La Doctora Odile Fernández nos concede una entrevista para hablar de su último libro Hábitos que te salvarán la vida, en él está la respuesta a muchas de nuestras preguntas habituales sobre enfermedades o su prevención. Esta es para mí una de las entrevistas más completas que he realizado en los últimos años y sin duda la más esclarecedora para saber más sobre nuestra salud.
Cada día se habla más sobre la hinchazón que nos producen ciertos alimentos, y nos preocupamos más acerca de lo que comemos pero es que tras leer este libro y la entrevista será más consciente de la frase «Somos lo que comemos» y es que tras la alimentación y su englobe a nivel social y de producción se esconden muchas cuestiones que nos ayudarán a conocer lo que ingerimos y cómo esto nos afecta a nivel de salud y emocional.
Hábitos que te salvarán la vida – Dra. Odile Fernández – Editorial Planeta – 288 páginas – 18.90€
Conociendo a Odile Fernández
Buenas Odile, en primer lugar gracias por esta entrevista, nos hace mucha ilusión poder entrevistar a una doctora y más en relación a la alimentación. Recientemente se está descubriendo la estrecha vinculación entre los alimentos y la salud ¿Por qué ahora tanta referencia a esta tema y por qué no se ha hecho anteriormente?
La evidencia científica es irrebatible, lo dice la ciencia alto y claro, la dieta si es saludable ayuda en la prevención y tratamiento de las enfermedades crónicas. La dieta mediterránea tradicional basada en productos frescos, locales y de temporadas con abundantes hortalizas, frutas, semillas, frutos secos, aceite de oliva, aceitunas y legumbres puede prevenir el 33 % de las muertes prematuras y el 33% de las enfermedades cardiovasculares y hasta el 66% de los cáncer de mama, según el tipo.
Empezamos a tener una imagen más integrativa de la enfermedad, pensamos más en la persona y no tanto en el enfermedad. La persona que enferma tiene un estilo de vida que puede influir tanto en el inicio como en la progresión de la enfermedad. Hipócrates en el Siglo IV A.C. ya hablaba de la importancia de la alimentación y ejercicio en la prevención y tratamiento de las enfermedades. Su célebre afirmación “que tu medicina sea tu alimento, y el alimento tu medicina”, es ahora cuando está siendo reconocida, han pasado más de 2000 años desde que él la escribió.
Cuentas que como experiencia propia que en 2010 eres diagnosticada de cáncer y que ese diagnóstico el que hace que explores más el mundo de la alimentación ¿Por qué surge ese interés? ¿Desde un inicio lo achacas a lo que tomas?
El cáncer de ovario que sufrí era metastásicos, las posibilidades de sobrevivir eran mínimas, ya que lo consideraban un cáncer incurable. La quimioterapia era paliativa, para intentar alargar la vida. Como paciente quería hacer algo, sentía que tenía que contribuir a mi sanación. Decidí investigar, busque en publicaciones científicas si había una relación entre la alimentación, el estilo de vida y el estrés con el cáncer. Descubrí que había centenares de publicaciones que hablaban de esta estrecha relación y había hospitales donde la nutrición, el ejercicio y el apoyo emocional eran parte de la terapia contra el cáncer. Aquí en España no existía esos tratamientos complementarios que yo buscaba, así que tuve que diseñar mi propio plan de alimentación, planificar una rutina de ejercicios y empecé a meditar. Todos estos cambios junto al tratamiento de quimioterapia. La enfermedad desapareció muy rápido. Han pasado 13 años de aquel proceso y estoy libre de enfermedad.
Anteriormente has publicado libros de recetas con ingredientes saludables, desechando los ultraprocesados y fueron un gran éxito de venta y crítica ¿Cómo surge ese libro?
Nace a raíz de mi enfermedad oncológica. El objetivo era divulgar ciencia, hacer llegar a la población los resultados de cientos de estudios que relacionaba nuestra alimentación con nuestro estilo de vida. De ese primer libro han pasado 10 años. Mis Recetas Anticáncer fue un libro revolucionario, un super ventas que ayudó y sigue ayudando a muchas personas con cáncer y personas sanas que quieren aprender a cuidarse y prevenir enfermedades. Ahora todo el mundo habla de alimentacion o ejercicio anticáncer, pero hace unos años, se criticaba y atacaba lo que se saliese del guión tradicional, ahora me dan la razón. Parece que fui una visionaria, aunque no lo era, sólo leia ciencia y la ponía al alcance de los lectores. Ahora los que criticaban escriben libros copiando lo que escribí yo hace 10 años.
