Noelia Lorenzo Pino ha publicado recientemente «La estrella de quince puntas«, de la mano de la editorial Erein. Se trata de un thriller interesante y muy bien relatado del que no podrás despegarte hasta llegar al final.
A raíz de la publicación de esta nueva ficción, reseñada hace unos días en esta web, hemos tenido la gran suerte de poder entrevistar a la autora y charlar con ella de su novela, además de conocerla un poco más de cerca. Desde Fanfan le agradecemos mucho que haya dedicado unos minutos a responder nuestro cuestionario.
Noelia Lorenzo Pino ha pasado de trabajar en el mundo de la moda, con telas y retales, al mundo de la escritura para “tejer” palabras y así crear historias. Se podría decir que la creatividad es lo suyo. Pero ella, ¿Cómo se considera?
La verdad es que crear le da oxígeno a mi pequeño mundo. Me recuerdo creando la mayor parte de mi vida. Es una necesidad.
Tienes varios libros publicados y además has obtenido varios premios. A la hora de escribir una nueva ficción ¿Cómo vives la escritura? ¿pesa la presión por esa trayectoria?
De momento no me ha pesado. Yo soy de las que se exige mucho y nunca me quedo contenta con cada nueva novela que termino (me lleva pasando desde la primera). Hasta que los lectores no la elogian, yo solo soy capaz de ver lo negativo de la obra. Cuando esto pasa, por fin empiezo a valorarla y es entonces cuando me pregunto: “¿Cómo voy a conseguir que la próxima tenga todos estos ingredientes?” Y vuelta a empezar…
Acerca de esta nueva ficción
“La estrella de quince puntas”, arranca con la aparición de un cuerpo decapitado en el Plaiaundi (Irún) y, sin embargo, gran parte de la ficción se enmarca en Punta Galea (Vizcaya). Háblanos un poco de ese cambio de escenario y por qué.
Buena carga de la trama recae sobre los Careaga, una familia adinerada. Barajé la posibilidad de ubicar a los Careaga en Donosti, pero al final me decanté por Vizcaya. Siempre he pensado que allí hay más pasta, y hace poco me enteré de que los vizcaínos piensan que no, que es en Guipúzcoa. Al final, un compañero escritor, Javier Sagastiberri (guipuzcoano afincado en Vizcaya), me aconsejó que si quería ambientarla en una zona adinerada de allí, lo hiciera en Punta Galea. Seguí sus consejos, y que estuviera al borde de unos acantilados enriqueció muchísimo la historia.
Enlazando un poco con la pregunta anterior, ese cuerpo además de decapitado aparece con las yemas de los dedos abrasadas con ácido sulfúrico, algo que complica mucho la identificación. Y un buen gancho de cara a crear curiosidad en el lector y quiera leerla (al menos en mí, que lo primero que hago es mirar la sinopsis y ver si hay algo que me llama la atención). ¿Te has inspirado en algún caso real o simplemente surgió?
La novela tiene muchos personajes y una trama compleja. Por un lado, necesitaba que las víctimas fueran anónimas para no desviar la atención con interrogatorios. Estuve hablando con el oficial de la Ertzaintza que me ayuda con la documentación policial, y me explicó que una de las maneras de identificar a una víctima es tomándole la necrorreseña dactilar, por eso decidí que el autor o autores les abrasaran las yemas de los dedos, para que fuera prácticamente imposible. Por otro lado, cuesta identificarlas porque aparecen decapitadas, pero la explicación de esto no se desvela hasta el final.(Qué negra ha quedado esta respuesta, joe).
En “La estrella de quince puntas”, se tocan algunos temas como el dolor (en este caso la pérdida de una hija), los abusos a menores, la lealtad hasta las últimas consecuencias hacia las personas que te ayudaron en un momento determinado, los miedos que acechan en un mundo cada vez más inseguro… la auténtica y cruda realidad plasmada en una ficción. Es verdad eso de que la realidad supera a la ficción.
Sí, me gusta esta pregunta porque “cómo nos marca el dolor y el sufrimiento” es el eje de esta novela. Es increíble la capacidad que tiene de cambiarnos. Puede lograr insensibilizarnos, destruirnos e incluso transformar a niños inocentes en asesinos despiadados.
Y sí, la realidad supera la ficción. En “Corazones negros”, narro la historia de una red de tráfico de mujeres. Me documenté para escribirla, pero la historia que cuento es totalmente ficticia. Cuando la terminé temí que no fuera creíble. Se la pasé a una amiga que ha estudiado perfiles criminales y me contó que ella se había topado con un caso en el que tatuaban las nucas de chicas con códigos de barras para poner el precio, etc. Jamás se me hubiera ocurrido algo tan escalofriante y terrorífico. Algo, por desgracia, real.
