Los Thibault, de Roger Martin du Gard. Tomo primero. Punto de vista editores. 952 páginas
Los Thibault es una colosal saga familiar que narra, a través de más de dos mil páginas y ocho volúmenes publicados entre 1922 y 1940, la historia de dos hermanos —Jacques y Antoine Thibault— desde los años previos a la Primera Guerra Mundial hasta su trágico desenlace en el conflicto. Bajo la apariencia de una novela burguesa al estilo de Balzac o Thomas Mann, la obra va despojándose de sus ropajes decimonónicos para mostrar una anatomía despiadada de las contradicciones de la modernidad: la lucha entre la moral tradicional y las ideologías del siglo XX, entre el individuo y la historia, entre el deber y la conciencia.

Jacques, el hermano menor, es el idealista: antibelicista, rebelde, próximo al socialismo y al pacifismo radical. Antoine, médico racional y conservador, representa el pragmatismo y la obediencia civilizada. A través de sus vidas, el autor disecciona la estructura moral de una sociedad que marcha, sin saberlo, hacia la catástrofe. El ciclo concluye con un canto desesperado al compromiso ético y a la impotencia del individuo frente al coloso de la guerra.
El estilo literario de Roger Martin du Gard
Martin du Gard escribe como un cirujano: con precisión, con pulso firme, y con una voluntad implacable de disección psicológica. Su estilo es sobrio, sin adornos superfluos, heredero directo de Flaubert, aunque más funcional que estético. No busca la belleza de la frase, sino la verdad del personaje. Su narración es omnisciente, clásica en su estructura, pero profundamente moderna en su abordaje del conflicto interior, el retrato social y la evolución del pensamiento.
Una de sus marcas estilísticas es la capacidad para integrar en la ficción largas cartas, informes médicos, diarios personales y discursos ideológicos, sin que ello rompa el ritmo narrativo. Hay una voluntad documental que anticipa lo que décadas más tarde desarrollaría la non-fiction novel. Martin du Gard confía en la literatura como instrumento de exploración ética, no como artificio.
Su importancia en la literatura francesa y europea
Los Thibault supuso una piedra angular en la literatura francesa del siglo XX. Cuando Martin du Gard recibió el Premio Nobel de Literatura en 1937, se reconocía no sólo el valor literario de la obra, sino su ambición moral y política. André Gide, amigo personal del autor, dijo que “nadie ha hecho con tanta honradez el retrato de una generación desorientada”. Albert Camus lo consideraba un precursor del intelectual comprometido, y los historiadores de la literatura lo sitúan como el eslabón entre la novela clásica francesa y el existencialismo.
El ciclo de Los Thibault se lee hoy como un espejo anticipado de las catástrofes del siglo XX. Aunque su popularidad ha decrecido frente a obras más experimentales, su solidez narrativa y su profundidad lo mantienen como lectura esencial en las universidades y entre los lectores que buscan una novela total: familiar, política, espiritual y humana.
Otras obras de Martin du Gard
Aunque Los Thibault es su opus magnum, Martin du Gard escribió otros textos significativos que completan su retrato de la condición humana. Jean Barois (1913), por ejemplo, es una novela filosófica sobre la crisis de fe en un intelectual durante el caso Dreyfus, que anticipa muchas de las tensiones éticas y políticas que desarrollará en Los Thibault.
También destacan sus Carnets (publicados póstumamente), una serie de diarios personales donde el autor reflexiona sobre la escritura, la política y la vida privada. Además, escribió algunas piezas teatrales y relatos breves, entre ellos Confidences africaines, aunque con menor repercusión.
Biografía de Roger Martin du Gard
Nacido en Neuilly-sur-Seine en 1881, en el seno de una familia burguesa, Roger Martin du Gard se formó como archivista-paleógrafo en la École des Chartes, lo que explica su rigor documental y su afán de exactitud. Fue un hombre discreto, poco dado a los círculos literarios, aunque mantuvo correspondencia y amistad con figuras como Gide, Malraux o Paul Valéry.
Durante la ocupación alemana se refugió en Niza, y tras la guerra se retiró casi por completo de la vida pública. Falleció en 1958. Su legado, sin estridencias, continúa siendo un ejemplo de cómo la literatura puede encarar la historia con ética y con arte, sin necesidad de exhibicionismo ni pirotecnia.
Epílogo crítico
En una época donde la velocidad y la fragmentación reinan, volver a Los Thibault es como entrar en una catedral del pensamiento narrativo. Hay que entregarse con paciencia, pero la recompensa es inmensa. Roger Martin du Gard no quiso ser brillante, quiso ser honesto. Y lo logró. En tiempos de ruido, leerlo es un acto de resistencia.