Así es, en este coche he recordado la sensación de conducción que transmitían los coches buenos de hace más de 20 años, más la eficiencia y tecnología de los coches de ahora. Esto se llama Mazda CX-30, y no me extraña que sea el modelo mas vendido de la marca.

En cuanto te subes a este coche, te das cuenta de una cosa: el volante es redondo. Pero redondo de verdad, para que cuando gires en las curvas, o cuando esquives a una vaca, no tengas que cambiar las manos de sitio para seguir la trazada correcta. Los volantes siempre han sido redondos igual que los manillares de una bici siempre han sido simétricos. Esta es la forma más segura de que los conductores sigamos dentro de la carretera. Otra cosa son los coches de carreras. Pero los coches con matrícula no están diseñados para correr en un circuito, están diseñados para llevarnos a un sitio y permitirnos volver.

Este año 2025, Mazda Automóviles España cumple 25 años; y lo van a celebrar con un eventazo en Madrid durante todo el mes de mayo en la Fundación Ortega Marañón que se llama (el evento) “Crafted in Japan House” una invitación a conocer la ciudad de Hiroshima, origen de esta marca, donde podremos descubrir su historia, su gente, su cultura, su artesanía e incluso su aroma. Ya hablaremos de esto en FANFAN.

El CX-30 de Mazda es su modelo más vendido, un SUV compacto de algo más de cuatro metros con capacidad para mover a cuatro o cinco personas hasta donde queramos viajar, siempre con la filosofía Mazda, en la que todo gira en torno a las personas que viajamos dentro de sus coches y con una atención especial a los que nos gusta conducir y nos gusta sentir que el coche que llevamos lo han diseñado pensando en nosotros.

Mazda nos ha demostrado mil veces que, haciendo las cosas de manera diferente, siempre acierta. En este caso, nos presenta un coche con motor de 2,5 litros cuando el resto de marcas están quitando cilindrada y cilindros a sus coches. Pues bien, este bloque de Mazda, con 140CV de potencia y un cambio manual que es una maravilla, nos ofrece una dinámica propia de los mejores coches del siglo pasado con unos ajustes, consumos y tecnología, propios de este siglo. También lo hay con cambio automático, pero yo me quedo con los tres pedales, el “punta-tacón” y ese recorrido tan agradable y directo de su palanca de cambios, que siempre tienes a mano para hacer lo que te dé la gana.

Es compacto y espacioso a la vez, con un diseño muy “Mazda” que se va adaptando sin perder su identidad, un interior muy enfocado a ser funcional y confortable, para que podamos conducir sabiendo dónde está cada cosa sin necesidad de dejar de mirar a la carretera. ¿Los ocupantes? Cómodos y conectados, no habrá queja en este sentido. ¿Potencia? Puede que la cifra de 140CV parezca poca cosa, pero esta gente sabe sacarle partido a un motor de cuatro cilindros como si fuera uno de 6. Es elástico, ágil, progresivo y eficiente. Si no me dicen la potencia que tiene, habría calculado un 30% más. Por lo tanto, no te dejes llevar por las cifras, déjate llevar por lo que te dice un coche cuando lo conduces.

Este coche transmite información al conductor, tanto por su suspensión como por su dirección a través de su volante redondo que tanto me gusta. En este coche sabes por donde pisas, no tienes la sensación de ir flotando como en otros que están tan asistidos que parecen un videojuego. Este coche no es un simulador, es divertido y confortable a la vez, tiene etiqueta ECO y puedes hacer vida normal con él y con otras cuatro personas sin que el consumo vaya más allá de los 6 ó 6,5 litros cada 100Km. ¿Qué más quieres? ¿Qué te lo pongan para llevar por unos 30.000 €? pues también, en cualquier concesionario de Mazda.

Te recomiendo este coche si tienes permiso para conducir y si lo vas a utilizar sin alcohol ni drogas de por medio. Cumpliendo estas premisas, todo lo demás son ventajas.
