Sentimentales, ofendidos, mediocres y agresivos. Juan Carlos Girauta. Editorial Sekotia
Este libro de Girauta es un diagnóstico y una seria advertencia. No se trata de un manual de supervivencia, no aspira a eso. Es más bien una pieza de combate. Girauta no tiene miedo de utilizar la palabra guerra, en sus acepciones no bélicas. Guerra cultural. Porque la izquierda, la nueva izquierda seguidora de Laclau, en una de las metamorfosis más delirantes del marxismo, ha lanzado una guerra en todos los frentes. Y todas las causas que ha despertado, o de las que se ha apropiado para organizar su supermercado ideológico, son, afirma Girauta, «causas reaccionarias».
Lo primero es hablar, conversar. Un empeño difícil. En Nadie nace con un cuerpo equivocado, Errasti y Pérez Álvarez, sus autores, señalan lo imposible del debate sobre los postulados de la ideología queer. Sostiene lo queer que el sexo, al igual que el género, es una construcción que se forma con el bricolaje mental de cada cual. Para concluir que el sexo es un puro sentimiento, y que la medicina tiene la obligación de modificar la biología de las personas para adecuar su realidad física a su sentimiento. Sea cual sea.
Así, se han creado las policías de lo trans. No están lejos. En una circular del departamento de enseñanza del gobierno vasco, que Errasti y Pérez Álvarez entrecomillan, se recomienda vigilar en los recreos para detectar comportamientos que permitan intuir un sexo indefinido. Y a partir de la observación, hablar con los alumnos, tratar el tema con las familias, porque podemos estar ante un caso de transexualidad que debe ser tratado de inmediato.
Imposible el debate porque ante cualquier discrepancia el mundo queer responde con la acusación de la fobia. No estar de acuerdo es tener un problema mental, una incapacidad de entendimiento, una actitud intolerante. A partir de ese momento, el debate es imposible. Ha vuelto la censura, en su forma más atroz: la cancelación, la marginación social, la expulsión de la comunidad. Así las cosas, la pregunta más urgente que se hace el libro de Girauta es si la libertad de expresión está herida de muerte.
El autor, en la conversación que mantenemos con él en la sede de la editorial Almuzara, afirma que no se trata de dar la batalla contra la nueva izquierda para que sea la derecha la que recupere la hegemonía cultural. Esa idea la descarta, seguramente porque la derecha no tiene intención alguna de ser hegemónica en la cultura. Se trata de ir a la guerra, en el sentido no bélico, of course, para recuperar las libertades básicas, para que la democracia responda al principio de que se trata de un régimen de opinión pública.
La conversación, que adjuntamos en forma de podcast entre Juan Carlos Girauta y Alfredo Urdaci, director de FANFAN, es rica en detalles y análisis, se centra en la educación, infantilizada desde la primaria hasta las aulas universitarias, y en el delirio impuesto por una izquierda que roto con la inteligencia y el razonamiento, y que combate incluso contra el feminismo que abrió el campo de las libertades y los derechos para las mujeres.
