‘Ser ejemplo’, el liderazgo con un enfoque humanista

Ser ejemplo. Pequeños grandes líderes. Borja Milans del Bosch. Eunsa. Ediciones Universidad de Navarra

Ser ejemplo es un libro sobre liderazgo, pero es distinto a casi todos los libros sobre liderazgo que pueden encontrar en las librerías. En los últimos años han florecido. La oferta de planes y programas para convertirnos en grandes líderes ha experimentado una eclosión. Por eso quiero llamar la atención sobre el adjetivo «pequeños» que aparece en el subtítulo de esta obra. Milans del Bosch es lo que se llama un coach, otra palabra frecuente en nuestra vida reciente. Pero tampoco aquí se trata de un coach al uso. Al autor le gusta ponerse el adjetivo de humanista. Y aquí radica la diferencia, sustancial, porque sus objetivos están en otra parte. O más bien, busca conseguir el éxito a través de un camino ejemplar en el que el objetivo son los otros, las personas.

Durante la lectura de Ser ejemplo, me han venido al recuerdo algunas de las ideas de un gran filósofo sobre la empresa y el trabajo. No sé si Milans del Bosch lo ha leído, porque Ser ejemplo no tiene un apartado de bibliografía. Se trata de Leonardo Polo. Polo afirma que es en la empresa, más incluso que en la política, donde el hombre puede desarrollar mejor su personalidad y sus capacidades.

En una conferencia sobre el trabajo y la retribución, Polo dice que «el hombre trabaja porque es un ser personal, y la dimensión más profunda de ser personal es la efusividad, el esfuerzo por incrementar la realidad a través del trabajo, y de aportar algo más a lo dado. Por ello se violenta la condición humana cuando se trata al trabajador como un simple medio, como un instrumento para el logro de objetivos empresariales según puede derivarse de la concepción de algunos economicistas liberales»

Y luego, más adelante, viene lo central de su pensamiento cuando asegura que «si no se es consciente de que cuando se trabaja el primer beneficiario de ese trabajo es el hombre mismo, entonces toda política de personal está montada funcionando sobre una antropología falsa». Traigo a Polo a esta reseña porque Ser ejemplo es un itinerario, un libro de teorías y ejercicios prácticos que conducen a esa idea central, que están inspirados por ese pensamiento. El meollo de la ética empresarial está en la mejora de las personas que la constituyen.

La solución está en el corazón

Así que, de entrada, en este libro lo que nos encontramos es un punto de partida en el que se habla del afecto que comprende y no juzga, del reconocimiento del otro, de las actitudes que cuajan la capacidad de transformarnos y de transformar a los otros a través de la ejemplaridad. Al líder se le suponen unas capacidades técnicas y unos conocimientos excelentes sobre las materias que debe dominar, sean cuales sean y en el nivel que ocupe en la empresa.

Pero atributos o cualidades como la capacidad de dominar el ego y ejercitar la humildad, o lo que el autor llama, en un concepto que suena a revolucionario, «amor inteligente», esas son cuestiones que las escuelas de negocios desprecian, y que los entrenadores del éxito material y la testosterona suele despreciar como estorbos en el camino a la cumbre.

No estamos ante un libro teórico. Borja Milans del Bosch reconoce desde el inicio que los buenos hábitos tienen una gran capacidad de generar virtudes. El liderazgo, grande o pequeño, se practica. La humildad, el coraje, la prudencia, la lealtad, la gestión de los miedos, se aprenden en un camino que requiere una práctica cotidiana, y en esto el libro se constituye en un manual para el ejercicio, como si se tratara de una tabla de prácticas que están al alcance de todos.

Son muchos los puntos de conexión entre Milans del Bosch y otro de los autores que han pasado por FANFAN, el filósofo David Cerdá. Conectan, por ejemplo, en la afirmación de que la solución está en el corazón de las personas. Por eso es clave cuidar de los otros en el ámbito de la empresa, tener aprecio, mostrar gratitud, y practicar una comunicación abierta y efectiva, una comunicación auténtica. Milans del Bosch nos propone un método para desterrar de los ambientes profesionales el resentimiento, el rencor, ejercitar la cura del perdón y recuperar una alegría que es imposible sin humildad. Se trata de un modo de vida. Consiste en que las empresas puedan ser, de verdad, un lugar de desarrollo personal y no una ineludible desgracia a la que nos sometemos sin esperanza.

Alfredo Urdaci
Alfredo Urdaci
Nacido en Pamplona en 1959. Estudié Ciencias de la Información en la Universidad de Navarra. Premio fin de Carrera 1983. Estudié Filosofía en la Complutense. He trabajado en Diario 16, Radio Nacional de España y TVE. He publicado algunos libros y me gusta escribir sobre los libros que he leído, la música que he escuchado, las cosas que veo, y los restaurantes que he descubierto. Sin más pretensión que compartir la vida buena.

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