Últimos días en Berlín – Paloma Sánchez-Garnica- Editorial Planeta – 22,90€- 648 páginas
Paloma Sánchez- Garnica es sinónimo de buena literatura y con Últimos días en Berlín lo ha vuelto conseguir, este libro tendrá repercusión por ser el finalista del Premio Planeta 2021 pero en el interior de sus páginas hay una historia de guerras, totalitarismos, amor y traición que está envuelta bajo el velo de una magnífica prosa y que nos hace ver que la redención, es a veces la única escapatoria
Sinopsis inicial
Berlín, enero de 1933 Adolf Hitler es embestido como canciller, en ese momento histórico estaba presente Yuri Santacruz. La historia de este es quien nos marca el rumbo de la trama pero no desde ese momento presente, sino años atrás cuando apenas siendo un niño huyó junto a su familia de San Petersburgo.
La familia Santacruz no podía más con la represión de ese país, eran continuas las disputas y la muerte asolaba cada rincón, era difícil escapar y más todos juntos, pero una vez reunido el dinero y con la documentación en regla tardaron poco tiempo en emprender el viaje hacia un futuro más prometedor. Pero no todo salió tan bien como se tenía previsto, porque Veronika, la madre de este y Kolia, el hermano pequeño de la familia, quedaron atrapados en el país y es esta la principal condena y asolamiento del protagonista porque nunca olvidó lo vivido tiempo atrás.
Durante el trayecto en el tren, las penas siguieron asolando a la familia Santacruz y es que un problema de salud también arrebató parte de la felicidad que iban buscando. Yuri tenía ascendencia española y eso le sería de vital importancia más adelante, ya que formará parte de la embajada española en Berlín, es ese quiebre del destino el que le ponga en el disparadero para codearse con la alta élite alemana.
Pero no solo eso le hará relacionarse con los altos cargos nazis y es que en su mismo edificio vive Ulrich von Schönberg, la mano derecha de unos de los grandes mandatarios de Hitler. Hacia él siente repulsión, por la superioridad que genera ante los demás, su determinación y rechazo hacia todos los judíos o a todos aquellos que no piensen igual que él, provocan en Yuri desolación, especialmente porque siente atracción por su bella y encantadora esposa, Claudia, provocando así un triángulo amoroso del que Ulrich no está enterado y que se convertirá en cuadrado más adelante.
Amor clandestino
Trabajar en la embajada le permite también a Yuri buscar información sobre aquella parte que dejó años atrás en Rusia. Su madre y su hermano siguen siendo vitales para él, y saber su paradero podría cerrar heridas que a día de hoy siguen abiertas. Los años han pasado pero la revolución política que hay en el mundo, apenas dan tregua. No hay amigos, todos son sospechosos y es que cualquier información puede ser vital, la vida en Alemania no es del todo agradable porque las injusticias son parte de los habitantes.
La atracción entre Claudia y él va mucho más allá, a sabiendas de que ella representa todo aquello que odia pero la razón ahora no está presente y cada encuentro con ella se hace esencial, si su marido se entera ambos mueren, pero está dispuesto a correr el peligro al menos por el momento. La relación se hace insostenible, el miedo puede más que el amor, y en medio de todo ello aparece Krista, la hija de la casera quien siente devoción por Yuri desde la primera vez. Ambos se dan una oportunidad, porque aunque la pasión entre ambos no sea lo más importante, sí que comparten el amor y la amistad. Una relación que se mantiene con el tiempo y que es vital en esta emotiva historia.
La parte política y reivindicativa serán además los elementos imprescindibles para que comprendamos esta historia con toda su esencia y es que no es una historia de buenos y malos, es una historia de superación, de esfuerzo, derrotas que nos muestran que los totalitarismos no son buenos y que se aprende en cualquier momento pero mostrándonos siempre que la vida siempre nos tiene guardada una oportunidad, aunque sea la última.
Mi valoración personal
Quizás no hable desde un punto de vista objetivo porque Paloma Sánchez-Garnica siempre me conquista con sus historias, pienso que si sacara un libro de cuentos o un panegírico también lo leería, y es que es su manera de ahondar en los personajes y de transmitir lo que hacen de ella una gran escritora, si no la mejor.
En Últimos días en Berlín profundiza en el ámbito político y quizás para enfatizarnos lo importante de los sucesos que estaban viviendo sus protagonistas, y es que la historia de Yuri no es un cuento, es una realidad. Una verdad que nos explica cómo la gente huye de sus ciudades para adentrarse en un abismo del que no saben si saldrán ilesos, pero que será mejor que la represión, dejan atrás su vida y más nuestro protagonista quien crece sin madre y sin saber que fue de ella.
Quizás durante la reseña me he recreado en la parte amorosa de Yuri, y es por darle protagonismo al aspecto personal, porque son quizás los acontecimientos políticos de esta etapa de principios del siglo XX los principales personajes, poniendo de manifiesto a Yuri y sus amigos como meros títeres de la historia.
He disfrutado con la trama, como todo lo que escribe Paloma, podría compararla con novelas suyas anteriores que quizás haya adorado más, pero es que este libro es exaltación, es coraje, es fuerza, pero también es sentimiento. La magia de la escritura de Paloma se hace presente en cada capítulo, haciendo así de este finalista del premio Planeta, otro reconocimiento más a su brillante carrera.
Siempre hay que esperar para un nuevo libro de la autora, pero no importa, si con ello trae otra bella historia como la que nos tiene acostumbrados.
Otras novela que no debes perderte de la autora es La sospecha de Sofía y aquí tienes una entrevista donde nos habla sobre ella.
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