La ciudad ofrece a todos sus visitantes un rico patrimonio histórico-artístico, fruto de sus más de dos mil años de historia. Íberos, romanos, musulmanes, judíos y cristianos han dejado huella de su paso por la capital aragonesa, haciéndola merecedora del título de Ciudad de las Cuatro Culturas.
La romana, la mudéjar y la judía a día de hoy todavía conservan señas de identidad muy claras. De la romana las murallas, el teatro Romano uno de los mayores de la Hispania… de la mudéjar, La Aljafería sede actual del gobierno de Aragón, el torreón de Zuda y el muro de la Catedral de la Seo…de la judía quedan los baños que hacía las funciones de sinagoga mayor, hospital, y cárcel.
Este fin de semana la cultura judía, musulmana y cristiana serán las protagonistas del Mercado Medieval de las Tres Culturas. Artesanos, talleres, tabernas, pasacalles, juegos infantiles y actuaciones teñirán la Plaza de las Catedrales y su casco antiguo de un sabor añejo pero muy rico. Un mercado medieval en su mayor expresión.
La parte musulmana estará ubicada en el balcón de San Lázaro, la judía en el entorno de la Catedral de la Seo y la cristiana en la Plaza del Pilar.
Los puestos de artesanía son la pieza clave del Mercado donde los artesanos nos transportarán al pasado. Habrá muestras en directo con los oficios propios de la época medieval y también los habrá participativos para todas las edades.
Entre los 38 talleres destacan los de abanicos, alfarería, cuero, forja, panadería, tiro con arco, almendras, caligrafía, carpintería, flechería, heráldica, de jabones o de malabares.
Zaragoza es una ciudad acogedora donde el desarrollo cultural de los últimos años con ferias, museos, teatros, festivales… la hace, una ciudad a veces poco conocida a nivel nacional, con escaso eco mediático, y donde solamente, la Ofrenda a la Virgen del Pilar es noticia en los informativos. Aquellos que la visitan quedan fascinados por la plaza de las Catedrales, su casco antiguo, el Museo de Goya, el Tubo, la Aljafería, Mercado Central entre otras muchas joyas de Zaragoza, donde su gente tiene un valor fundamental.
Las tabernas y los puestos de comida son visitas obligadas con una gran oferta para todos los gustos donde la carne, almendras garrapiñadas, quesos, crepes… A lo largo de todo el Mercado Medieval existen exposiciones de máquinas, armaduras, espadas, instrumentos musicales de la época o exposiciones de tortura medieval.