Pequeñas licencias a la hora de crear historias
Hay un aspecto que me ha llamado la atención: la electrorradial, que como tú bien dices al final, no existe y te la has inventado. Con todos los instrumentos quirúrgicos y no quirúrgicos que existen y que podrías haber hecho uso de ellos, ¿por qué esa necesidad de crear uno nuevo?
Si te soy sincera, hubiera preferido no inventarla, pero los huesos de las vías del tren ya aparecen en “Corazones negros”, mi anterior novela. Eider se topa con el informe de este caso que aún sigue sin resolver y narro brevemente en qué condiciones se halla una vértebra en concreto. Cuando me puse a desarrollar la historia de los huesos para “La estrella de quince puntas”, me di cuenta de que ningún instrumento quirúrgico dejaba las señales que yo describía. Te aseguro que en aquel momento me llevé las manos a la cabeza. Hablé incluso con un médico para intentar solucionar el tema. Al final solo existía una solución: inventarme el dichoso artilugio.
En relación a los personajes
Una de las características de esta novela es que los personajes son muy reales y resultan cercanos. Van evolucionando de forma natural a lo largo de la ficción. Sin embargo, en mi opinión, hay un pequeño contraste entre esos esos personajes tan reales y otro muy curioso, April (lo pregunto de esta forma para no hacer spoiler). ¿Cómo surge esta última? ¿Es una característica de tu escritura?
Era la primera vez que creaba un personaje como April. Reconozco que sentí que arriesgaba al hacerlo, pero me gusta que cada novela sea diferente a las anteriores. Me gusta experimentar y a la vez sorprender. Soy de las que me meto mucho en cada personaje y hubo momento en los que lo pasé mal escribiendo los capítulos de Alexander y April. Ciertos delirios me ponían muy nerviosa. Pero no podía abandonar a April. Surgió desde el principio y es ella la que poco a poco irá mostrando la verdad. Es tan necesaria como escalofriante.
Eider es la gran protagonista de esa novela. En realidad, es su novela. ¿También hay novelas de la saga más enfocadas hacia la figura de Jon Ander u otros de la unidad de investigación criminal o tiras más hacia el protagonismo de Eider? (Sin desmerecer al resto, por supuesto)
Eider siempre tiene mucho peso. Me atrevería a decir que es la protagonista de la saga. Aunque Jon Ander la sigue muy de cerca, y en alguna de las novelas casi se igualan en protagonismo. Pero sí, he de reconocer que “La estrella de quince puntas” gira en torno a Eider. Mostrarla de una manera tan íntima me costó muchísimo. Llevo conviviendo con ella varios años y no me resultó nada fácil. Sonará raro, ¡pero casi es como una hermana para mí! Hay lectores que me dicen que los sienten como si fueran parte de la familia. Es muy emocionante que te digan cosas así. Tanto los delirios de Alexander como desnudar de esta manera a Eider, consiguieron que dejara la historia de lado durante muchos meses.
Hablando de personajes. A la hora de perfilarlos, ¿eres de los que se inspiran en personales reales o más bien vas cogiendo características de unos y otros?
Cojo características de unos y otros. Lo que sí hago últimamente es buscar por internet imágenes de personas reales (actores, músicos…) y adjudicarles uno de los personajes. Así me evito meter la pata a la hora de describirlos. Ahora mismo tengo una cuerda delante de mi ordenador con las fotos colgadas de los protagonistas de mi próxima novela.
Conociendo más de cerca a Noelia Lorenzo Pino
Y ahora, si te parece, algunas preguntas para ir conociendo más de cerca a la autora ¿Eres escritora de mapa o de brújula?
De mapa. Necesito hacer un esquema, si no sería incapaz de escribir una historia tan compleja sin dejar cabos sueltos.
¿En qué otras artes, además de en la literatura, se pierde Noelia Lorenzo Pino?
Hace más de veinte años me gustaba mucho el teatro, pero pasaba tantos nervios cuando salía al escenario que decidí dejarlo. Prefiero ser la que crea los personajes y no interpretarlos. También disfruto mucho dibujando. Y como espectadora adoro la música, el cine… Las artes me pierden.
Si pudieras ser un personaje, de novela, serie, película… ¿quién te gustaría ser?
Qué difícil. No se me ocurre ninguno. Es que al aceptarlos te llevas lo bueno, pero también lo malo. Es un arma de doble filo. Me quedo como estoy. Más vale lo malo conocido…
Si tuvieras que elegir una canción como banda sonora de “La estrella de quince puntas”, ¿Cuál elegirías?
Hay tres canciones que, cada vez que las oigo, me llevan de vuelta a la novela:
Mum, de Belako, Wait, de M83 y Unfinished Sympathy, de Massive Attack. Las tres las escuché en bucle para escribir unos capítulos en concreto.
Y para finalizar, te dejo este espacio en blanco para que puedas añadir lo que quieras o estimes conveniente.
Muchas gracias, Bego. Me ha encantado la entrevista. Me he sentido súper cómoda respondiendo las preguntas. Te mando un beso a ti y a todos los lectores.
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