Barbieheimer parte 1. Toda la potencia visual de Nolan en su cinta más intimista

Ésta iba a ser una crítica doble que incluía a Oppenheimer y Barbie. Pero ambas tienen tonos y temas tan distintos, que parece mejor dejarles espacios separados, aunque ambas se encuentren para siempre unidas por el meme Barbieheimer

Regresa Nolan a la gran pantalla con un reparto de excepción, toda su potencia visual, su música abrumadora, su uso de efectos prácticos. Pero lo hace sin sus paradojas del espacio, del tiempo o de la mente. Junto a Barbie, Oppenheimer está llamada a ser una de las películas del año.

Sinopsis de Oppenheimer

Drama biográfico basado en American Prometheus, libro escrito por Kai Bird y Martin J. Sherwin en torno a la figura del científico J. Robert Oppenheimer, judío neoyorkino, y su rol en la creación y desarrollo de la bomba atómica.

En tiempos de la Segunda Guerra Mundial, el brillante físico estadounidense Julius Robert Oppenheimer, al frente del Proyecto Manhattan, lidera los ensayos nucleares para construir la bomba atómica para su país. El 16 de julio de 1945, en el desierto de Nuevo México, se detona en secreto la primera bomba atómica de la Historia.

Impactado por su poder destructivo, Oppenheimer se cuestiona las consecuencias morales de su creación. Desde entonces y durante el resto de su vida, se opondrá firmemente a la guerra nuclear y a la todavía más destructiva bomba de hidrógeno. Su vida dio un profundo vuelco, pasando de tener un papel fundamental en el mapa político de la Guerra Fría a ser acusado de comunista.

Comentario

El físico neoyorquino interpretado por Cillian Murphy
El físico neoyorquino interpretado por Cillian Murphy

La bomba atómica es una buena metáfora de Christopher Nolan y su cine. Ambos son apabullantes, diríamos más grandes que la vida. Incluso en este trabajo más íntimo, Nolan desata todos los demonios, la música y el sonido nos abrazan, la imagen nos envuelve, especialmente si se ve como Nolan desea (IMAX 70 mm)… Por supuesto no podíamos librarnos tampoco en este biopic, aunque no haya paradojas temporales ni mentales, la narrativa no es totalmente lineal.

Tres líneas temporales, color junto a blanco y negro

Oppenheimer mezcla tres líneas temporales y el color junto con el blanco y negro. Esta combinación de líneas temporales y formatos exige un importante esfuerzo al espectador. Esfuerzo que en nuestra opinión merece la pena.

La primera de estas tres líneas corresponde a la biografía del físico desde su viaje formativo a Europa hasta que se detona la primera bomba atómica en Japón, pasando por el desarrollo del Proyecto Manhattan. La segunda es una audiencia de seguridad en 1954 para determinar si Oppenheimer debía conservar sus credenciales de acceso a secretos nucleares. La tercera es la audiencia en 1959 de Lewis Strauss ante un comité del Senado de EE.UU. para confirmarlo o descartarlo como Secretario de Comercio del presidente Eisenhower.

Además y completando este mapa, tenemos el uso del blanco y negro y del color que, afortunadamente, Christopher Nolan tuvo a bien explicar. El color representa la perspectiva de Robert Oppenheimer. En cambio, el blanco y negro es la perspectiva de Lewis Strauss.

Lewis Strauss

Robert Downey Jr. como Lewis Strauss en Oppenheimer
Robert Downey Jr. como Lewis Strauss en Oppenheimer

En cuanto a este personaje, es traído al primer plano para definir un antagonista a la altura del protagonista. Desafortunadamente, al centrase en Strauss, Nolan deja de centrarse en Oppenheimer, y nos distrae con un personaje poco conocido para el gran público dejando quizá en el tintero algunos aspectos de la personalidad o de la biografía del físico.

En realidad parece que muchos militares estaban frustrados con la influencia del influyente científico. Ante las peticiones de más desarrollo de armamento, él proponía invertir en sistemas de defensa, o sugería negociar el límite en el desarrollo de armas nucleares con la URSS… así que, antes o después, hubiera surgido alguien que quisiera cortarle las alas, como finalmente sucedió.

El protagonista

Una de las principales críticas que se hacen a este director es su incapacidad para mostrar la mente y la intimidad, el alma y la profundidad de sus personajes. En el caso de Oppenheimer, desde el principio Nolan nos deja claro que es un genio. A cambio desconocemos sus motivaciones, el por qué de sus simpatías izquierdistas, o cómo pasa de liderar el diseño y construcción de la bomba atómica a pedir la limitación en el desarrollo de las armas nucleares, la creación de tratados con la URSS…

Las mujeres

Si a Nolan se le critica por sus personajes, esta crítica se eleva a la enésima potencia en cuanto a sus personajes femeninos. Aquí sólo hay dos relevantes, Kitty Oppenheimer (Emily Blunt) y Jean Tatlock (Florence Pugh). Ambas mujeres eran inteligentes e intelectualmente inquietas, con estudios superiores cuando aún era raro que la mujer accediera a la universidad, ambas comprometidas políticamente (Kitty había sido comunista antes de conocer a Oppenheimer y Jean lo fue hasta su temprana muerte).

Kitty intentando que su esposo se recomponga
Kitty intentando que su esposo se recomponga

El director reduce a Kitty a una esposa bebedora, que resume su biografía al protagonista comentándole sus matrimonios. Sólo durante la audiencia de seguridad en 1954 tenemos ocasión de apreciar su inteligencia.

