Producto de alta calidad, recetas de siempre y una enorme terraza interior rodeada de pradera verde son las señas de identidad de La Roteña, el restaurante que acaba de abrir sus puertas en Pozuelo de Alarcón
“A la roteña”, es decir, al estilo de Rota (Cádiz) es como más jugosa resulta la urta o sama roquera, ese pescado de roca que se alimenta de pequeños crustáceos y que, en consecuencia, ofrece gratas sensaciones sápidas al paladar. Así es como se habitúa a consumir en Andalucía y así es como, desde hace unas semanas, podemos encontrarlo en Madrid gracias a la destreza culinaria de Víctor Vila, el cocinero de La Roteña.
El local acaba de abrir sus puertas en el número 6 de la calle Enrique Granados, en Pozuelo de Alarcón, y sus propietarios han decidido que lo haga bajo este nombre en honor a su plato estrella: la urta la roteña. En un salón de amplias dimensiones, con mesas manteladas y un cercano pero profesional servicio de sala, pueden paladearse éste y otros platos extraídos del recetario tradicional.
Elegir es sencillo en su carta corta y bien estructurada. Entre los entrantes, los clásicos imprescindibles, como las Croquetas caseras cremosas de jamón ibérico, la Ensaladilla rusa tradicional o los madriñelísimos Soldaditos de Pavía, ese bacalao rebozado y frito capitalino tan típico.
El epígrafe “Tradiciones” encierra desde unos Callos melosos a una Fabada asturiana o la Pata de pulpo a la brasa. Cualquiera de ellos puede ser el preludio perfecto del plato fuerte, ya sea pescado – la mencionada Urta a la roteña, Merluza de pincho o Corvina sobre tomate concassé– o carne. Los cortes cárnicos más suculentos aguardan en una cámara expositora a la vista del comensal. Allí podemos encontrar chuletones Prussian Black madurados durante mes y medio, suculentos tras pasar por la parrilla, o lomo bajo que acabaremos en la piedra en nuestra propia mesa si lo deseamos. Pero no toda la carne se asa: también hay opciones para los amantes del guiso de toda la vida, como el Rabo de toro a la cordobesa o el Lomo de corzo a la pimienta.
Seis postres caseros, entre los que suele estar el Pan perdido con salsa de café y helado de vainilla, cierran la carta, aunque siempre hay que estar pendientes a las sugerencias de cada temporada, que varían constantemente en función de la estacionalidad del mercado.
El restaurante cuenta con una amplia barra, con una oferta diferenciada de copas y picoteo, ideal para el afterwork. Además, para permitirnos disfrutar de la cocina de La Roteña al aire libre, el establecimiento extiende una amplia terraza interior rodeada de pradera verde que resulta mágica en las noches de verano, aunque permanece abierta todo el año. Un auténtico oasis privado perfecto para cenas románticas, eventos empresariales y hasta celebraciones familiares, en los que los más pequeños podrán campar a sus anchas sin correr ningún riesgo ni salirse del recinto.
Esta gran terraza y el fácil aparcamiento son dos de los activos que movieron a GRUPO NAZÁBAL, propietario del establecimiento, a instalar en este local su primer restaurante abierto al público. La firma cuenta con más de 40 años de recorrido en el sector de la restauración colectiva, dando soporte gastronómico a numerosos colegios y empresas de perfiles diversos. Ahora nos esperan en La Roteña, el nuevo restaurante de Pozuelo.
La Roteña
Calle Enrique Granados, 6
28224 Pozuelo de Alarcón, Madrid
918 97 67 20