Buenos días España buenos días españoles, bienvenidos a este 13 de noviembre de 2023
En coincidencia con la fiesta de San Martín, cuando en España se ha matado el cerdo del que vivían las familias hasta llegada la primavera, la España hasta ahora silenciosa se ha echado la calle para evitar la venta del patrimonio nacional a los que siempre han sacado tajada y provecho de todas las circunstancias de la historia nacional, en especial de las más graves, las que han supuesto la debilidad nacional, ya sean crisis económicas o crisis de gobernabilidad. Al perro flaco del PSOE, el más débil de su historia, todo se le han vuelto pulgas.
No es cierto, como dice la propaganda de la Moncloa, que esta España no acepte el resultado electoral. Aquí los únicos que nunca han aceptado lo que decían las urnas han sido los de las izquierdas. Recordemos la algarada callejera que siguió al triunfo de la derecha en Andalucía, donde desalojaron a la izquierda golfa y clientelar, la de la coca, las señoras de pago, y el robo de los dineros del empleo. Los únicos que han asaltado las avenidas han sido los socialistas, que siempre confiaron en su agitación y propaganda para convertir cualquier desgracia en un asunto político y deslegitimar los gobiernos de la derecha. También utilizaron a los jueces, porque algunos jueves en España no se venden, oyentes, algunos jueces se regalan. Y así el célebre juez de Prada escribió una línea en una sentencia que permitió a Sánchez no respetar el resultado de las urnas y organizar una moción de censura. Recuerde Sánchez, nuestro gorrino de San Martín, que fue él quien, no aceptando el resultado de las urnas, y en su primer intento de gobernar con lo mejor de cada casa, fue defenestrado del partido socialista cuando le sorprendieron, a él, junto a César Luena metiendo votos en una urna de juguete que se habían traído de casa. En materia de respeto al resultado de las urnas, la izquierda en España no puede dar una sola lección, qué digo una lección, no pueden abordar ni una pequeña introducción a la virtud en esa materia.
No, la España silenciosa no se ha echado a la calle porque no respeta las urnas, sino más bien al contrario, porque tiene por el voto un respeto reverencial. El 23 de julio no se votó por la amnistía, ni siquiera se votó para entregar la carne del jamón de las finanzas autonómicas a nacionalistas vascos y catalanes, sino todo lo contrario. Porque el Psoe se presentó con un programa que decía lo contrario de lo que luego ha hecho, y en ningún programa de los que compitieron en julio está escrito que la nación se va a vender a sus enemigos para que el traidor y felón Pedro Sánchez siga siendo presidente del gobierno, con sus ministras de igualdad, y su vicepresidenta. Vicepresidenta que, desde que la calle está incendiada, ha desparecido, como si se la hubiera tragado la tierra. Yolanda sirve para cuando los vientos van a favor, pero cuando la cosa se tuerce, ya lo ha demostrado en diversas y variadas ocasiones, tiene una facilidad para perderse en el paisaje que es digna de Waly.
La España silenciosa respetó lo que dijeron las urnas, y hasta lo que no dijeron. Pero esta España que hemos el domingo en las plazas de todas las capitales de España y de algunos pueblos de la España que sigue celebrando su san Martín es una nación que ha salido a la calle para resistir la dictadura que cuaja en el palacio de la Moncloa, y que se manifiesta en la ocupación del poder legislativo y del poder judicial por el poder ejecutivo. De España y sobre España se ha legislado en Bruselas con un delincuente que todavía tiene que dar muchas explicaciones ante los tribunales, desde el supremo a la audiencia nacional, pasando por el tribunal de cuentas. De España y sobre España se ha legislado con el orondo representante del partido nacionalista vasco, que si compareciera por San martín daría de comer a toda la tribu con sus hechuras exuberantes. A los jueces se les dice en el pacto de Bruselas que si aplican la ley son jueces políticos, y que no solo deben desistir de aplicar algunos artículos del Código Penal sino que además tienen que pedir perdón, y en algunos casos pagar indemnizaciones por haber cumplido con su trabajo.