Tatlock queda reducida a una mujer depresiva y dependiente cuya relación con el Oppenheimer es fundamentalmente carnal. Con tres horas de metraje, no parece haber excusa para no introducir un par de escenas que habrían bastado para dotar a ambos personajes de mayor profundidad y realismo.

Finalmente, se ha criticado la ausencia de mujeres en Los Álamos, aunque hubo algunas bastante relevantes. Habría bastado un guiño para acallar las más que justificadas críticas al director por la falta de personajes femeninos en sus filmes.

La técnica impecable de Nolan y su equipo

Este aspecto se ha comentado hasta la saciedad. pero no podemos dejarlo de lado. Nolan apuesta por la experiencia inmersiva del formato IMAX, a pesar de la aparatosidad de las cámaras y las dificultades prácticas de su uso en los rodajes. No satisfechos con esta elección, él y Hoyte van Hoytema, su director de fotografía, optan por rodar en película. Existen argumentos artísticos y técnicos para apoyar o rebatir esta postura, serán motivo para un futuro artículo dedicado.

Director de fotografía, director, protagonista... y una cámara IMAX
Director de fotografía, director, protagonista… y una cámara IMAX

Estas opciones no son frecuentes pero tampoco extraordinarias. Lo sorprendente de Oppenheimer es que, para las partes en blanco y negro, el director y su director de fotografía, no consideraron suficiente un proceso de falso blanco y negro (convertir las imágenes a blanco y negro tras rodar en color). Así que decidieron rodar partes de la cinta con película en blanco y negro. ¿El problema? Que no existía dicha película para el formato IMAX de 65 mm, y hubo de desarrollarse ex profeso (Gracias Kodak). Tal es el nivel de exigencia de Nolan con sus planteamientos estéticos.

Por otro lado hay que hablar de los efectos prácticos. Al descartar el uso del CGI, Nolan lleva a la pantalla un innegable realismo. Pero con su elección afronto tremendos desafíos técnicos. Si en Tenet eligió estrellar un Boeing 747 real para una escena, la broma recurrente para Oppenheimer era si haría detonar una bomba atómica real. Afortunadamente sus directores de efectos especiales, Andrew Jackson y Scott R. Fisher, dieron con una mezcla explosiva que provocase un hongo sin necesidad de recurrir a una bomba atómica.

Las interpretaciones

Además del manejo grandioso de la imagen y el sonido, el punto fuerte de Oppenheimer es la interpretación de los distintos personajes que hacen sus actores y actrices. Robert Downey Jr. está impresionante como el manipulador y sibilino Lewis Strauss, un hombre contenido y al mismo tiempo despiadado, acostumbrado a manejarse en los entresijos del poder de Washington. Matt Damon nos convence como el coronel Leslie Groves, militar comprometido con el desarrollo de la bomba atómica que no está dispuesto a pararse ante nada. Emily Blunt y Florence Pugh extraen lo máximo de sus personajes en un guion que no les da demasiada posibilidad.

El físico, aplaudido por el éxito de la bomba, mientras duda de la moralidad del ataque a Japón
El físico, aplaudido por el éxito de la bomba, mientras duda de la moralidad del ataque a Japón

Y tenemos por fin a Cillian Murphy como Oppenheimer. El actor logra transmitirnos las múltiples contradicciones del físico (pero, en su costumbre de explicar de más, Nolan las expondrá verbalmente a través de las palabras del Coronel Leslie Groves). Murphy nos presenta a un hombre al tiempo egocéntrico y solidario, mujeriego e intelectual, un judío que logra formar parte del sistema (al menos por un tiempo), con una imagen de control y seguridad que no se corresponde con sus dudas y escrúpulos (la escena en la que el científico da un discurso triunfal mientras imagina los efectos de la bomba lo ilustra a la perfección). En definitiva, un Robert Oppenheimer muy matizado.

En resumen

Nolan sigue siendo Nolan, con sus virtudes y sus defectos. El director sigue retorciendo el tiempo incluso si no hay paradojas, pero así mantiene nuestra atención. Sigue llevando la técnica a su límite. Sigue haciendo personajes femeninos faltos de contenido y profundidad. Sigue explicando demasiado…

Oppenheimer resulta visualmente fascinante, y la historia consigue captarnos primero y atraparnos después. Pero se deja algunos aspectos en el camino que tienen poca justificación, cuando hablamos de 3 horas de metraje. Y con todo, merece la pena verla y sentarse después a pensar por qué el ser humano tiene ese absoluto desprecio por su misma existencia y ese apetito insaciable por su propia destrucción.

Tráiler

Tráiler de Oppenheimer

Ficha técnica de Oppenheimer

  • Dirección: Christopher Nolan
  • Guion: Christopher Nolan
  • Reparto: Cillian Murphy, Emily Blunt, Robert Downey Jr., Matt Damon, Florence Pugh, Rami Malek, Benny Safdie, Josh Hartnett, Dane DeHaan, Jack Quaid, Alden Ehrenreich, Matthew Modine, David Krumholtz, Kenneth Branagh, David Dastmalchian, Michael Angarano, David Dastmalchian, Josh Peck, Jason Clarke, Casey Affleck, Dylan Arnold, James D’Arcy, Gary Oldman
  • País: EE.UU.
  • Duración: 180 minutos
  • Música: Ludwig Göransson
  • Fotografía: Hoyte van Hoytema

Póster

Póster de Oppenheimer
Póster de Oppenheimer

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