Desde su apertura en 2020, Nomo Braganza nos hace viajar a Japón con cada bocado. El Grupo Nomo arrancó su andadura gastronómica en Cataluña logrando un rotundo éxito que culminó con la apertura de su sede madrileña Nomo Braganza hace un par de años. Un coqueto restaurante, ubicado en el emblemático barrio de las Salesas, concretamente en el número ocho de la calle Bárbara de Braganza, donde el magnífico chef nipón Naoyuki Haginoya, nos sorprende con una apetecible propuesta gastronómica que nos traslada a Japón con cada bocado.
Un profesional en toda regla que, tras pasar por las mejores barras de sushi, izakayas y yakinukus de Tokio, perfila en Nomo Braganza una seductora propuesta que hará las delicias de los amantes incondicionales de la gastronomía nipona. Una carta original y seductora, que además de su apartado de crudos, incluye una amplia variedad de elaboraciones cocinadas para aquellos más reticentes. Opciones para todos los gustos que aseguran que cada visita a Nomo Braganza sea siempre un rotundo acierto.
Nada más llegar al restaurante, nos encontramos ante un bonito espacio dividido en dos plantas. Arriba, llama la atención una impresionante barra de mármol donde podemos ver en vivo y en directo a sus imparables sushimen en acción mientras disfrutamos de nuestra velada. Abajo, nos aguarda una sala más íntima. Un espacio elegante y sofisticado, que aloja un magnífico reservado para los momentos más especiales. El precioso interiorismo, obra del conocido estudio Cirera + Espinet ha otorgado un protagonismo indiscutible a los pequeños detalles logrando que nada más llegar nos embriague la esencia del Grupo Nomo.
En nuestra visita a Nomo Braganza, comenzamos saboreando un riquísimo aperitivo de edamames que dio paso a unas sensacionales gyozas de sobrasada con miel y parmesano. Originales, sorprendentes y sumamente sabrosas, nos condujeron a unas espectaculares croquetas de rabo de toro con mayonesa de kimchi.
Una maravillosa explosión de sabor en boca, que desembocó en un seductor pincho de vieira con foie flambeado y espinacas. Los langostinos picantes con fideos kataifi y huevo frito fueron, sin duda, el plato estrella. Una excepcional composición de intenso sabor y un acertado toque picante que nos enamoró desde el primer bocado logrando eclipsar el riquísimo arroz yakimeshi con huevo y ternera.
Aunque el momento del postre suele ser complicado en los restaurantes japoneses, el brioche con helado de taro y confitura de frutos rojos que pedimos resulta súper recomendable. Dulzón, pero sin pecar de empalagoso, nos pareció el broche final ideal para la encantadora velada.
Nomo Braganza, un bonito restaurante japonés en la capital que nos contagia con la magia de Japón nada más llegar, con una seductora y saludable propuesta gastronómica que nos invita a comernos Japón a bocados sin necesidad de coger un avión.
NOMO BRAGANZA
Dirección: Calle de Bárbara de Braganza, 8,
28004 Madrid
Web: https://gruponomo.com/restaurante/nomo-braganza/
Ticket Medio: 40€