Contra todo esto es contra lo que salieron millones de españoles y saldrán una y otra vez, porque Sánchez está practicando en su cara el robo de derechos y de dineros, y el regalo a los secesionistas de todo lo que pidieron, a cambio de nada. A cambio solo de siete votos, que al español hasta ahora silencioso esos siete votos no le aportan nada, y se lo quitan todo. Saldrán incluso a pesar de que llegue el día en que la derecha timorata de Génova 13 se vuelva mansa y pastueña. Ayer escuchamos a la presidenta de Madrid decir que devolverá golpe por golpe. Es decir, que revertirá todo aquello que forma parte del asalto a la democracia y del golpe de estado del que Sánchez es el jefe y el Psoe su instrumento de palanca. Tomamos nota de esas palabras de Ayuso, porque la tradición nos dice que, al menos hasta ahora, el PSOE daba el golpe y el PP agachaba la cabeza; el PSOE daba con el martillo de los decretos y el PP nunca revertía la situación, no había vuelta atrás, y los gobierno populares asumían la legislación socialista con una mansedumbre tonta y decepcionante. Así que si algún día el golpe fracasa, hoy al menos tenemos la palabra de que la amnistía será reversible, que los jueces volverán a aplicar la ley, y que un ciudadano de Extremadura tendrá derecho a similares prestaciones de educación y sanidad que los que habitan en Ripoll, en Granollers o en Ochandiano. Porque la nación silenciosa está en la calle reclamando esto, precisamente esto. A la nación, a buena parte de la nación, le da igual quien gobierne, lo que no quiere es que le quiten lo poco que tienen, y detesta una España de ciudadanos desiguales, en la que los de siempre, se quedan con el privilegio. Una mirada rigurosa de la historia nos dice que el País Vasco y Cataluña siempre han vivido en el privilegio, ya estuviera España gobernada por el general Prim o por el general Franco. Vascos y catalanes siempre han sido favorecidos con ventaja por todos los gobiernos en todas las épocas. Y ahora ahondamos en esa diferencia, gracias al Sánchez felón.
La España silenciosa está airada, y este fin de semana sacaron con abucheos de un restaurante de Badajoz a Fernández Vara, que fue a comer, a pesar de que es uno que empresa parece que viene comido. La bronca fue tan unánime que se fue sin probar bocado. Ante el cariz que han tomado las cosas en la calle, la agenda del presidente en funciones ha pasado a la clandestinidad. La página web de la Moncloa informa que algunos actos no se colocarán en la agenda hasta que se hayan ejecutado. Los ocultan para evitar las protestas, como el pasado viernes en Málaga, donde Sánchez y el alemán Scholz tuvieron que pasar la tarde haciendo manitas porque en la puerta habían protestas, y el ambiente estaba cargado. En realidad la Moncloa no tiene que cambiar de estrategia. Hasta ahora Sánchez ha anunciado las cosas que iba a hacer una vez que las ha hecho. Es más, hasta ahora siempre ha dicho que nunca haría lo que tenía en la cabeza hacer, y siempre ha sido a toro pasado, a hechos consumados, cuando ha explicado sus actos. En eso es un hombre del pasado, uno que gobierna no intentando convencernos del futuro, sino colocándonos una nueva trola para explicar lo ya ejecutado.
Ahora empiezan también las persecuciones y los ajustes de cuentas. Dicen que hay escándalo porque Miguel Ángel Idígoras, periodista histórico de televisión española, de los que entraron por oposición y sin necesidad de mostrar un carné de partido, leyó el manifiesto al final de la manifestación en el País Vasco. La izquierda se está partiendo la camisa de Dior ante algo que nunca han tolerado: que un periodista no sea de izquierdas, que no trague con la carne cruda de sus ideologías, que no acepte la venta de la nación a cambio del poder para un golfo, esto la izquierda no lo acepta nunca y sus medios ya están pidiendo que a Idígoras le pasen la factura. Esto lo puede poner Bildu entre sus exigencias al Partido Socialista. Porque Idígoras tuvo que pedir refugio en una corresponsalía para evitar que a su familia le pusieran una bomba lapa. Así que Otegui estaría feliz con esta depuración.
Entramos en una semana decisiva, oyentes, la semana de la investidura, la semana en que Sánchez pasa a la clandestinidad, y la semana en la que Page podría demostrar que es un hombre con principios, y no el principio de un eunuco sometido a los dictados de Sánchez, es decir, si celebra su San Martín como gorrino o como invitado al reparto de las carnes.