Hábitos que te salvarán la vida: Cómo controlar la inflamación, los picos de glucosa y el estrés
Hábitos que te salvarán la vida es un libro más técnico porque nos explicas el por qué a todo, nos indicas como la glucosa interviene en nuestro organismo y la importancia de los hábitos, pero ya hay mucha gente en el redil de la vida saludable ¿Pero por qué no se cuenta las consecuencias de una mala alimentación sin obviar solo el tema de la obesidad?
Todos mis libros son técnicos yo siempre quiero que el lector entienda el funcionamiento de su cuerpo y por qué enfermamos, siempre haciendo referencia a los estudios científicos en los que baso mis explicaciones.
Si realmente fuéramos conscientes de las consecuencias a corto y algo plazo de una mala alimentación, desaparecería la industria de los ultraprocesados. Con esto sólo digo que no interesa que todo el mundo sepa las horribles consecuencias de mantener una alimentación basada en ultraprocesados.
Diabetes, enfermedades cardiovasculares, algunos cánceres, obesidad, depresión, fibromialgias, alergias, infertilidad, SOP, etc… tienen relación con nuestra alimentación. El problema es que cada vez comemos peor y empezamos desde que somos pequeños a comer mal.
El consumo de la denominada “comida rápida” ha aumentado en los últimos treinta años, si tan mala es para el organismo ¿por qué se sigue vendiendo y consumiendo?
Porque es barata, es muy rápida de preparar y está rica (ya que está cargada de azúcar, grasas y aditivos que la hacen apetecible)
Los niños son el futuro y gran parte de los que escogen esa “comida rápida” llena de ultraprocesados ¿Crees que sería conveniente explicarles los contras de ese tipo de alimentación? ¿Por qué no se difunde más el gran error que hacemos con su consumo?
Por supuesto. La nutrición debería ser una asignatura más, siempre que estuviese impartida por profesionales actualizados en nutrición saludable. Deberíamos revisar los comedores escolares y las meriendas de los niños. Hamburguesas, salchichas, patatas fritas, bollería y zumos son el pilar de su dieta, cuando esto sólo deberían comerlo de manera excepcional.
Hablas en tu libro del estrés, una práctica muy habitual en el mundo moderno y que influye también en nuestra rutina, pero ¿una buena alimentación ayuda a calmar los picos de estrés? ¿Qué influencia tienen los alimentos en este caso?
El estrés crónico provoca inflamación crónica e inmunodepresión además de envejecimiento prematuro. Aprender a manejar el estrés con técnicas como la meditación, mindfulness o relajación muscular progresiva nos puede ayudar a reducir la inflamación. Seguir una alimentación antiinflamatoria basada en plantas que regule los niveles de azúcar en sangre, evitando los picos de glucemia nos puede ayudar a manejar el estrés. Las aromáticas, las especias como jengibre y cúrcuma, las hortalizas y la fruta tienen poder antiinflamatorio.
En Hábitos que te salvarán la vida expones en gran medida qué es la glucosa y cómo interfiere en nuestra vida, de cómo el hinchazón o inflamación recurrente puede ser el preaviso de un problema de salud ¿Por qué la mayoría de la población hace caso omiso a estos detalles? ¿Por qué es tan importante conocer nuestro nivel de glucosa?
Los picos de glucosa e insulina, así como la inflamación crónica de bajo grado son asesinos silencioso que van deteriorando nuestra salud y nos hacen enfermedad. Los síntomas que producen suelen ser sutiles e inespecíficos.
Síntomas como:
- Hinchazón
- Antojos
- Atracones de comida
- Irritabilidad y ansiedad
- Niebla mental
- Embotamiento
- Dificultad para perder peso
- Cambios de humor
- Dolores de cabeza
- Hambre urgente
- Problemas para dormir
- Falta de energía
Estos nos alertan de que algo no marcha bien y tenemos que revisar lo que comemos y como vivimos sino queremos enfermar. Conocer nuestros niveles de glucosa en ayunas nos habla de como metabolizamos los hidratos y nos informa de nuestra salud metabólica. Lo ideal sería que la glucemia estuviese entre 72-85 mg/dL.
Más allá de la alimentación
Este libro es un referente para leer de manera recurrente y conocer más sobre qué es la glucemia, la diabetes… y cómo ayudar a enfrentarse a ellas, y es cierto que quién sufre diabetes conoce qué debe hacer pero ¿Por qué no nos explican más al resto de la sociedad? ¿Se podría prevenir una diabetes?
Tanto diabéticos como no diabéticos deberíamos aprender a controlar lo que comemos para evitar picos de insulina y glucosa. Muchos diabéticos toman medicación para regular la glucosa en sangre pero no tiene una buena educación nutricional dirigida a controlar esta glucemia. Con ejercicio físico, buena higiene del sueño y controlando lo que comemos, a que hora y en qué orden podríamos prevenir y tratar la diabetes mellitus tipo 2.
