por su frescura, y es que los personajes que se relatan son muy diferentes a los tópicos de la posguerra. La ironía forma parte de la prosa de Ana Alonso y nos muestra un mundo de mujeres revolucionarias, que cambian su mundo a través de la palabra.
Es una novela ágil, incluso demasiado y es que me hubiera gustado más detalles de Adela, creo que es un referente por lo que podría haber incidido aun más en su imagen y repercusión en su entorno. El personaje de Don Marcos es fantástico, esa sutileza para resolver los asuntos y tratar temas tan dispares con Adela, me ha sorprendido y es que se aleja de le percepción que tenemos de un sacerdote de pueblo en esa época.
Es una novela corta pero con matices muy marcados que se podrán haber enfatizado más para crear una novela singular y con identidad. No he leído nada anterior de la autora pero si puedo lo seguiré haciendo y es que me gusta lo clara y directa qué es, no deja nada en el tintero y juega siempre en función de sus ideales. Creo también que ese doble juego contra los mandatarios y como choque reivindicativo es brutal pero que no es consecuente con lo que de verdad sucedía.
Aunque es un preámbulo de lo que poco a poco acontecía en la época, en definitiva una novela evocadora destinada tanto a aquellos que les guste la histórica como que no porque el mensaje final y sus sucesos están acordes a la perspectiva de inicio del libro, y eso a veces es difícil de lograr.
Otras novelas que te pueden gustar son: Regreso a París, Nadie sabrá de mí o Julia está bien
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