Los 100 lugares de la geopolítica. Pascal Gauchon y Jean Mac Huissoud. Rialp
Los autores de este mapa crítico de la geopolítica afirman en la introducción que su disciplina «analiza el planeta como el médico chino mira al hombre: existen para este experto líneas de fuerza, influencias, nudos, cuyas relaciones explican el funcionamiento del organismo». De la misma forma, el libro de Gauchon y Huissoud constata los lugares del mundo que irradian más energía, aquellas regiones de fronteras inestable, los puntos del mapa en el que chocan, a veces desde hace siglos, culturas diversas, polos de potencia y estrellas fugaces. Es este un libro que habla como un mapa.
Los 100 lugares de la geopolítica comienzan por las ciudades desde las que se irradia el poder. El primer punto del mapa es Nueva York. Pero el lector, presionado por la actualidad, se va pronto al índice, a buscar el lugar de Ucrania. Página 120. Comienza así: «Ucrania rara vez ha sido libre» Se trata, continúa, de un país con identidades múltiples que no fue independiente hasta 1991, tras la caída de la Unión soviética.
Su historia se apoya en la oposición entre el oeste, que mira hacia Europa, y el Este, rusófono. Los intentos de anclarlo a Europa han sido respondidos con golpes de fuerza, como la anexión de Crimea. Ucrania se volvió hacia el Oeste «con la asociación a la UIE. Pero el país es inestable, arruinado, gravemente dividido, y Bruselas tiene poco que ofrecerle». Una síntesis histórica y geopolítica en apenas 18 líneas.
¿Quieren saber dónde se puede producir una nueva situación similar a la de Crimea? Basta pasar la página y repasar las claves de Transnistria, una república secesionista de Moldavia, que tiene 800.000 habitantes y con una superficie de apenas 4000 kilómetros cuadrados. Chechenia, Armenia, Georgia... el hundimiento soviético reavivó viejos rescoldos y Rusia, hoy, está rodeada de regiones inestables que aspira a sumar a ese nuevo imperio con el que sueña Putin cada vez que escucha la música del himno ruso, que es el himno soviético, por decisión de Putin en el año 2000.
Los autores se detienen en España para tratar la cuestión terrorista del País Vasco. La descripción es aséptica. El lector sentirá que falta mucho que contar, pero lo que busca el libro es levantar un mapa con los elementos imprescindibles: el cuándo, el cómo y el porqué. También la crisis del secesionismo catalán, que para Gauchon es la confirmación del auge de los nacionalismos regionales en Europa.
Lo 100 lugares de la geopolítica analiza regiones, áreas de influencia, fallas políticas y puntos que están en conflicto, y pone el foco en zonas de conexión de continentes, como la llamada MENA, región que agrupa Oriente Medio y el Norte de África. Decir 100 es decir un número redondo. El lector echará de menos algunos puntos de actualidad como el Sáhara, foco de inestabilidad entre Marruecos y Argelia. Si hay un apunte para la Cabilia, región norteña de Argelia, corazón bereber, y punto de fricción con el régimen argelino. Marruecos tiene problemas similares con su zona norte, pero no se mencionan. El lector supone que los autores, franceses, tienen un foco privilegiado sobre la antigua colonia francesa.
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