Los alimentos naturales, tés y demás componentes “bios” conforman el panorama alimenticio actual y es que cada vez hay más alimentos con buenos componentes pero los consume más el público más joven ¿Cómo podríamos llegar a un público más mayor?
Haciendo más divulgación, más difusión de la importancia de una alimentación basada en plantas. Charlas en colegios, institutos, asociaciones de enfermos, hospitales. Falta difusión y sobran anuncios en televisión sobre comida basura.
Haciendo referencia de nuevo al público mayor, exponen que eso antes no ocurría, antes no había tantas intolerencias, colesterol ¿Tienen razón? ¿Los alimentos han cambios con el tiempo? ¿Han existido siempre esas intolerancias?
Toda la razón. Cada vez vivimos más, pero con peor calidad de vida. Muchas personas pluripatológicas y polimedicadas, estando la mayoría de sus enfermedades relacionadas por un mal funcionamiento del metabolismo originado por un cambio en el estilo de vida y alimentación. Cada vez más sedentarios, cada vez más comida rápida. Los alimentos cada vez son más procesados, más refinados y cargados de aditivos, por eso cada vez más alergias e intolerancias.
Actualmente la incidencia de cáncer en mayores de 50 años ha alcanzado los niveles de epidemia. Cada día más enfermos, hasta el punto que se estima que nuestros hijos serán la primera generación que viva menos que sus padres. La buena noticia es que tiene solución!
Una de los aspectos que más me gustan de tu libro son los datos, las gráficas… todo tiene una explicación y nos expones múltiples opciones para cambiar nuestros hábitos pero ¿Crees que es necesario que una persona padezca una enfermedad para cambiar de hábitos? ¿Por qué si lo asociamos al tema cáncer todo cobra más efectividad?
Lo ideal sería hacer prevención, que todos entendiésemos y fuésemos conscientes de que lo que comemos cada día influye en la enfermedad de mañana. Al cáncer le tenemos todos miedo. Si somos conscientes de que la mala alimentación y un estilo de vida sedentario influyen en el riesgo de cáncer, entonces empezaremos a hacer las cosas bien.
Odile, ¿Conocemos aquello que consumimos? ¿Por qué es necesario hacernos periódicamente pruebas incluso sin encontrarnos mal? ¿Es mejor seguir el refrán “mejor prevenir que curar”?
Sí, siempre es mejor prevenir que curar. Hay análisis que pueden salvar vidas, ya que determinados parámetros analíticos pueden hablarlos de nuestra salud interna. Aunque por fuera aparentemente estemos bien, por fuera podemos estar deteriorados. Importante medir glucosa e insulina en ayunas, hemoglobina glicosiladas, PCR, VSG, ferritina, perfil lipídico y vitamina D.
Llevas inmersa en la medicina más de veinte años, en la última década ligada al mundo de la alimentación y en tu libro hay muchas referencias acerca de tus investigaciones. Sigues leyendo y aprendiendo y aun sabemos poco sobre un hábito tan vital cómo es la alimentación ¿Qué deberíamos hacer para preocuparnos más sobre nuestra salud? ¿Qué es aquellos que más te ha sorprendido conocer?
Deberíamos leer más. Leer divulgación científica. Decía Sócrates, sólo hay un bien el conocimiento, sólo hay un mal, la ignorancia. A mi sorprendió descubrir la estrecha relación entre el cáncer y la alimentación y que nadie me hubiese contado nada durante mi formación académica ni hospitalaria. Debemos investigar por nuestra cuenta, si dejamos en manos de las instituciones nuestra formación estamos perdidos.
Sabemos que una pieza clave de todo esto también la conforman el metabolismo y la genética pero ¿Nuestros hábitos podrían ayudar a prevenir enfermedades o al menos, mejorar a su reducción?
Si, totalmente. La mayoría de enfermedades crónicas tienen relación con nuestros hábitos por lo que podrían ser prevenidas en un porcentaje alto. Cuanto antes empecemos a cuidarnos mejor y recordad que nunca es tarde para empezar es esperanzador.
Gracias por todo, pero antes de nada y como siempre nos gustaría que nos recomendases un libro, uno que te haya gustado o interesado independientemente de su temática.
Estoy leyendo ahora mismo Gladiadoras de Juan Tranche y me está enganchando.
Otros libros sobre alimentación y salud que te recomendamos son: Come comida real, Cocina comida real, Comida vamos a llevarnos bien o Mucho más que Fitness
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