No hay amante de la buena mesa que no cuente con una agenda en la incluya a aquellas casas en las que sabe que, por uno y otro motivo, disfrutará de cada visita. A buen seguro, el restaurante que visitamos esta semana estará en la práctica totalidad de las agendas de todos ellos. Y en especial, de los que adoran la carne. No en vano, y ahora que los movimientos entre comunidades están restringidos con más protagonismo si cabe, se precia de ser el único restaurante de la capital en servir las carnes de El Capricho en Madrid. Se trata de Rocacho, podríamos decir que un asador del siglo XXI en pleno distrito financiero de la capital, que conquista con los chuleteros que José Gordón les manda desde su finca de León, junto con una oferta muy afinada que no defraudará ni a los paladares más exigentes.
Y es que los amantes de las experiencias gastronómicas del más alto nivel ya no tienen que desplazarse hasta Jiménez de Jamuz, en León, para probar sus famosas carnes. Vacas y bueyes que José Gordón cría y envejece en su finca leonesa y que recibieron el reconocimiento de la revista Time como “la mejor carne roja del mundo”. Ahora, bastará con acercarse a la calle de Padre Damián, y reservar en Rocacho para degustar las carnes de El Capricho en Madrid.
Es Rocacho (Pedro Damián, 38. Madrid) como decíamos, un asador del siglo XXI, que ha cambiado el serrín del suelo o la sidra a granel por manteles blancos, cuidada vajilla y selecta bodega. Rocacho tiene espíritu de asador pero en su estética es un local moderno, elegante y acogedor, obra del estudio Cuarto Interior. Por delante de todo ello su oferta en exclusiva la mayor selección de carnes y cortes de El Capricho en Madrid.
Las carnes de El Capricho en Madrid
Para no engañar a nadie, hay que decir que la joya de la corona, la chuleta de buey, únicamente estará disponible bajo petición previa. Pero a la brasa se ofrecen la chuleta de vaca de trabajo (de 30 o de 90 días de maduración), el solomillo de buey y de vaca y la entraña y la hamburguesa de buey.
El ligero sabor ahumado que le aporta la brasa y la excelencia de las piezas, que previamente son mostradas al comensal en un cofre de madera como buen tesoro que son, hacen que uno archive el sabor de estas chuletas en su memoria gustativa. Es una de esas carnes que no se olvidan. Brasas que acompañan a otros platos como su Coquelet.
Pero no sólo de chuletas o solomillos disfrutarán aquí los carnívoros. Las carnes de El Capricho que sirve en Madrid Rocacho van más allá. Sin pasar por el fuego de las parrillas: el carpaccio, el steak tartar, el picadillo, la carrillada y las chacinas (cecina, chorizo y salchichón), todo ello procedente de los célebres bueyes de Gordón.
Arroces y fideuás, estilo mediterráneo
Pero Rocacho es carne del Capricho y mucho más. El segundo as de la baraja será para los arroces y fideuás. Al estilo mediterráneo, con potente sabor, finísima capa y buen socarrat, consiguen aguantar el pulso a las carnes de El Capricho por su perfecta ejecución. Sin duda, más de una discusión provocará la decisión en mesas dispares: arroz o carne. No duden. No hay salida. Ambas o repetir visita.
Entrantes, verduras, pescados…
Más madera, y nunca mejor dicho, los pescados frescos y verduras a la parrilla del carbón, así como los platos fuera de carta, según temporada. A todo ello acompaña una buena selección de entrantes, entre los más clásicos, como la ensaladilla o las croquetas, y otros más originales como los Rocachos de bacalao –bacalao cubierto de un rebozado Orly teñido de negro con tinta de calamar–. Un plato que emula una pieza de carbón y rinde homenaje al nombre que luce el asador y que hace referencia a la roca como símbolo de pureza.
Completarían el póker de ases los postres de la casa, muchos de los cuales son terminados en mesa delante del comensal, como las Filloas flambeadas o su logradísimo Tiramisú. La bodega aguanta el envite de la cocina, con medio centenar de etiquetas seleccionadas entre los mejores viñedos nacionales e internacionales. Una completa experiencia que rondará los 70 euros como ticket medio.
Rocacho a domicilio o para regalar
Para aquellos a los que las circunstancias actuales no les inviten a acudir hasta Rocacho para disfrutar de las carnes de El Capricho en Madrid, han elaborado una propuesta para llevar o servir a domicilio. Una selección de aquellos platos (entrantes, principales y postres) que, por la complejidad de su elaboración o lo exclusivo de sus ingredientes, son más difíciles de replicar en casa y que, al mismo tiempo, mejor admiten ser transportados. En total, la selección representa en torno a un 60% de su carta habitual e incluye algunas de sus especialidades más demandadas.
Su oferta además se completa en estas fechas con unas ‘cestas’, prácticos cofres de madera en realidad, navideñas a base de productos selectos de El Capricho, entre otras exquisiteces. Las chacinas de El Capricho, los mejores vinos e, incluso, con chuletas al vacío, serán el regalo ideal para amantes del buen producto.
Otras opciones en la capital
Con Rocacho pues en la agenda de restaurantes que debemos visitar, y en especial si buscamos disfrutar de las carnes de El Capricho en Madrid, es momento para repasar otras propuestas de FANFAN para disfrutar en la capital. Como el nuevo restaurante de María Li Bao en Don Ramón de la Cruz. Dos casas de comidas a base de guisos, setas y carnes de caza procedentes de Soria o Palencia y vecinas ambas en el Barrio de Salamanca. Auténtica cocina mexicana en Chamartín. Arroces levantinos junto al Retiro. Una taberna andaluza en la plaza de la Paja. Platos castizos en Eduardo Dato…
