La rapera española participa en el acontecimiento True Music In The Round de Boiler Room para Ballantine´s. Rosalía no es la primera artista en mezclar flamenco con hip-hop y Bad Bunny no es el inventor del rap latino. En 2000 Mala Rodríguez, que provenía del incipiente rap sevillano, lanzó su primer disco, Lujo Ibérico, en el que mezclaba su flow español con influencias flamencas, juegos de palabras y una desenfrenada confianza para tocar, que le llevó a conseguri su primer disco de oro.
La reina del rap
Se adelantó 21 años y Mala Rodríguez, sigue siendo la reina del rap español cuando sube a un escenario instalado en el jardín de la Fundació Joan Miró. Estamos en una galería de arte de diseño del barrio barcelonés de Montjuic. El exclusivo set transmitido en vivo forma parte de la serie True Music: In the Round de Boiler Room para Ballantine´s, que tiene como objetivo reconectar a las comunidades musicales y a los fans de todo el mundo mientras dure la pandemia
Rodríguez inicia su actuación con Superbalada, el punto culminante de su álbum de 2020 MALA ,con un coro que deja claro que su actuación en esta Boiler Room para Ballantine´s significa mucho para ella. Mala Rodríguez actúa con la confianza de alguien que ha pasado la mayor parte de las dos últimas décadas en lo más alto del rap español, guiando a sus bailarines y deteniendo los ritmos de un solo gesto. Más allá de su elaborado vestuario y su cuidada producción. se puede escuchar la misma mezcla de desafío y dolor que ha recorrido su música todos estos años.
Lo que me hace vibrar
Rodríguez se encuentra en una posición interesante. Es muy popular en España y América Latina e incluso fue incluida en una de las listas de reproducción presidenciales de Barack Obama, en el verano de 2015. Pero como nadie es profeta en su tierra, considera que ha sido malinterpretada en Andalucía, evidencia del pecado nacional de la envidia y quizá, de una perspectiva masculina demasiado frecuente. » La gente piensa que hago las cosas por dinero y no me conocen en absoluto», afirma Rodríguez «Siempre he hecho canciones que me hacen vibrar. No tengo otro incentivo. Nadie entendía en ese momento que estaba cantando a las mujeres, o que estaba usando mi propio acento».
A lo largo de su carrera, Rodríguez ha seguido evolucionando. Su álbum de 2013, Bruja encierra influencias de UK Garage y reggae, mientras que MALA, de 2020, incorpora desde ritmos de reggaetón, slinky (Like) o dancehall (Contigo). Pero a pesar de su enfoque abierto otros géneros, el hip-hop y el flamenco siguen siendo los cimientos de su sonido. «Para mí, el hip-hop es algo mucho más grande que una canción de rap, es un movimiento«, explica. «Siempre reconoceré a los precursores del movimiento hip-hop, así como a todos los grandes del flamenco. Las raíces son las mismas.»
Hip-hop
El hip-hop en España ha experimentado una profunda evolución desde que Rodríguez lanzó su primer disco. La última década ha visto reemplazar en gran medida los ritmos recortados de la escena «jarcor» en la que Rodríguez creció, con una nueva generación de artistas haciendo del hip-hop la lingua franca de la juventud española. Rodríguez dice que este cambio en el hip-hop español tenía que ocurrir. «[El hip-hop] se había afianzado y débil. Era hora de un cambio de paradigma«, explica. «Me gusta el hecho de que todo sigue girando. Si las cosas se mantienen iguales, apestan.»
Este no es un error que Rodríguez vaya a cometer. Lejos, ahora, de la «muy dura» escena del rap sevillano en la que emergió, sigue avanzando. «No importa si vendes o no vendes«, afirma «Lo auténtico es lo que escribes y lo que aprendes”
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