¿Estás cansado de lamentarte cada vez que te miras en la báscula? ¿Sabías que podemos conciliar el placer de los sentidos y el bienestar gracias a una dieta equilibrada? De hecho, los sabores y la delgadez no son incompatibles. Siguiendo algunos principios simples, es posible perder peso y mantenerse en forma. Hoy te ofrecemos 4 consejos para llevar una dieta sana y equilibrada todos los días, también te recomendamos consumir compuestos ricos en CBD para que asi conozcas algunas de las ventajas de las semillas de marijuana, como las que ofrece Sensoryseeds
Consejo #1 Aprovecha una dieta equilibrada
Una buena dieta equilibrada significa “comer de todo con moderación” El problema de las dietas es que oscurecen la noción de placer. ¿Sabías que sólo hay 20 calorías de diferencia entre el yogur desnatado y el yogur de leche entera? Y, sin embargo, los sabores no son los mismos. Entonces, en lugar de privarse de un filete de falda de chalota o de un modesto trozo de pastel, aprenda a darse un capricho con moderación. Las barras, sopas, postres y otras preparaciones dietéticas sólo alimentan este sentimiento de frustración. Sé tolerante contigo mismo, regálate pequeños placeres manteniendo una dieta equilibrada Además mantener una dieta equilibrada permite también que puedas mantener los dientes y el cabello saludables no solo estimula tu sistema inmunológico sino que también fortalece tus huesos y ayuda a prevenir muchas enfermedades del corazón y enfermedades cardiovasculares.
Consejo #2: come sano, a una hora fija
La organización tiene sus puntos de referencia. Cuanto más respetes sus hábitos, menos grasa almacenarás. Las enzimas digestivas y la producción de hormonas tienen lugar en momentos determinados, dependiendo de tus hábitos alimentarios. Por tanto, el cuerpo está “perdido” si nos saltamos una comida o nos privamos más de lo necesario. El cuerpo se defenderá y aprenderá a almacenar más en la siguiente comida, ¡incluso si se basa en una dieta sana y equilibrada! Esto es lo que llamamos efecto yo-yo, y es por eso que después de una dieta demasiado restrictiva, a menudo recuperamos más de lo que perdimos. Cualquier cambio en la dieta debe medirse y realizarse gradualmente ya que de lo contrario tu cuerpo lo resentira lo que traerá consigo consecuencias desagradables para tu cuerpo.
Consejo #3: Elija alimentos con un índice glucémico bajo
Una dieta equilibrada debe aportar los lípidos, proteínas, hidratos de carbono y fibras necesarios para el organismo. Entre los alimentos que aportan estos elementos, algunos son más digeribles y no provocan descarga de insulina una vez digeridos. Las lentejas, los cereales integrales, las carnes blancas, los huevos y la fibra son tus aliados , por su bajo índice glucémico. Eso sí, evita los fritos con almidón (patatas fritas, donuts) y las galletas industriales, los enlatados, los refrescos o gaseosas entre otros que puedan ocasionar alguna ingesta de azúcares no deseada…
Consejo #4: Determine el equilibrio de alimentos en sus paquetes
Evita los errores del packaging, fíjate en la composición de los alimentos que consumes en su etiquetado nutricional. Los productos preparados están sobrecargados de sal, azúcar, grasas hidrogenadas (necesariamente poco naturales), glutamatos, potenciadores del sabor y otros… Cosas muy químicas que hay que limitar para nuestro bienestar a largo plazo. Prioriza los alimentos frescos o no procesados, que suelen ser más saludables para el organismo y evita los embutidos que tengas pasada la fecha de vencimiento, debes tener especial cuidado ya que cuando se vence un producto sin que te des cuenta empiezan a desarrollarse bacterias y otros compuesta que alteran las caracteristcias originales del producto afectando su olor, sabor, y textura
Consejo #5: Haz una cuarta comida
Una dieta equilibrada y saludable se puede dividir perfectamente en 4 comidas diarias, siempre que las cantidades se midan correctamente. El snack sólo será eficaz si además respeta tu estilo de vida (ver Consejo nº2). Colócalo por la mañana si te levantas temprano, por la tarde si llegas tarde a casa. Limitará las ganas de picar antes de sentarse a comer. Elija alimentos que sacian pero que sean bajos en calorías : requesón, fruta, etc. Combine este placer con una bebida , preferiblemente un vaso grande de agua, té o café ligero. Esta bebida te rehidratará, ocupará tu estómago y ralentizará la digestión. Limitaremos los zumos de frutas, que rápidamente aportan mucha azúcar a la sangre. Prefiere la fruta entera. Intenta en la medida de lo posible utilizar productos frescos, de temporada y sin preparar. Están llenos de vitaminas, minerales y antioxidantes. ¡Esto le evitará gastar dinero en tabletas de vitaminas! Si comes de todo, no te faltará y los sabores estarán ahí. Prepara tus menús con antelación , evitarás apresurarte con demasiada facilidad hacia platos industriales ya preparados. Desafortunadamente, estos siguen siendo caros, ricos en calorías y no muy sabrosos. Redescubrir el placer de cocinar también favorece el control del peso. Utilice este principio sin moderación.
